Según datos estadísticos, hasta el año 2020 en Chile más de dos personas se pierden cada día, de ellas el 93% aparece a las pocas horas, pero hay un 7% de quienes no se vuelve a saber. Así las cosas, en el país hay 16 mil personas cuyo paradero se desconoce.
Las cifras pueden ser muy decidoras, sin embargo, en nada reflejan la angustia e incertidumbre que sufren los familiares de las personas que sin explicación “desaparecen”. Hace casi 25 años, cuando la comuna de La Unión era parte de la décima región de Los Lagos, ocurrió uno de estos casos, hasta la fecha sin respuesta.
Yordan Fernández Ruíz nació el 8 de marzo de 1982, hijo del matrimonio conformado por Ruperto Fernández y Luisa Ruíz, en 1997 tenía 15 años de edad y se encontraba cursando 1º año medio en el Liceo Ricardo Fenner Ruedy, en La Unión, estando interno en el establecimiento.
El lunes 15 de diciembre de ese año todo cambió para siempre respecto a Yordan y su entorno. Extrañamente, el adolescente luego de ingresar al establecimiento desapareció sin que nadie lo notara, y así pasó toda esa semana hasta que el padre de Yordan fue a buscarlo al internado el viernes 19, sin que alguien pudiera entregarle una explicación por la ausencia de su hijo.
Así se inició una búsqueda que su familia asumió sin dejar puerta que no hayan tocado, sin dejar calle y camino que no hayan recorrido, siempre preguntando por Yordan, llamando a quien tuviera alguna información a que la entregara, acudiendo a la prensa, aprovechando cada espacio al que pudieran recurrir para terminar con la incertidumbre que consume a cualquier ser humano que pierde a lo más preciado: un hijo.
Pero pese a todos los esfuerzos, no hubo resultados. Hoy Yordan tendría 39 años, y su padre declara que ya asumió que su hijo está muerto.
LA BÚSQUEDA NO HA CESADO
Ruperto Fernández aceptó hablar con Diario La Unión acerca de este amargo episodio, y es enfático en señalar que “hasta el momento todavía se busca, desde el primer día”, aunque reconoce que hasta la fecha no han logrado llegar a ninguna pista sobre el paradero de Yordan.
“En el colegio si hay algún dato, alguna pista, que lo entreguen a la justicia, donde esta mi hijo, donde esta enterrado, ya descartamos que esté vivo, con 24 años tenía que haber dado alguna señal y hasta el momento nada” expresa, y agrega convencido; “Si se fue al colegio y del colegio no salió, entonces está dentro del colegio”.
Ruperto Fernández rememora los pocos datos que pudo recoger de lo sucedido en 1997. “Yo estaba trabajando en Los Mañíos sacando leña en el campo por la semana, y cuando yo lo voy a buscar el día viernes me dicen Yordan no está”, al exigir una respuesta concreta Ruperto apunta a que ni el inspector ni el director del liceo le dieron información alguna. Asimismo, dice que hasta el día de hoy conserva la cédula de identidad de Yordan, ya que quedó en el internado, “lo dejó en el casillero mi hijito” aclara.
Ruperto afirma que jamás el establecimiento se puso en contacto con la familia ante la desaparición de Yordan, reclamando por qué ningún protocolo se activó en el internado del liceo, “si yo no pongo el grito en el cielo nadie lo hubiese buscado”, y precisa “en todo colegio el director es el que sabe, el que responde”. Incluso va mas allá al afirmar que llegó un momento en que el director prohibió al alumnado referirse o hablar de Yordan “entonces todos callaron”.
Un dato que llamó la atención de Ruperto es una versión que indica que el día antes de la desaparición en el internado hubo una pelea, aunque no sabe si Yordan participó en dicho pleito o si de verdad ocurrió. También niega una versión que apuntaba a que supuestamente su hijo estaba reprobando el año escolar y por eso quizás habría terminado con su vida, “tenía promedio 5,6” asegura.
A muchas instancias recurrió Ruperto Fernández para hallar apoyo y respuestas, incluso en una oportunidad se entrevistó con el padre de otro caso emblemático de una desaparición que ocupó los medios de información por años; Jorge Matute Johns. Así también llegó hasta el director nacional de la Policía de Investigaciones de la época, Nelson Mery, pero ningún esfuerzo pudo entregar pista alguna que permitiera llegar a conocer el destino de Yordan.
Ruperto Fernández pide a cualquier persona que pueda aportar con algún dato, por favor contactarse al fono 994993837.
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