Por Vasti Abarca González
Viernes de ajedrez y fin de semana de Netflix, era el panorama perfecto del valdiviano Roger Lampert. Cada sábado, el estudiante de Ciencias de la Universidad Austral era el encargado estelar de encontrar la película perfecta o una buena serie que fuera digna de maratonear con su papá.
A Roger, de 27 años, le gustaba estar en su casa, jugar ajedrez y salir a caminar. No era fiel asistente a fiestas y en la universidad se limitaba a ir a clases, siempre mantuvo un bajo perfil.
Aprendió ajedrez cuando tenía cinco años y era el secretario del Club de Ajedrez Valdivia, su lugar favorito. Ahí se sentía cómodo, y aunque en otros escenarios se notaba reservado, en el club era donde dejaba todo su desplante.
Luis Lampert, conocía bien a su hijo, incluyendo rutinas diarias.
Cada vez que Roger tenía que ir a un lugar, lo buscaba en Google Maps y trazaba una ruta para llegar caminando. Solo la lluvia a cántaros hacía que tomara micro.
Así lo hacía a diario para llegar a su casa de estudios, la Universidad Austral. “Cuando los días estaban buenos se iba y volvía caminando por la costanera”, comenta Luis. Lampert.
Usualmente, cuando Roger tomaba la micro, se subía al recorrido 9 en avenida Argentina, en dirección a la universidad, donde ya se encontraba en la etapa de su tesis, sin embargo, quería retirarse de la carrera.
La mañana del lunes 6 de junio de este año, hizo algo distinto: cruzó la avenida y se dirigió hacia el sector de Clemente Holzapfel con Lastarria, que fue el lugar donde se le perdió el rastro.
Antes de salir, puso el nombre de un profesor en la página Rutificador, que arrojó una dirección. Según el historial web, copió la dirección en Google Maps y trazó una ruta para ir caminando.
“Todo aparenta que iba hacia allá”, dice Bárbara Tamayo, prima de Roger.
Según Luis Lampert, su hijo nunca se dirigía a esa zona. Las cámaras lo ubican por última vez caminando por la plaza Carlos Lorca -sector de la Corvi- en dirección hacia calle Lastarrias.
Salió sin celular ni billetera. Desde ese momento, han pasado cinco meses. De manera inexplicable, el joven de 27 años está desaparecido sin que haya rastro sobre su paradero.
El 7 de junio, sin noticias del universitario, la familia puso la denuncia por presunta desgracia. “Yo sé que iba a esa dirección porque la buscó por el computador”, defiende Luis.
Según declara la familia a Diario de Valdivia, el profesor vinculado a ese antecedente, le había hecho clases a Roger en años anteriores y por esa fecha le ayudaba con su tesis, aunque no era el tutor.
Luis Lampert reclama que las investigaciones no han priorizado analizar esta situación, que es el único indicio con el que cuentan. “Las búsquedas no se han enfocado en dónde se dirigía mi hijo y la dirección que puso, no se han hecho esas investigaciones que aporten para saber el paradero de Roger”, sostiene.
“Todo es muy lento, la investigación no avanza, sólo tiene luces de avanzar cuando nosotros hacemos alguna protesta”, agrega Bárbara.
Y puntualiza: “Están esperando el tráfico de llamadas, pero es tan burocrático, han pasado cinco meses y todavía no pasa nada con eso”.
La familia es enfática en sus críticas hacia el escaso apoyo que dice sentir desde la Universidad Austral.
“Los profesores prefirieron desentenderse completamente del caso, estuvieron atentos los primeros días, yo diría que el primer mes, sobre todo la jefa de carrera entregando información, pero nada más, después ya no contestaron mensajes”, dice Bárbara.
Sin embargo, la prima de Roger, que se ha posicionado como férrea vocera familiar, asegura que en ese primer tiempo, la información que recibieron por parte de la jefa de la carrera fue confusa y sembró “dudas” sobre el accionar de otro profesor tras la desaparición de Roger, que hasta el momento no han sido aclaradas desde la casa de estudio.
“Yo pedí una audiencia con el rector de la Universidad Austral, pero no contestaron los correos, nunca recibí una respuesta, también solicité con la directora de la Facultad de Ciencias, pero nada”, asegura.
Y enfatiza: “De parte de la Universidad Austral cero apoyo, cero respuesta, lo que se contradice completamente con lo que han declarado ante la prensa sobre que ellos tienen un protocolo de ayuda, eso es completamente falso porque esta familia no ha recibido ayuda ni apoyo”.
Luis Lampert agrega que se consiguió el teléfono de todos los profesores que le hacían clases a Roger, pero no tuvo éxito cuando llamó. “Ellos nunca me contestaron”, lamenta.
Todo el contexto universitario significa un trago amargo para la familia Lampert Ponce.
Antes de desaparecer, el estudiante estaba intentando retirarse de la carrera porque la familia pasaba difíciles momentos debido a un cáncer que afectaba a Luis y Roger quería aportar a la familia trabajando.
Sin embargo, no lo había logrado. Desde la casa de estudios le exigieron pagar todo el semestre para poder retirarse y las condiciones adversas en las que se encontraba la familia no les permitían desembolsar el millonario monto.
“Yo pensé que quizás mi hijo fue a juntarse con ese profesor porque le iba a dar una solución sobre el tema de la renuncia de la universidad, quizá le iba a dar trabajo”, plantea Luis.
“Como Roger me vio tan mal, con quimioterapia, seguramente pensó que no me iba a recuperar y no iba a poder trabajar. Eso pasó meses antes de que él desapareciera. Yo estuve febrero, marzo y abril en cama no más porque estaba en recuperación”, agrega.
“Y lamentablemente esto fortaleció la teoría de que se fue a quitar la vida”, dice Bárbara desde la casa de su tío, en entrevista conjunta con Diario de Valdivia.
Sin embargo, no están de acuerdo con que eso sea una posibilidad. “Como familia creemos que no se fue a quitar la vida. Él sabía que su papá estaba con cáncer, era muy cercano a su mamá, a su hermanito, él amaba mucho a su familia, para nosotros no es así, no se habría ido sin decirle nada a nadie”, dice Bárbara.
Luis es enfático: “Mi hijo era una persona centrada y lo único que quería era aportar en la economía del hogar porque yo estuve enfermo”.
El padre de Roger pone énfasis en que el rastreo de su hijo podría haber sido mucho más eficiente y esclarecedor si las cámaras de seguridad públicas hubieran estado funcionando en su totalidad.
Asegura que en la zona de avenida Argentina hasta llegar a avenida Clemente Holzapfel ninguna cámara municipal estaba activa. El último registro del paradero de Roger se pudo lograr gracias a las imágenes captadas por una carnicería del sector.
“Necesitamos la ley de extraviados y que sirva, que se realicen buenas investigaciones, que se ponga prioridad en las cámaras de seguridad que pongan el énfasis en las personas no tanto sobre los vehículos, que no estén las cámaras ahí solo para ver quién se pasó una luz roja, sino que para proteger a las personas”, sostiene Luis.
Y agudiza la crítica: “Unos a otros se culpan y no hacen nada, ¿en qué se gastan los recursos? Debería tener prioridad la seguridad de las personas, ese es mi malestar”.
Luis Lampert asegura que en este contexto, se hace urgente la Ley de Extraviados, para que las instituciones correspondientes “se dediquen desde el primer día de la desaparición de la persona a buscar”.
“Que se dediquen 100% a eso y no que lleguen hasta un punto porque tienen mil casos más”, enfatiza.
Por su parte, Bárbara Tamayo, también es directa en su descontento. “Ya no es solo que sea un mal sistema, una mala justicia que es más allá de los fiscales, pero también hay falta de voluntad, falta de humanidad porque cuando son hijos de gente con dinero corren otra suerte”, sentencia.
Desde el 7 de junio de este año, está abierta la investigación por la desaparición de Roger Lampert. En este contexto, el vocero de Fiscalía Los Ríos, Eric Aguayo, explica que la causa está vigente y con diligencias en curso.
- ¿En qué etapa se encuentra el proceso investigativo? ¿Hay una línea de investigación?
“Es una causa vigente con diligencias en curso. Ninguna línea investigativa está descartada mientras no se evacúen todos los informes por las policías y organismos que participan de esta investigación. Tan pronto se cuente con dichos antecedentes en la carpeta, se le darán a conocer directamente a la familia”.
- ¿Existe un plazo establecido?
“No encontrándose la causa con formalización de investigación, no existe plazo. En consecuencia el plazo estará dado por el tiempo necesario hasta agotar todas y cada una de las diligencias útiles y pertinentes al esclarecimiento de la desaparición de Roger”.
- ¿Cómo responde Fiscalía ante las críticas de la familia de Roger Lampert, que acusan que las diligencias en el caso son lentas y que necesitan hacer protestas para que avance la investigación?
“La Fiscalía entiende el dolor de la familia. Es comprensible que manifiesten o expresen su disconformidad porque Roger hasta ahora no ha sido encontrado, pese al trabajo investigativo realizado.
Eso sí, somos categóricos en cuanto a que la Fiscalía ha sido diligente y ha dado cumplimiento estricto a su mandato legal y constitucional de dirigir la investigación desde que ha tomado conocimiento de esta presunta desgracia, y ello se refleja en la carpeta investigativa, donde constan todas y cada una de las múltiples diligencias dispuestas por el fiscal.
A esa información por ley sólo determinadas personas pueden tener acceso, dentro de las cuales están los padres de Roger.
La causa se encuentra a cargo de uno de los fiscales preferentes para este tipo de casos en Valdivia, quien cuenta con una vasta experiencia en la materia. Este fiscal se ha entrevistado directamente con la familia de Roger cuando lo han requerido.
La familia también cuenta con un abogado particular que los asesora y que tiene derecho a solicitar también diligencias en la causa en representación de los padres de Roger.
En cuanto a lo investigativo, se ha formado un equipo multidisciplinario tanto de Carabineros como de la Brigada de Homicidios de la PDI de Valdivia, al cual se le han encomendado diligencias de búsquedas e investigativas que se encuentran en curso. A este trabajo de la policía a nivel regional, se han sumado diligencias requeridas por el fiscal a una policía experta en presunta desgracia de la Región Metropolitana.
En concreto, la Fiscalía continúa trabajando día a día en el caso como lo ha hecho desde el inicio de la investigación, y lo continuará haciendo hasta agotar las diligencias pertinentes y útiles que permitan dar con el paradero de Roger y aclarar las circunstancias de su desaparición.
Además, los padres de Roger se encuentran derivados a la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos de la Fiscalía Regional de Los Ríos y desde el inicio de la causa se les asignó un profesional psicólogo que tiene contacto directo y permanente con ellos, vía telefónica y presencial, y a través del cual pueden formular las solicitudes que estimen pertinentes. El objetivo de esta derivación es acompañarlos y prestarles el apoyo necesario durante la indagatoria”.
- Según la familia de Roger, la Universidad Austral y los docentes no han cooperado en aclarar qué podría haber pasado. ¿Qué podrían declarar al respecto?
“Las investigaciones de causas por presunta desgracia incluyen la toma de declaraciones a toda persona que pueda proporcionar antecedentes respeto de la persona desparecida. En este caso, eso incluye a profesores, pero la ley procesal penal no nos permite entregar detalles de la investigación a quienes no son intervinientes”.
Este sábado 12 de octubre, la familia realizó una nueva manifestación en la Plaza de la República de Valdivia. Decenas de velas fueron encendidas en la glorieta central en memoria de Roger y Alfonso Rivas, el último joven que estuvo desaparecido y fue encontrado sin vida en Valdivia en septiembre de este año.
La herida abierta de la familia Lampert Ponce ha encontrado apoyo y cariño entre familiares de otros jóvenes, que han muerto en enigmáticas circunstancias.
“Sería ideal tener un fiscal exclusivo dedicado a todas estas causas que son similares, como la de Alfonso Rivas, que también era estudiante de la Universidad Austral, yo le dije al fiscal en la última reunión que tuvimos que a lo mejor podían pensar en que puede haber alguna conexión entre los casos, me preocupa porque ¿y si hay un psicópata detrás de todo esto?”, dice Bárbara Tamayo.
Las dudas e hipótesis rodean el enigma de los numerosos universitarios que han desaparecido en Valdivia y mientras no existan respuestas certeras, el manto de incertidumbre seguirá nublando la vida de las familias que necesitan una respuesta.
Cientos de noches han pasado desde que la familia de Roger Lampert no concilia el sueño, sin pistas del paradero del universitario.
Luis y Bárbara hacen un llamado a que quienes cuenten con información, se acerquen a entregarla, enfatizando en la comunidad de la Universidad Austral. “Necesitamos tener una aclaración como familia por parte del profesor que Roger buscó y también saber por qué la jefa de carrera fue a sembrar dudas sobre otro profesor”, cierra Bárbara.
Diario de Valdivia intentó obtener una declaración por parte de la Universidad Austral para este reportaje, sin embargo, no hubo respuesta.
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