Valdivia ha cumplido 469 años este 9 de febrero y avanza rauda a celebrar su quinto centenario, lo que la encumbra en una de las ciudades históricas de Chile y con mucha historia que contar y desentrañar. Los valdivianos, algunos repartidos a lo largo del mundo, en su mayoría no reniegan de haber nacido en la ciudad de los ríos de plata y hasta lo admiten con orgullo, pero la Valdivia de los ríos, la de los puentes, de las playas y campos no es la única del mundo: hay otras Valdivia repartidas por Chile y en otros países y con otras características.
En España es un tranquilo pueblo que lo fundó el dictador Francisco Franco; en Colombia era una ciudad con un río y un puente -igual que nosotros-, pero que está decaída por un desastre de una represa que amenaza con sepultarlo bajo el agua; y en Chile son dos lugares, uno en el norte lleno de recuerdos de glorias pasadas y el otro un pintoresco pueblo de la zona central.
AL OTRO LADO DEL CHARCO
El nombre de Valdivia proviene del conquistador español Pedro de Valdivia, natural de la región de Extremadura. Es en esta comuna autónoma, en la provincia de Badajoz, que existe otra Valdivia, una entidad local menor perteneciente al municipio español de Villanueva de la Serena.
La Valdivia de Badajoz es un pueblo de no más de 2 mil habitantes y, al igual que la Valdivia de Chile, pasan dos ríos por ella, los ríos Guadiana y Gargáligas; el Guadiana, de hecho, hace frontera en el sur entre España y Portugal.
El nombre de este pueblo es el mismo de la Valdivia chilena, fue bautizada así en honor al conquistador Pedro de Valdivia y fue fundada el 4 se junior de 1952, o sea, es exactamente cuatro siglos más joven que nuestra Valdivia. La localidad fue inaugurada oficialmente en 1956 por el dictador Francisco Franco, aunque sus primeros colonos estuvieron viviendo con anterioridad a esa fecha en la zona donde se iba a construir el pueblo en modestos barracones o incluso en chozas, a la espera de que se les asignara una vivienda definitiva.
En el pueblo destaca el cultivo de frutales con grandes extensiones de tierras ocupadas por ellos, por lo que hay muchas empresas, incluso de otros países, asentados en Valdivia.
Este pueblo celebra varias fiestas en comunidad, durante los meses invernales de febrero y marzo hacen carnavales con disfraces y comparsas y finalizan el lunes de carnaval con el entierro de la sardina, en el que se quema en la Avenida de las Palmeras junto a la Plaza de España una figura en forma de sardina realizada por vecinos del pueblo. Posteriormente se reparte café y dulces a los asistentes.
También se celebra el 15 de mayo la fiesta de San Isidro Labrador, patrono del pueblo, y también se festejan otras fiestas religiosas como Semana Santa y Navidad y el día de Extremadura el 8 de septiembre en honor a la virgen de Guadalupe.
LA VALDIVIA DEL DESASTRE
El 13 de abril de 1879 se fundó el municipio de Valdivia, en el departamento de Antioquia, en Colombia. En todo caso la zona donde está asentado el municipio fue descubierta en el año 1574 por el conquistador español Andrés de Valdivia que fundó muy cerca el pueblo de San Juan de Úbeda, hoy desaparecido.
La elección en municipio de Valdivia se establece en 1912 y los fundadores fueron Braulio Berrío, Luis María Cuartas y Pío Claudio Gutiérrez. El municipio está conformado por dos corregimientos, Puerto Valdivia y Raudal.
En el caso del corregimiento de Puerto Valdivia era el más poblado del municipio de Valdivia, pero ahora sólo vive parte de su población, debido al desastre de la represa del Complejo Hidroeléctrico Hidroituango. Puerto Valdivia se sitúa en pleno cañón del río Cauca justo al sur de la desembocadura del río Valdivia (¿le suena?) y tenía un histórico puente (¡igual que nosotros!) sobre el río Cauca que fue destruido el 12 de mayo de 2018 por la emergencia de Hidroituango.
El 16 de mayo de 2018 se ordenó la evacuación preventiva de Puerto Valdivia debido a la alerta de una creciente súbita que se originó porque la estructura de la casa de máquinas de la represa no pudo con el peso y la fuerza del agua del río Cauca, lo que terminó destruyendo el túnel y la caverna donde se alojaban los equipos.
En total las zonas evacuadas y en alerta se encuentran en 4 departamentos, dentro de 12 municipios. Se llegó a hablar de un “tsunami” que arrasaría con varios pueblos si no se controlaba la situación, algo que a nosotros nos recuerda al “Riñihuazo” de 1960, pero en otras circunstancias.
El 11 de enero de 2019, cuando la emergencia se creía completamente superada por parte de la población en general, se genera una nueva contingencia por el hallazgo inesperado de un socavón en la que fuera la casa de máquinas del proyecto. Puerto Valdivia volvió a estar en alerta roja, pues se destruyó el puesto de salud, varias escuelas e incluso se habló de la reubicación de toda el área urbana. Después de esto el pueblo nunca volvió a ser lo que era y habitan en él no más de 2 mil personas.
LA SALITRERA
En el norte de Chile, cerca de Tocopilla, aún existe la Oficina Salitrera Pedro de Valdivia que data de 1930. La oficina fue inaugurada en el año 1931 y en 1965 la empresa pasó a poder de la Soquimich.
A comienzos de 1996 esta oficina fue despoblada debido a la alta contaminación emitida por la planta salitrera, aunque su maquinaria continúa funcionando; es así como todas las personas del campamento fueron trasladadas hacia localidades cercanas, principalmente, la Oficina Salitrera María Elena.
La salitrera contaba con un hospital, iglesia, escuela, el teatro Pedro de Valdivia, la Asociación Social y Deportiva conocida como “La Social”, una pulpería y una plaza. Todo eso es testigo de las pasadas glorias del salitre chileno del siglo XX.
EL PUEBLITO
Finalmente está el poblado de Valdivia de Paine, creado como comuna por decreto del 22 de diciembre de 1891 con el territorio de las Subdelegaciones de Valdivia y Aculeo. Actualmente pertenece a la comuna santiaguina de Buin y está a 42 kms. al sur de Santiago.
La actividad económica preponderante en la zona es la agricultura, principalmente de productos como el zapallo y la uva (viñedos y parrones), por lo que la empleabilidad de muchas personas se restringe a la época de cosecha, es decir, son en su mayoría trabajadores temporeros.
Valdivia de Paine no tiene grandes entretenciones y es un pueblo tranquilo, pero eso cambia todos los 7 de octubre con la fiesta religiosa de la Virgen del Rosario, coincidentemente la misma patrona de la sureña Valdivia.
El pueblo entero y fieles de otras comunas santiaguinas se reúnen en torno a la parroquia de Valdivia de Paine y pasean la imagen de la Virgen María que guarda una antigua leyenda. En 1844 cuando la unión de los ríos Maipo y Angostura amenazó con su posible desborde al pueblo de Valdivia de Paine, el párroco y los fieles tomaron a la Virgen y la pusieron frente al río y las aguas se devolvieron, provocando la algarabía entre los valdivianos.
Desde entonces los clubes de huasos a caballo, grupos folclóricos y de danzas religiosas le rinden homenaje a la imagen que representa a la madre de Cristo. El pueblo se llena de vida en torno a la música folclórica y a los rezos en el gran día se los valdivianos de Paine.
Distintas historias, pero un mismo gentilicio que se conectan con la gran Valdivia, la del sur de Chile que el 9 de febrero cumplió 469 años.
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