Cuando Valdivia deja de tener el control de los realistas en 1820 y pasa a ser parte de la República de Chile cayó en un estancamiento social y económico. Según los estudios históricos del padre Gabriel Guarda, tras la toma que perpetraron los patriotas, de la mano de Lord Cochrane y Jorge Beauchef, Valdivia perdió estatus al no contar con su principal eje en el que circulaba su economía.
Recuperada la independencia, desde el gobierno del director supremo Bernardo O’Higgins se incentivó la educación en las ciudades del país.
En la zona las primeras comunidades educativas que se levantaron fueron la Escuela N° 1 de Valdivia en 1834 (actual Escuela Chile), la Escuela de Río Bueno en 1842 y la Escuela de Corral en 1844, pero faltaba un liceo que afianzara aún más la enseñanza de la juventud.
Un 24 de mayo de 1845, en plena república conservadora y bajo la presidencia de Manuel Bulnes, se crea el Liceo Literario de Valdivia, a través del decreto firmado por el presidente Manuel Bulnes y su ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública Antonio Varas.
Según antecedentes del Liceo Armando Robles, recopilados en una monografía que celebraba el centenario en 1945, creado por el docente A. Aracena y difundida por el docente Juan Pablo Gerter –actual seremi de educación-, el liceo era una escuela superior con pocos recursos aportados desde el Estado.
Una suscripción que impulsó el Intendente de la provincia de Valdivia, Salvador Sanfuentes, permitió la entrada de algún dinero extra para los gastos básicos del naciente centro educacional valdiviano.
La misma publicación añade del centenario indica que el recinto educacional se instaló el 19 de septiembre de 1845, y que funcionó por primera vez en una casa arrendada en calle Caupolicán esquina con Carampangue.
El gobierno de Chile hizo cambios en relación a cómo era la educación que se impartía durante la época colonial y poco a poco fue perdiendo importancia la enseñanza del latín, un ramo que en el siglo XVIII era esencial.
En el Liceo de Valdivia adquirió relevancia las matemáticas, materia importante, sobre todo para los agrimensores en una tierra donde poco a poco iban llegando colonos, incluidos los extranjeros, según relata el padre Gabriel Guarda en su libro Nueva Historia de Valdivia.
El primer director del liceo entre 1845 a 1852 fue el educador argentino José Ramón Elguero y que fue acompañado en su labor por Blas Roldán como preceptor y el científico alemán Rudolfo Amando Phillipi como segundo rector.
Elguero era un intelectual que escapó de la tiranía del general Juan Manuel de Rosas, y se formó en el Instituto Nacional en Chile
Según el padre Gabriel Guarda, Elguero era un hombre muy culto, siendo su círculo de amistades de “elevado nivel cultural” y añade que es de los pocos eruditos que se pueden considerar parte de ese grupo.
Añade que su rectorado no tuvo la regularidad en el funcionamiento de las clases, por tanto, no se pudo aplicar el plan de estudios propuesto por el intendente Salvador Sanfuentes.
El liceo tuvo tan poca matrícula que Elguero hasta propuso cerrarlo, pero finalmente se llegó al acuerdo de que las clases sean impartidas por el rector y un profesor, subiéndoles los salarios, según relata la monografía de los Cien años de Vida de Aracena.
En 1852 José Ramón Elguero fue elegido diputado por Valdivia y lo reemplazó por cinco meses Rodulfo Amando Phillipi
En 1853 asume la rectoría Eugenio Boeck, un antiguo fraile benedictino nacido en Augsburgo, que luego de hacerse protestante se casa para radicarse en Valdivia. El cargo lo mantuvo hasta 1862.
En esos años se cambiaron los planes de estudio que acercaba a los estudiantes más al mundo de la industria, el comercio y la agricultura.
Los recursos no eran muchos en comparación con la Escuela Alemana que en 1858 creó el colono Carlos Anwandter y que en poco tiempo tenía más alumnos que el liceo.
En 1862 asumió la rectoría Emilio Fernández Niño, en una época de conflictos internacionales importantes. En 1866, durante la guerra contra España, el liceo donó el 10% de su sueldo para la causa patriótica. También en ese periodo comienza a construirse la biblioteca.
A partir de 1870 destacó como profesor Ernesto Frick, quien empezó a añadir métodos de enseñanza similares a los de su país de origen y añadió el ramo de química industrial y después lo reemplazó su hermano Guillermo Frick.
Frick, además de impartir clases, comenzó a hacer observaciones meteorológicas que son enviadas a Santiago, lo que da cuenta, de cómo el liceo progresivamente comenzó con una incipiente producción de conocimiento científico.
En 1885, se asignó al Liceo un edificio propio de propiedad fiscal. El antiguo “Cuartel de Cívicos”, en calle Picarte con García Reyes (actual Escuela Chile) que albergó a la comunidad escolar hasta 1927.
Durante el estallido la Guerra Civil de 1891 el liceo cedió su recinto al Batallón Movilizado de Valdivia que apoyó la causa del presidente José Manuel Balmaceda contra los congresistas.
Cuando la guerra terminó los estudiantes volvieron, pero el recinto se había acomodado como cuartel y hasta mantenía el olor de las caballerizas, según cuenta la monografía de los cien años realizada por A. Aracena.
Entre 1897 a 1916 la rectoría la tuvo el docente Antonio Córdova que debió afrontar la falta de recursos y el deterioro del inmueble donde impartían clases.
En 1910 el liceo inició el control de exámenes de todos los establecimientos secundarios de la ciudad, consolidando su rol central en la enseñanza secundaria de la ciudad. Tanto el Colegio Alemán, como el Instituto Comercial de los salesianos o el colegio Inmaculada Concepción, fueron alguna de las instituciones que pasaron por el Liceo para validar sus estudios secundarios.
Siguiendo los datos del anuario de los cien años del liceo, en 1916 asumió como rector Agustín García Bahamonde y su rectorado representó un cambio de ciclo con un liceo preocupado de los problemas sociales del país.
En 1918, García creó el Liceo popular nocturno que estuvo dedicado a los obreros de la ciudad.
Un 21 de mayo de 1920 se produjo un hito para la comunidad liceana cuando se entona por primera vez el himno del liceo. Creado por Francisco Cordero los primeros versos “De Valdivia el liceo es el guía y el baluarte de nuestra instrucción”, pusieron la piel de gallina a sus alumnos y ahora a sus ex alumnos y ex alumnas por generaciones.
En ese mismo 1920, se fundó la revista Cultural, la publicación de mayor continuidad del Liceo hasta los años sesenta y expresión de las inquietudes de los estudiantes.
Tras el gran trabajo de Agustín García, en 1928 asumió como rector el docente Armando Robles Rivera que le dio continuidad y consolidó las conquistas educacionales iniciadas por García Bahamonde.
En ese mismo 1928, el liceo se trasladó a calle General Lagos en los terrenos de lo que es hoy el Club de Yates y en medio de un barrio netamente industrial de la época.
En 1931 se construyó el internado del liceo, luego de una demanda de toda la zona sur de Chile, que pedía un recinto que albergara a los estudiantes de fuera de la ciudad.
En 1960 el recinto fue afectado por el terremoto de Valdivia y posteriormente por los efectos del “Riñihuazo”. Al año siguiente el Estado adquierió el Internado del Colegio Alemán para uso del liceo, lo remodeló y trasladó a todo su alumnado a dicho recinto, ubicado en Calle Arauco 474, el actual establecimiento.
Tal vez el alumno más ilustre que haya tenido el Liceo Armando Robles fue el ex Presidente de la República Salvador Allende.
Según el sitio web de recopilación histórica de Valdivia –www.historiadevaldivia-chile.blogspot.com- Allende estudió en el Liceo de Hombres entre 1919 y 1921.
Otro dato coloquial que se da de él es que sus compañeros le llamaban “Pije” o “Pollo fino” por su posición social.
Salvador Allende, junto a Patricio Aylwin –que estudió un año en el Instituto Salesiano- son los dos únicos ex presidentes de Chile que han estudiado en Valdivia.
En 1972, con el artículo Nº 2 de la Ley 17.621, se denomina a la institución escolar como Liceo Armando Robles Rivera, en homenaje a su destacado rector.
En 1990 fue el último año en que se llevó el nombre formal de Liceo de Hombres A-6 de Valdivia, en 1991 se trasladó al Hogar Huachocopihue por reparaciones, y en 1992 se convirtió en el liceo mixto Armando Robles Rivera, año en que toda la comunidad liceana regresó a su recinto de calle Arauco 474.
Son 177 años de historia educacional en Valdivia donde incontables generaciones se han formado en sus aulas y han aportado al desarrollo social, no sólo de Valdivia, sino que del país.
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