El 19 de abril se cumplieron siete meses de la desaparición de Omar Avilés, joven valdiviano de 35 años, quien salió desde su casa ubicada en el sector de Las Ánimas, hasta el domicilio de un amigo en Isla del Rey y no se volvió a saber de su paradero.
Edith Figueroa, su madre, cuenta que estaba de regreso a su hogar cuando se perdió todo rastro, pero ella no pierde las esperanzas de encontrarlo. “Sé que está con Dios, pero quiero darle cristiana sepultura”, confiesa a Diario de Valdivia.
Edith cuenta que sólo buscaron por dos meses a Omar. “Ahora que hubo un cambio de fiscal y cuento con el apoyo de un abogado, se están realizando nuevas pericias. Pero me dejaron sola en la búsqueda. Cuánto tiempo han perdido”, lamenta.
“El fiscal anterior no hizo nada por buscar a mi hijo y porque yo no soy una mujer de plata no me tomaron en cuenta. Se los dije y sólo bajaron la cabeza. Este dolor es tan grande que traspasa mi alma, era mi único hijo”, agrega.
Como en otras ocasiones, relata que su hijo era muy especial, pero se podía desenvolver solo.
“Era conocido en el centro de Valdivia, porque se dedicaba a vender parches curita, chocolates y galletas. La gente lo quería mucho, porque era muy sociable, no molestaba a nadie”, relata.
“Mi hijo tenía un retraso, pero se estaba tratando en el Cesamco (Centro de Salud Mental Comunitaria) de Las Ánimas. Yo le llevaba el tratamiento al pie de la letra. Yo pienso que se descompensó, porque el Camino Carbonero no lo conocía muy bien, porque no se fue hacia las barcazas, sino hacia el monte”, agrega la desesperada madre.
Edith espera toda la ayuda necesaria para cerrar la dolorosa incertidumbre que inunda su vida desde septiembre del 2022, cuando vio por última vez a su amado hijo.
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