¿Podrán desarrollar las labores encomendadas?, ¿cumplirán horarios?, ¿serán responsables?. Esta y muchas preguntas más se hacen los empleadores antes de contratar a personas en situación de discapacidad.
Quiero presentarles el caso de los hermanos Luis y Daniel González Alvarado, dos jóvenes corraleños con discapacidad, ambos con edades aproximadas a las 23 años, que hoy están insertos en el mundo laboral en su comuna.
Desde hace alrededor de 6 meses veo periódicamente al cruzar la barcaza a un joven alegre muy amable y servicial: su nombre es Daniel y se desempeña como guardia marítimo para la empresa RVC, concesionaria de transportes entre Corral y Niebla.
La misión es Daniel es vigilar que los vehículos que se embarcan para cruzar, lo hagan de manera correcta. Es decir, se estacionen en los lugares adecuados, mantengan la distancia e incluso dentro de su labor está proteger a los pasajeros y cuidar las instalaciones.
Para Daniel ha sido una grata experiencia poder contar con este trabajo. Más allá de la parte económica, él se siente muy realizado como persona. “Me pone contento el poder ayudar a los demás”, nos comentó.
El joven trabaja en turnos rotativos. Generalmente con un compañero o compañera, con quienes tiene muy buena relación. Cabe destacar que Daniel también se lleva muy bien con los capitanes y tripulantes.
“Me siento plenamente realizado cuando alguien me da las gracias por la atención”, recalca con orgullo.
Para la empresa concesionaria también ha sido un agrado haber podido contratar a Daniel, ya que ha sido una persona muy empática responsable y colaboradora. El concesionario Ricardo Vidal, que no tiene directo con el joven, explica que le han llegado muchos comentarios de la buena disposición y buen desempeño de Daniel.
Su hermano Luis González es un joven alegre, posee una discapacidad visual desde nacimiento lo que no le ha impedido desarrollarse. Hace un tiempo fue a buscar trabajo en la municipalidad por la época estival. De esa manera se integró informando las medidas se seguridad a quienes visitan el fuerte San Sebastián de la Cruz.
Según nos indicó el encargado de la oficina de turismo, Luis ha sido un excelente trabajador que aporta alegría y carisma, además de ser muy responsable.
Gloria Alvarado, madre de estos jóvenes, se siente feliz que sus hijos se comiencen a realizar como personas útiles en el ámbito laboral. ”Para nosotros como familia es un orgullo cada paso de superación de nuestros hijos".
Quise destacar el caso de estos hermanos corraleños por ser ejemplo de una efectiva y exitosa inclusividad, donde personas con discapacidad pueden ser un gran aporte para la sociedad.
Por Ingrid Martínez
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