El incendio “La Luma” que ha consumido hasta el momento una superficie aproximada de 56 hectáreas de vegetación en la comuna de Paillaco, fue el escenario para una verdadera hazaña protagonizada por un pequeño de 10 años de edad.
Se trata de Emiliano Salazar Risco, quien corrió más de 500 metros descalzo para avisar a bomberos que su casa y las de sus vecinos en el sector La Peña estaban a punto de ser alcanzadas por el fuego. Los voluntarios no habían visualizado el peligro debido al humo reinante en el lugar, por lo que la advertencia de Emiliano resultó fundamental para salvar las tres viviendas en riesgo.
Luis Teca Barrientos, teniente primero de la Primera Compañía Germania, de Paillaco, explicó que en ese momento “la visibilidad era casi nula. Avanzamos hacia el área roja, íbamos a desplegar el material para combatir cuando a lo lejos divisamos un menor que venía corriendo descalzo, desconsolado, gritando que lo ayudáramos. Le preguntamos qué pasaba y nos avisa que para el cerro colindante había pasado el fuego, y su casa estaba por quemarse”.
Teca añadió que en ese momento “lo tomamos y lo subimos al carro para que nos indicara el camino hacia el interior. Él nos guio. Gracias a Emiliano pudimos resguardar dos casas que estaban al comienzo del camino que no teníamos conocimiento que el fuego había traspasado ya la carretera y también nos dimos cuenta que la cabeza del incendio era otra y pudimos evitar la propagación hacia las viviendas, que estuvieron muy cerca de ser consumidas”.
El voluntario sostuvo que “luego, con más calma, nos dimos cuenta que Emiliano corrió descalzo entre 500 y 800 metros para llegar a avisarnos y nos dio ojos donde no teníamos”.
“ÉL QUIERE SIEMPRE AYUDAR A LOS DEMÁS”
Luego de conocerse la hazaña de Emiliano, su profesora de la escuela La Peña, Sara Palma, quiso destacar sus características y afirmó que se trata de un niño “muy solidario con sus pares. Siempre dispuesto ayudar, muy empático”.
Relevó que es un buen niño “humilde y sencillo. Le va bien. Es buen alumno. Aplicado, responsable” pero lo que lo caracteriza es que “siempre está al lado del que lo necesita. Él quiere siempre ayudar a los demás” enfatizó la docente.
Aunque de pocas palabras, el héroe de la jornada quiso explicar cómo fueron para él esos minutos en medio del incendio. “Yo estaba triste y nervioso porque pensaba en el campo que se estaba quemando. Llegué a la casa y me puse las botas grandes. Salí corriendo y vi que corría menos, así que me las saqué a medio camino y seguí corriendo a pata pelá”, dijo Emiliano.
Sobre qué lo motivó a hacer la acción que hoy todos comentan, sostuvo que su objetivo era “salvar las casas y a los animales. Tenemos ovejas y vacas y ocho perros grandes. Me dio miedo porque se estaban quemando las siembras que habíamos hecho con mi papi”.
Y aunque alguien podría suponer que su acción podría tener algo de vocación bomberil, Emiliano aclaró que “primero quiero estudiar mecánica y después irme a agricultura. También podría conducir esas máquinas grandes que hacen cortafuegos, porque lo que me gusta es la maquinaria”.
En tanto, su hermana Daniela, a nombre de su familia, aprovechó de agradecer a bomberos y a los vecinos de los sectores aledaños como Taico, El Ñadi, La Luma que llegaron desde todas partes para ayudar a controlar los focos que se volvían a activar en las cercanías de las casas.
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