“Nosotros en este momento no estamos pidiendo indemnización o algún beneficio monetario, no, lo que nosotros pedimos es que el hospital de Paillaco trabaje como debe ser” dice Ányela, madre de Abraham Álvarez Ramírez, fallecido en octubre por contagio de hantavirus.
El joven tenía 16 años y el 12 de octubre fue llevado al Hospital de Paillaco tras presentar dolor de estómago, fiebre y diarrea. El diagnóstico fue gastroenteritis y fue enviado de regreso a su domicilio, pero su estado empeoró, por lo que al día siguiente fue conducido nuevamente al hospital, ahora con síntomas respiratorios.
En estado grave fue derivado al Hospital Base Valdivia, donde Abraham pasó directamente a la UCI y los primeros exámenes indicaron que tenía líquido en los pulmones, por la posible acción de un virus, falleciendo la madrugada del sábado 14 de octubre.
“Mi hijo iba con todos los síntomas de hantavirus, más encima somos de una zona rural y no preguntaron nada, ni un examen, nada, la doctora dijo que era una gastroenteritis bacteriana, le pusieron viadil, suero y lo enviaron a la casa”, lamenta Ányela.
Además, ella indica que los datos de atención de urgencia con que fue derivado Abraham desde Paillaco a Valdivia, señala que se consultó por posible contacto con roedores, pregunta que la madre descarta que se les haya realizado.
El 20 de octubre, el Servicio de Salud de Los Ríos confirmó a Grupo DiarioSur que se instruyó una Auditoría Clínica al Hospital de Paillaco frente al proceso de atención en cuestión, acción que se mantiene en desarrollo.
Por esa razón, tras casi un mes de duelo, la familia de Abraham se decide a la acción y acudieron hasta la Seremi de Salud de Los Ríos para conocer los pasos a seguir, a fin de evitar que casos como el de Abraham se repitan.
“Hicimos un reclamo por eso, para que en el hospital ya no haya más negligencia. Si mi hijo tuvo que ser el último mártir para que esto deje de ocurrir, que así sea”, dice la madre con tristeza.
Ella relata que no es primera vez que su familia pasa por una situación parecida, ya que hace casi ocho años atrás debieron enfrentar el fallecimiento de su madre.
“Pasó con mi mamá, la llevaron dos veces al hospital de Paillaco y le dijeron que tenía gastroenteritis. Mi mamá iba con una fiebre altísima, era diabética, hipertensa, no le hicieron un examen y a la casa”, rememora Ányela.
“Después la volvieron a llevar porque estaba muy, muy grave y le dijeron que era lo mismo, que se le iba a pasar y la tercera vez que la volvieron a llevar ya no la pudieron estabilizar, la enviaron a Valdivia y mi mamá tenía un riñón infectado y parte del otro, entonces estaba con una septicemia”, asegura.
Por esas razones, la familia quiere realizar un acto de justicia por Abraham, para que las autoridades pertinentes resuelvan los problemas que ellos denuncian existen en el centro asistencial. “Que cambie el sistema del hospital”, expresa Ányela.
“Que tenga un cuarto turno, que puedan hacer exámenes ahí, más en este tiempo que el hantavirus se da más. No queremos tener que perder tiempo en ir a Valdivia o en ir a otro lugar para hacer un examen si hay laboratorio en Paillaco”, complementa.
“Que haya un médico con experiencia porque hay puros médicos jóvenes, un médico de experiencia que evalúe su trabajo. Una no está en desacuerdo con los doctores jóvenes, pero ellos son inexpertos, necesitan a alguien que esté ahí evaluando su trabajo”, propone la madre.
Asimismo, la familia hace un llamado a sumarse a una marcha pacífica que realizarán el sábado 18 de noviembre a las afueras del Hospital de Paillaco, como un llamado de atención y acto de justicia por Abraham Álvarez.
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