El domingo 10 de noviembre el yerno de Julia Chuñil Catricura llegó hasta su casa ubicada en Ciruelos, en el límite de las comunas de Máfil y Los Lagos, para invitarla a almorzar con la familia, sin embargo, recibió la noticia que hacía dos días no se sabía nada de ella.
Así lo relata a Grupo Diario Sur, Janett Chuñil, hija de Julia, quien informa que su madre, de 70 años de edad, salió el viernes (8 de noviembre) a ver sus animales vacunos, los que cría en un predio aledaño a su casa, donde vive sola.
Janett dice que la confirmación de la desaparición de Julia la entregó una amiga de la mujer, quien se encontraba de visita en la casa, indicando que no regresó desde que salió a ver los animales.
Ante la pregunta de por qué no avisó la situación, explicó que tuvo miedo de salir por el camino rural, pues no hay viviendas cerca y han avistado pumas en la zona.
En ese momento, el yerno de Julia salió en su búsqueda ya que conoce el trayecto que la mujer hace habitualmente en sus labores de campo, encontrando huellas que, asegura, son de Julia Chuñil.
Janett relata que las huellas llegan hasta una pequeña mediagua o refugio abandonado que hace años dejaron en el sector personas que trabajaron en labores forestales, a unos 40 minutos caminando desde la casa de Julia, pero no encontró indicios de que la mujer haya retornado o seguido otra ruta.
Lo que sí encontró en el mismo lugar fueron huellas de neumáticos ¿Julia Chuñil subió a ese vehículo? Es la pregunta que la familia se hace.
La familia de Julia agrega otro antecedente que los lleva a generar sospechas sobre las extrañas circunstancias de esta desaparición.
Hace alrededor de una década, la propiedad donde actualmente Julia Chuñil mantiene sus animales, fue adquirida por Conadi para ser entregada a una comunidad mapuche que no es de la zona.
Sin embargo, al constatar que el terreno no era apto para el cultivo, la mencionada comunidad no la ocupó. Por esa razón Julia habló con los representantes para hacer usufructo criando vacunos, solicitud a la que habrían accedido.
El problema se inició tiempo después, cuando una persona contactó a Julia para advertirle que debía retirar sus animales del predio ya que, aseguró, lo había comprado.
Con el pasar de los meses, y los años, el aviso pasó a ser acoso, según lo relatado por Janett, presionando a Julia para que dejara el predio, con amenazas de que sería expulsada a través de las policías o de tribunales.
Sin embargo, Julia y su familia consultaron la situación en Conadi, donde les habrían explicado que la propiedad seguía siendo de Conadi y que legalmente es imposible que alguien la adquiera sin tener calidad indígena.
Esos antecedentes, la familia los puso a disposición de la investigación, mientras las labores de búsqueda continúan por parte de Bomberos, Gope de Carabineros, agrupaciones civiles de búsqueda, apoyo de dron de la Delegación Regional, lugareños y familiares.
Bomberos mantiene un amplio despliegue con unidades y voluntarios de Máfil, Los Lagos, Mariquina, Panguipulli, Lanco, Paillaco y Río Bueno, como lo explicó a Grupo Diario Sur, Erick González, primer comandante del Cuerpo de Bomberos de Máfil.
“Las condiciones del terreno son bastante complejas, ya que colinda con bosque nativo y bosque forestal, quebradas, mucho matorral, y vecinos avisaron de la presencia de pumas y jabalíes”, agregó.
A pesar del despliegue técnico y humano en este cuarto día de búsqueda, el primer comandante indica que no se han encontrado indicios ni rastros que permitan dar con el paradero de Julia Chuñil.
Aun así, el oficial de Bomberos de Máfil asegura que: “Todos los recursos de la región están orientados a la búsqueda”.
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