Los mapuches, colonos chilenos y alemanes y los religiosos capuchinos fueron la combinación que dieron vida al pueblo de Panguipulli.
“Tierra de pumas” o “espíritu de pumas” es el significado del nombre de la comuna que así fue conocida por los mapuches muchos años antes de su fundación un 31 de diciembre de 1946, hace 76 años.
Hoy Panguipulli es un destino turístico interesante por la cercanía al lago del mismo nombre y ser parte del destino Siete Lagos, pues dentro de su territorio se encuentran los lagos Calafquén, Pullinque, Pellaifa, Neltume, Riñihue, Pirehueico y Panguipulli, que permiten constantes visitas, tanto de turistas chilenos, argentinos y extranjeros.
Si bien el pueblo se fundó en 1946, existen registros anteriores que dan a entender que había un asentamiento de familias mapuches en las riberas del lago y el documento más antiguo que afirma esto es de 1776, en la época de la colonia española.
Tras el doloroso proceso de la guerra llamada “Pacificación de la Araucanía” y que culminó en 1881 con el último alzamiento indígena dirigido por el cacique Esteban Romero, en años posteriores fue imposible para los mapuche evitar asentamientos de colonos.
En 1885 aproximadamente habría llegado el primer colono alemán a la zona, Guillermo Angermaier, y posteriormente llegó un grupo que hizo historia para el pueblo, en especial con la entrega de educación, ellos fueron los misioneros capuchinos.
Tras la guerra en la Araucanía, el Estado chileno adoptó formas más pacíficas con el pueblo mapuche y una de ellas fue ayudar a las iniciativas de instalación de misiones católicas en la zona.
En 1903 se instalaron los misioneros capuchinos que, además de evangelizar en la fe católica, se la jugaron para levantar escuelas y entregar educación a los niños mapuche, algo que no era mal visto por los lonkos, pues enviaban a sus hijos a aprender los saberes de los huincas desde la época colonial.
Los misioneros, de origen alemán, se involucraron con el pueblo mapuche y en Panguipulli levantaron una escuela misional en 1904, aunque el estado ya había creado una escuela fiscal en 1903.
El aprendizaje de la lengua castellana y el uso de la aritmética fue estrechando las interrelaciones sociales entre mapuches y chilenos y evitando los abusos que estos últimos cometían, sobre todo, con adquisición de productos indígenas.
Un hombre que luchó por la educación y el respeto de los derechos de los indígenas fue el sacerdote alemán Sigisfredo de Frauenhäusl, quien constantemente denunció irregularidades al Estado.
El padre Sigisfredo llegó en 1903 a la zona y realizó una activa labor pastoral en Purulón, Coñaripe, Lican Ray y Calafquén, entre otras localidades.
Su labor de denuncia de abusos se hizo notar fuerte en el Parlamento de Coz Coz en 1907. Así escribió a políticos y periodistas de su época: “Los terrenos más hermosos les fueron quitados y sus casas destruidas y, en testimonio de estas bárbaras crueldades, divisamos todavía en todas partes restos de rucas quemadas, que forman un triste contraste con las riquezas y hermosuras, con que la naturaleza ha dotado estas regiones”.
A principios del siglo XX los colonos cometieron abusos y, utilizando artilugios, quitaban las tierras que eran legalmente de los mapuches. Tales acciones pasaban desde engaños legales hasta acciones violentas y en Panguipulli, por la lejanía con el centro urbano, imperaba la ley del más fuerte.
Un caso polémico fue el conflicto entre el hacendado Joaquín Mera que habría quitado las tierras a Nieves Aimñanco después de asesinarla, según relató el cacique de la Reducción de Coz Coz, Manuel Curipán-Treulén.
Este caso fue ampliamente cubierto por el corresponsal del Diario Ilustrado de Valdivia, Aurelio Díaz Meza, y el corresponsal del diario El Correo de Valdivia y de medios extranjeros Oluf Erlandsen González.
La situación fue tan tensa que el gobierno debió intervenir y el 18 de enero de 1907 se celebró el Parlamento de Coz Coz. Ese fue el último parlamento entre el pueblo mapuche y el gobierno en la zona de los Siete lagos.
Panguipulli siguió creciendo, al igual que la misión de la orden capuchina. En 1935 se construye el camino ripiado a la localidad.
En 1937 llega a Chile y a la misión el sacerdote Bernabé Gutknecht, conocido como fray Bernabé de Lucerna y que retoma la obra social del padre Sigsifredo.
Fue el 31 de diciembre de 1946 la fecha oficial de la fundación de la Villa Panguipulli, junto a la orilla del lago del mismo nombre.
En 1947 la misión inaugura la parroquia San Sebastián, luego que el antiguo templo se quemara en 1945. La iglesia fue construida al estilo suizo con dos torres y frente a la plaza de la comuna.
Fue Bernabé de Lucerna el autor de la parroquia San Sebastián, pues era arquitecto y también diseñó el hospital de la ciudad a principios de la década de 1950 y el edificio municipal.
En 1940 se aprueba el proyecto de ley que autoriza la construcción del ramal Lanco-Panguipulli, que hasta entonces estaba planificado que llegase hasta Huellahué. Recién en 1954 se completa, iniciando una industria fuertemente ligada a la explotación maderera en la misma comuna y en Neltume y Liquiñe con el Complejo Maderero y Forestal Panguipulli.
Entre 1970 a 1973, durante el gobierno del presidente socialista Salvador Allende, se produjo un gran movimiento político social en torno al complejo maderero con la actuación del Movimiento Campesino Revolucionario (MCR) que pertenecía al Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR).
El 26 de noviembre de 1970 ocurre el Grito de Carranco que da inicio a las tomas de fundos por parte de los obreros y campesinos, azuzados por el MCR, situación que culminó tras el golpe del 11 de septiembre de 1973.
El 12 de septiembre se produce el ataque al retén de Neltume, hecho que provoca una represión de parte de la Junta de Gobierno, integrada por los jefes de las Fuerzas Armadas. Así ocurren los casos de detenciones y violaciones de derechos humanos del 3 y 4 de octubre de 1973 de Neltume y del 10 de octubre en Liquiñe.
En 1983 se construye el camino que bordea el Lago Panguipulli y que hoy posee una conexión atractiva en lo paisajístico y, por ende, en lo turístico.
El destino Siete Lagos conecta con el Parque Nacional Villarrica Acceso Sur y también tiene acceso por la zona de Choshuenco a la Reserva Nacional Mocho-Choshuenco. En la zona norte de los Siete Lagos también se conecta con 13 centros termales entre la zona de Coñaripe y Liquiñe y que le han dado fama a Panguipulli en los últimos 20 años.
Panguipulli fue declarada Zona de Interés Turístico (Zoit) en 2014, según decreto emitido por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, tres años antes que la propia Valdivia.
También sumó las artes a esta característica cuando el pasado 1 de noviembre de 2022 se inauguró el Teatro de las Artes de Panguipulli.
Pero los conflictos no han estado ajenos en el siglo XXI, sobre todo con las protestas que surgieron desde el 5 de febrero de 2021 cuando carabineros ultimaron a tiros al malabarista Francisco Martínez, en un incidente registrado en el marco de un control de identidad.
El hecho provocó una serie de actos vandálicos donde se quemó el edificio que ocupaban las oficinas públicas, entre ellas el de la municipalidad y que había diseñado años atrás el padre Bernabé de Lucerna.
Grupo DiarioSur, una plataforma de Global Channel SPA.
Powered by Global Channel
145835