Una magra cosecha del CDV en tierras penquistas de 2 – 0 en la serie frente al vigente campeón Basket UdeC, dejan a los valdivianos con la obligación de ganar los dos partidos de local en la Catedral para estirar la historia hasta una eventual definición nuevamente en la Región del BioBío.
Una tarea más que difícil considerando lo mostrado por ambos cuadros en sus primeros enfrentamientos.
Los del Campanil se ven como un equipo sólido con una larga banca que le permite a su DT, Cipriano Nuñez, mover sus piezas en búsqueda de alternativas para sacar adelante momentos del partido.
Cuando corren la cancha sacan puntos fáciles y hacen un esfuerzo por atacar el rebote ofensivo con buenos resultados. De lo contrario cuentan con perimetrales como Carrasco, Silva, Aguirre y Rubio, quienes atacan la primera línea de la defensa valdiviana para ver sus alternativas de selección de lanzamiento o asistir en la pintura. Y cuando ya tienen una ventaja, la administran en forma eficiente.
Con esto,el CDV ha tenido que extremar los esfuerzos, los cuales no han sido suficientes para llevarse un punto de forastero. De los ocho cuartos jugados en ambos partidos, sólo se ha empatado en uno y se ha perdido en los restantes.
La intensidad, debe ir de la mano necesariamente con la precisión y concentración para poder remontar un marcador.
Cuando el CDV se acercaba a 10 puntos, la ansiedad no fue una buena compañera, ya que se cometían errores como faltas en ataque, lanzamientos apresurados o sencillamente les robaban el balón.
Si bien hay una mejora en varios rendimientos individuales de los valdivianos, éstos se deben ver reflejados en un juego colectivo que ponga en problemas a la UdeC, extremando recursos para una buena defensa, dominar el tablero propio en rebotes y buscar las mejores estrategias en ataque que permitan lanzamientos limpios y con tiempo para tener mejores porcentajes de conversión.
Ya se vio en este segundo partido que ir intercambiando cestos con la UdeC no es negocio. Primero hay que bajar la capacidad de marcar de los penquistas para pensar en una estrategia de ataques largos y precisos, buscando comprometerlos en faltas.
Las estadísticas finales del segundo partido indican que los penquistas fueron levemente superiores en tiros de campo (51% - 48%) y rebotes (40 – 35), pero CDV lideró los números en tiros libres (82% - 59%) y en asistencias (23 – 15) y bajó sus pérdidas a 12.
Esto no se ha acabado y si bien parece difícil una remontada, CDV de local se hace fuerte y la hinchada será uno de los factores a considerar en la Catedral este próximo domingo.
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