Afectado por toda la situación de la muerte de los perritos comunitarios Caballita y Viejito, dijo sentirse el propietario del gimnasio Sparta Gym, Daniel Langer.
El empresario contó que desde que se enteró de la noticia y vio las imágenes que circulaban por las redes sociales, ha colaborado con el esclarecimiento de los hechos.
Comenta que personas de su confianza habrían ingresado al patio del gimnasio donde enterraron a los perros. Todo de noche y sin su consentimiento.
Por eso –agrega- ha colaborado con las pesquisas que realiza la Policía de Investigaciones de Valdivia para aclarar los entretelones del hecho, pero de todos modos.
"Soy una persona fuerte, pero obviamente en algún momento uno se debilita. Igual trae un peso grande el hecho de que las personas quieran tomarse la justicia social y no entiendan el daño que están haciendo o pueden emitir un juicio de mayor valor dado el antecedente”, dice.
Langer señala que vio el video que fue viralizado en redes sociales y en medios de comunicaciones y ahí vio a personas que él conoce y que son de su confianza.
Dada esa situación, es que esas personas tuvieron acceso al recinto del gimnasio y enterraron a los animales. Al principio no ató mayores cabos, pero luego fue dándose cuenta de lo ocurrido y decidió entregar los antecedentes a la PDI.
“Me habían dicho que esta persona estaba fuera del gimnasio. Ah ya, dije. No hay problema porque en verdad es un cercano, un amigo. Pasó todo este mes hasta que aparecieron otras fotos que involucraban a otra persona que estaba ahí en el lugar”, dice.
“Viendo el horario y el día, no fue tan difícil hacer unión de que podrían haber venido al gimnasio y podrían haber enterrado a los perros o haber hecho algo acá. Apenas nos dimos cuenta de eso, dijimos que íbamos a ir a PDI a notificar esto para que se investigue si es que en verdad estaban acá o no los perros”, agrega.
El empresario que es dueño del gimnasio hace 10 años, indica que hizo lo que tenía que hacer y que era ir a la justicia, por más que conociera a las personas que aparecían en el video.
“A pesar de que en el mismo momento analizamos y sabíamos que la presión de la gente nos podía llegar encima, no nos iban a creer. Nos iban a empezar a funar, quizás iban a querer atentar contra el gimnasio. A pesar de todo eso, sabiéndolos desde antes, decidimos ir a PDI y hacer lo que correspondía”, indica.
-¿Siente que esas personas involucradas pasaron a llevar su confianza?
“Claramente que transgredieron una confianza y obviamente duele darse cuenta de esto. Estamos siendo atacados sin tener culpa, porque yo no me involucré ni en querer matar a los perros, ni en asesinarlos o envenenarlos. Lo que ocurrió está en investigación todavía.
Respecto de las pesquisas que se desarrollaron en el recinto, Langer indica que prestó colaboración con la PDI y que nunca tuvo indicios de que los animales hubieran estado enterrados ahí.
“No, nada. No había ninguna investigación ni nada que nos relacione. De hecho, tampoco había olores. Los animales estaban al fondo, tapados con piedras. Cuando empezaron a sacar, recién después de un momento empezó a salir olor”, dice.
-¿A qué profundidad estaban enterrados aproximadamente?
“Aproximadamente 80 ó 70 centímetros. Fue un trabajo fuerte que se hizo y había una clara intención de ocultar todo este delito. Claramente no nos íbamos a dar cuenta, ni nos íbamos a percatar, porque no transitamos por este patio y aparte de eso, estamos en proceso de dejar el local. No es un patio en uso, ni siquiera como estacionamiento.
-¿Y como persona, como padre, como amante de los animales, cómo toma esta situación?
“Mira, la verdad estoy afectado porque obviamente igual soy papá, tengo familia. He recibido muchos comentarios hirientes. Soy una persona fuerte, pero, obviamente, en algún momento uno se debilita. Trae un peso grande el hecho de que las personas quieran tomarse la justicia social y no entiendan el daño que están haciendo o pueden emitir un juicio de mayor valor dado el antecedente”.
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