De una complejidad extrema, definió el diputado de ChileVamos Bernardo Berger, la situación de violencia que se sostiene en el sur del país, al tiempo que llamó a los actores políticos y sociales a agotar los esfuerzos por restablecer el estado de derecho en la macrozona.
“La situación actual en el sur de Chile es de extrema complejidad en estos instantes. La vulneración sistemática del Estado de Derecho, con el asentamiento de la violencia, la delincuencia, el vandalismo y el terrorismo, son de primera gravedad, y desgraciadamente se han ido normalizando a los ojos del país, pero no así de las víctimas de estos hechos, así como de miles de las familias que están viviendo una verdadera teleserie de terror en esa zona”, sostuvo el legislador por Los Ríos e integrante de la comisión de gobierno interior de la Cámara Baja.
Berger advirtió que “no hay ninguna causa, tema, demanda o derecho presunto, que justifique el uso de las armas, la violación de la paz social y la instalación del terror dentro del territorio nacional”, y agregó que “se ha ido confundiendo la causa mapuche con una serie de otros fenómenos que han proliferado favorecidos por el ambiente de incertidumbre en la zona, y que son derecha y llanamente delincuencia y terrorismo”.
Añadió que seguir “disfrazando la violencia, incluso justificándola como han venido haciendo algunos sectores, no sólo se aleja de la dimensión del escenario que se está viviendo en el sur, sino que daña los temas y el diálogo pendiente con los pueblos originarios, de los que estoy seguro en su mayoría tampoco avalan el terror ni los hechos que los provocan”.
Responsables
A juicio del parlamentario, la responsabilidad sobre el escenario actual escapa a la acción de un gobierno de turno en específico y que “verlo así es derechamente un error”.
“Esto es un problema de Estado y debe tener una mirada como tal. El Estado tiene el deber de hacerse cargo de la problemática mapuche, por cierto; pero también y muy por encima de ello, debe asegurar primero la paz social, la vida y la integridad de las personas; en buen chileno, debe garantizar el estado de derecho para que pueda avanzarse en diálogo y soluciones”.
“Pero entonces, cuando se repiten una y otra vez la quema de casas, de tierras, iglesias, vehículos y escuelas a vista y paciencia, cuando muere gente víctima una y otra vez de reyertas atentados; cuando la violencia parece instalarse como la forma de hacer las cosas, claramente el Estado y la sociedad en su conjunto ha fallado”, lamentó Berger.
Vías de solución
En opinión del diputado de la comisión de gobierno interior, lo más urgente es “restablecer el estado de derecho en la zona, y para ello se requieren, entre otras cosas, más acción y una coordinación más estrecha y colaborativa entre las policías y los tribunales; un sistema de inteligencia que realmente funcione; y sacar adelante la agenda de proyectos de ley del Ejecutivo para combatir y perseguir con herramientas reales el terrorismo en la zona”.
“Recién ahí, en un ambiente de seguridad y normalidad social, sin miedo, es posible retomar los otros temas que desgraciadamente se han venido confundiendo con la violencia en el sur”, enfatizó.
En tal sentido, Berger llamó a retomar el Plan Araucanía que inició en 2019 el ministro -entonces de desarrollo social- Alfredo Moreno, que abarcaba de una manera integral tanto el problema con los pueblos originarios, como también la inseguridad instalada en la zona, “pero que quedó medio abandonado tras el estallido social. Ahí hay una hoja de ruta clara, firme, certera y a la mano que nos permitiría ahorrar tiempo”.
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