“No sacamos nada con aumentar las penas mientras se mantenga el garantismo excesivo del sistema judicial chileno que facilita la impunidad de los delincuentes”, condenó esta mañana el diputado de ChileVamos Bernardo Berger.
A la vez, el legislador emplazó al Ejecutivo a introducir modificaciones al Código de Procedimiento Penal para estar “un poco más al lado de la víctimas que de los delincuentes”.
Lo anterior lo aseveró el parlamentario en el contexto de la discusión del proyecto de ley que modifica el Código Penal para reforzar la protección a la infancia, iniciativa a la que Berger entregó su respaldo pero también hizo ver sus observaciones respecto a las falencias del actual sistema.
“Valoro sobremanera que podamos legislar hoy sobre esta materia, ya que el presente año hemos tenido que lamentar muchas muertes de niños como consecuencia de la delincuencia, como el caso emblemático de la pequeña Tamara en la encerrona producida en la comuna de Huechuraba, hace pocos días”, sostuvo.
Agregó que la sensación “de injusticia y desamparo en la que están viviendo nuestros conciudadanos ya no puede esperar más”, y que en ese sentido el Estado de Chile ha sido “totalmente débil para terminar con el flagelo delincuencial”.
De ahí el llamado de Berger al Ejecutivo “a que trabajemos no sólo para agravar penas, sino a que tomemos conciencia de que el tenor que contempla el actual Código de Procedimiento Penal, excesivamente garantista para con los delincuentes, ha sido uno de los elementos que ha llevado a la impunidad en nuestro país”.
Berger enfatizó más aún: “No obtendremos resultados recrudeciendo las penas, si antes no nos ocupamos de modificar los aspectos garantistas que provocan que un delincuente formalizado sea dejado en libertad por 180 o más días que dura una investigación. No podemos seguir con la puerta giratoria premiando la reincidencia; y menos, seguir restando atribuciones a las fuerzas policiales para repeler el crimen”.
Ineficacia y procesos
A juicio del legislador de ChileVamos, el actual sistema procesal penal contempla varias disposiciones que han sido claves en la ineficacia a la hora de sancionar delitos, tales como la voluntariedad de perseguir o no algunos de éstos, la anulación de la función querellante particular y la tendencia de evitar la prisión preventiva.
“Curiosamente en Chile no es obligatorio perseguir todos los delitos. Si antes a una señora le robaban la cartera en la feria o en la calle, ese delito se perseguía. Pero la nueva ley autoriza a no perseguir delitos que no se consideren importantes, los llamados de bagatela, Con esto, le estamos avisando a los delincuentes, y ellos lo saben muy bien, que no importa que cometan un crimen de poca monta porque no serán sancionados en Chile”, criticó.
Respecto a la anulación en la práctica de la función del querellante particular, Berger explicó que el Código antiguo, sabiendo que el único que tiene un interés real en la persecución y castigo del delito es la víctima, la reconocía a ésta, como querellante particular, el derecho de exigir las diligencias de prueba para que las decretase el juez; y si éste se las denegaba, podía ir a la Corte de Apelaciones, e incluso seguir con un recurso de queja a la Corte Suprema.
“Y así, podía el querellante particular exigir que el juez -porque de él dependía- sometiese a proceso o encargase reo al inculpado. En cambio, la ley nueva sólo permite al querellante pedir diligencias de prueba al fiscal, quien a su sólo arbitrio decide si llevarlas a cabo o no. Y ya no es el juez quien somete a proceso al inculpado: el equivalente actual es la llamada "formalización", que el querellante particular no puede exigir y que el fiscal hace solo si lo estima procedente. Y éste puede incluso decidir no perseverar en la investigación y dejar el delito impune”, sostuvo.
“A eso hay que agregar que ´para autorizar la prisión preventiva por peligro para la sociedad, hoy se exigen requisitos cada vez mucho mayores, convirtiendo esta medida cautelar en algo casi inexistente; y basta prender la tele todos los días para constatar que quedan libres delincuentes que de sentido común se sabe que son un peligro para la sociedad”, afirmó el diputado de ChileVamos.
A todo lo anterior, añadió Berger, “hay que agregar que en realidad son muy pocas las penas que se cumplen, debido a los beneficios de la remisión condicional, la libertad vigilada, la reclusión nocturna, etcétera; situación que permite una alta reincidencia por la falta de control en el cumplimiento de penas”.
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