Hace 80 años, un 14 de febrero de 1941, se creó la comuna de Lago Ranco junto al lago del mismo nombre. A diferencia de la ciudad de Futrono cuyas calles y casas están hechas a espalda del lago, Lago Ranco en cambio está urbanísticamente hecha con vista hacia el lago y ha hecho de su vida en torno a las playas y la costanera como un punto de encuentro comunitario.
Pero la verdad es que la zona de influencia de esta comuna lacustre ya tenía historia desde muchos años, principalmente por la cultura huilliche, asentada en las hoyas lacustres del Ranco y del lago Maihue, ambos situados en el sector pre-cordillerano, y comunicados entre sí por el río Calcurrupe.
Estudios antropológicos indican que ya en el periodo cuaternario vivieron los primitivos habitantes de este lugar y así cada sector fue tomando un nombre que le identifica hasta el presente, tal como Maihue, Curriñe, Chabranco, Hueinahue, Rupumeica y Carrán, en el sector del Maihue, y Tringlo, Ranco, Huapi, Calcurrupe, Llifén, Illahuapi, Pocura, Riñinahue, Pitreño, Ilihue, Quillaico, Ignao y Pitriuco, en el sector del lago Ranco.
La zona tuvo una relativa tranquilidad en la época de la conquista española, aunque hubo intentos de integrar la zona a la vida civilizada, a través de la labor misionera de los jesuitas desde las fortificaciones de Quinchilca, cerca de Los Lagos, y desde el Fuerte San José de Alcudia, en las márgenes del río Bueno, al oeste del lago.
HERENCIAS HUILLICHE Y ALEMANA
Los huilliches también asumieron en parte la vida occidental, principalmente la religión cristiana, y trabajaron la tierra por lo que hay familias que mantienen un vínculo ancestral con la comuna y sus alrededores, destacando a los Ancacura, Huaito, Huequelef, Huenuman, Quichel, Neguiman, Neipán, Antilaf, Calfulef, Millahuanque, Millape, Curinao, Calfumil, Catrihual y muchas otras, que representan la herencia histórica del pueblo huilliche.
A diferencia del resto de las comunas del sur, la zona de Lago Ranco no fue considerada en el proceso de colonización extranjera que impulsó el Estado Chileno a mediados del siglo XIX e inicios del siglo XX, principalmente por su ubicación en el sector pre andino de la cuenca del lago Ranco que no fue un objetivo para este proceso cuya atención estaba centrada en el valle longitudinal y el sector costero. Aun así, en 1846 el cartógrafo Bernardo Phillippi, confeccionó un mapa de la provincia de Valdivia, constituida en ese entonces por los departamentos de Valdivia y Osorno, mientras que su hermano Rodulfo Amando Phillippi exploró la cuenca del lago e hizo un trabajo hidrográfico de sus ríos.
Pese a no estar en una zona de interés, igual llegaron colonos, varios de ellos desde La Unión y Río Bueno, atraídos por el lago y buscando tierras para la agricultura, ellos llegaron a fines del siglo XIX, y se asentaron en sectores como Hueimén e Ignao. Estos alemanes tenían espíritu aventurero, pues vieron que los bosques nativos eran una motivación para explotar la madera. Las primeras familias alemanas que se instalaron cerca del lago fueron los Konust, Daniel y Rettig, cuyos descendientes aún viven en Lago Ranco.
Otro antecedente histórico indica que en 1885 el Departamento de Valdivia era subdividido en subdelegaciones y distritos, como subdelegación Nº 8 se establecía la de Quinchilca, que incluía los distritos de Quinchilca, Riñihue y Maihue. Este último constituye el área territorial base para la futura comuna de Lago Ranco.
EL HITO DEL FERROCARRIL
Lago Ranco logra más notoriedad con un hecho que marcó un hito para gran parte de los pueblos sureños y eso fue la llegada del ferrocarril
La construcción de una red ferroviaria entre Cocule (sector sur de La Unión) y Lago Ranco comenzó en 1928, proyecto que fue iniciativa de los primeros colonos alemanes que veían que si el ferrocarril llegaba al pueblo tendrían un mayor despegue comercial a sus actividades y la de sus vecinos. El nuevo ramal terminó en la década del 30, y en un primer momento sólo llegó hasta Ignao, mientras se resolvía el difícil tramo denominado “Vuelta de la Guitarra”, a la altura de Quillaico, a kms. dd Lago Ranco.
Cuando se completó el ramal se inició un asentamiento de población dedicada a labores derivadas de la explotación maderera, que era la principal actividad económica de la época y el principal objetivo del ferrocarril.
En primera instancia el núcleo urbano recibió la denominación de Punta de Rieles, más tarde por la expansión hacia los cerros, pasó a llamarse Tringlo y posteriormente Vicente Pérez Rosales en honor al impulsor de la colonización alemana en la zona.
En 1935 se dispuso el primer plano regulador del poblado y en 1937, por decreto ley, se ordenó el remate de terrenos fiscales en loteos, que posteriormente originaron el pueblo.
POR FIN COMUNA
Finalmente el 14 de febrero de 1941, bajo el gobierno del presidente Pedro Aguirre Cerda, se crea la comuna de Lago Ranco. El Decreto Ley N° 6.826 en su artículo N° 1 establecía: “Créase la comuna subdelegación de Lago Ranco, en el Departamento de Río Bueno. Su cabecera será el pueblo de Lago Ranco, situado el sur del Lago Ranco”.
El 30 de noviembre del mismo año se constituye el primer municipio de la comuna, teniendo como alcalde a Luis Parada Jara.
Así comienza a intensificarse el proceso de urbanización y desarrollo comunal y ya desde 1947 se hace notable la actividad lacustre con la presencia de vapores que recorrían diferentes áreas desde Puerto Rettig y el mismo Ranco hasta los sectores de Riñinahue, Llifén, Futrono, Isla Huapi y Puerto Nuevo. Estos vapores marcaron una época y aún se recuerda a embarcaciones como el “Laja”, “Saturno”, el “Osorno”, “Lilí” o el “Valdivia”, yendo y trayendo pobladores y mercancías para sus habitantes.
Además del ferrocarril y los vapores y la llegada de familias hubo que levantar escuelas, destacando la creación del Liceo Antonio Varas, concluida en 1960, y que es el polo de desarrollo educativo, social y cultural de la comuna.
VOLCÁN Y TERREMOTO
Lago Ranco también ha sabido de desastres en el siglo XX, tal como las erupciones volcánicas y el terremoto del 22 de mayo de 1960.
El 27 de julio de 1955 se produjo la erupción del volcán Carrán que arrojó humo, lava y ceniza a los campos ranquinos por 5 días. Las localidades de Carrán, Quirrasco, Riñinahue, Llifén, Futrono, Lago Ranco, Puerto Nuevo y las ciudades de Río Bueno, La Unión, Osorno y Valdivia recibieron en mayor o menor magnitud la precipitación de ceniza. La ceniza fue tanta que hasta en algunas localidades tapó la luz del sol. Fueron muchas las familias que debieron dejar sus casas y buscar refugio en sitios más seguros, escapando de los gases tóxicos que emanaba el volcán Carrán.
En 1960 el terremoto del 22 de mayo también afectó a la comuna, en especial a lugares interiores. En el lago Maihue ocurrió un fenómeno curioso, casi replicable a un tsunami. El cerro de Los Guindos se desgarró y cayeron muchos metros cúbicos de terreno hacia el lago, provocando que las aguas golpearan la ribera del Maihue, en especial el lado norte del lago, llevándose casas, bienes y vidas. Como la zona era muy aislada pocos se enteraron de este desastre que afectó a muchas familias de la comuna.
Finalmente el 4 de junio de 2011 se produjo la erupción del cordón Caulle. Más de 3.500 personas fueron evacuadas y la ceniza dio la vuelta al mundo y retornaron a Chile hasta Coyhaique, obligando a cerrar los vuelos. Se estima que cien millones de toneladas de cenizas, arena y piedra pómez fueron expulsadas con una fuerza equivalente de 70 bombas atómicas.
TURISMO
Los ranquinos viven del turismo, por eso la pandemia del Covid-19 los ha golpeado tanto y hasta es comprensible las protestas que han surgido este verano. Algunos sectores característicos También, además de las playas el turista puede visitar la "Pisada del Diablo" y la Piedra Mesa Parque Alfonso Brandt, una meseta en altura donde existen bosques nativos y desde donde se puede observar el lago Ranco y sus islas interiores en todo su esplendor. Otros bellos lugares para visitar son Riñinahue y la península de Illahuapi.
Grupo DiarioSur, una plataforma de Global Channel SPA.
Powered by Global Channel
71082