“Le gritó a todo el mundo que iba a quemar el café”, cuenta Marisol Cumsille a Diario de Valdivia, con una entereza que sobrecoge, considerando que hace pocas horas su local comercial y fuente laboral de su familia, La Última Frontera, fue destruido por un incendio.
Así, la empresaria valdiviana asegura que el fuego que consumió por completo la casona ubicada en el 787 de Pérez Rosales, fue intencional.
El fuego redujo a cenizas la antigua estructura, que además albergaba a la cooperativa La Manzana, oficinas del Festival Internacional de Cine de Valdivia (FIC) y Centro de Promoción Cinematográfica de Valdivia, Valdivia Films y archivos de La Jirafa, todos íconos de Valdivia.
María Soledad (Marisol) relata a Diario de Valdivia que el pasado jueves un sujeto causó disturbios en el recinto y además amenazó a una persona que trabaja en el bar. Por esta razón, se presentó una denuncia este viernes en Carabineros.
Al caer la noche, éste sujeto, a quien testigos sindican como un extrabajador del café, volvió al local y causó una serie de disturbios que involucraron no solo al personal, sino que también a clientes que intentaron defender a los trabajadores agredidos.
“Esta persona fue de nuevo a causar disturbios, lo cual provocó que cerráramos el café, tuvimos que cerrarlo y estaba lleno de gente, estaban las mesas ocupadas, gente que era cliente nuestro se tuvo que meter a atajar a esta persona. Se volvió loco y amenazó con que iba a quemar el café”, añade Cumsille.
A la llegada de Carabineros, el sujeto ya había escapado. Tras el incidente el local fue cerrado pasadas las 2 de la madrugada, según recuerda Marisol.
A las 3 de la mañana se activó la alarma del patio, pero al no ver movimientos extraños a través de las cámaras de seguridad, decidió irse a descansar.
Añade que el origen del fuego se habría dado justamente en la zona del patio, donde el sujeto habría encendido una madera en la leñera, sin saber con qué fin.
“El dice que no fue su intención, pero hay muchas personas que lo vieron proferir amenazas, vieron lo violento que estaba y vieron que le gritó a todo el mundo anoche que iba a quemar el café”, agrega.
La pérdida de este local deja sin trabajo a 38 valdivianos y valdivanas, solo en este café. La suma de las demás personas que perdieron su fuente laboral en los otros locales de la casona, aún no ha sido catastrado.
El local no contaba con seguros desde el año pasado y la empresaria dice haberlo perdido todo, aunque se reconoce como una mujer fuerte y se levantará “como sea”.
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