Héroe laguino cuenta cómo logró salvar a Cachupín en plena Ruta 5

El perrito de don Pedro Pinto, que se extravió desde un bus interprovincial, tuvo un valiente e inesperado rescatista, Gonzalo Sepúlveda, que no dudó en seguirlo por más de un kilómetro cuando lo vio mojado y con la colita magullada.

El perrito de don Pedro Pinto, que se extravió desde un bus interprovincial, tuvo un valiente e inesperado rescatista, Gonzalo Sepúlveda, que no dudó en seguirlo por más de un kilómetro cuando lo vio mojado y con la colita magullada.

El miércoles recién pasado parecía un día más en la rutina que realiza Gonzalo Sepúlveda por la Ruta 5.

Como conductor de una escuadrilla de mantención del área de aseo y ornato de una concesionaria, Gonzalo transita todos los días entre Los Ríos-Araucanía por la Ruta 5, y siempre se fija en los animales que hay en el camino.

“Ese día, voy llegando tipo ocho de la mañana al sector del cruce Los Tambores y me llamó la atención el perrito porque lo vi parado y todo mojado. Era muy bonito”, cuenta Gonzalo a Diario de Valdivia.

Recuerda que con un compañero cruzaron hacia la calle donde estaba el pequeño perro lanudo y blanco, para tratar de que no se arrancara. “Pero resulta que sí se nos arrancó. Es que estaba muy asustado”, dice Gonzalo.

Sin saberlo, este conductor había encontrado a Cachupín, perrito que se extravió el lunes en la noche cuando viajaba con su dueño, Pedro Pinto de 76 años, en un bus interprovincial con dirección a Osorno.

A mitad de camino, el auxiliar del bus le dijo a don Pedro que Cachupín se debía ir en el maletero. Horas más tarde, el mismo hombre le avisó que Cachupín se habría escapado. 

Desesperado, don Pedro se bajó del bus y con linterna comenzó a buscar a su amada mascota, pero no lo encontró, y además, el bus lo dejó botado en la carretera.

La historia estuvo circulando en redes sociales, con un video donde Pedro contaba con angustia la historia de su perrito perdido y pedía ayuda para encontrarlo, pero Gonzalo no lo sabía.

Historias cruzadas

En un acto que después lo transformaría en todo un héroe, el trabajador se quedó atento al pequeño perro que en su desesperación corrió cruzando la Ruta 5 una y otra vez.

"Los autos empezaron a frenar, a tratar de hacerle el quite, tuvo suerte de que no lo atropellaron. Se metió al medio de la calzada, hizo como dos cruces de lado a lado, asustado por los bocinazos", relata el salvador de Cachupín.

Después, cuenta que el perro salió arrancando en dirección al sur y él no dudó en seguirlo, tratando de que no tuviera un triste final ese pequeño lanudo que en segundos cautivó su corazón. 

“Lo seguí hasta el puente de Río Bueno, fue un kilómetro y tanto. Llegué a la Petrobras y ahí había restos de comida y agua. Con eso traté de aguacharlo hasta que pudiera agarrarlo porque estaba muy asustado”, comenta Gonzalo.

Y lo logró. Con calma, lo llevó hasta su puesto de trabajo en el cruce Los Tambores, donde estuvo hasta las seis de la tarde ese miércoles.

“Así que lo tuve amarradito con agüita para que no se fuera, para ver si llegaba alguien a reclamarlo. Se notaba que se había caído de altura porque tenía peladita la cola, tenía sangre, así que le lavamos, le hicimos un poco de curaciones”, cuenta Gonzalo.

En espera del dueño

El héroe de Cachupín vive en la comuna de Los Lagos, por el sector rural Los Ciruelos, hasta donde llevó al perrito que estaba perdido hace días y era urgentemente buscado por su dueño, situación que todavía Gonzalo desconocía.

“Lo bañamos, lo secamos y nos encariñamos porque pasó el jueves y el viernes. Salí a trabajar, volví en la tarde y conmigo ya se daba”, cuenta.

Tan solo dos días bastaron para que Gonzalo se encariñara por completo de su amigo que encontró en el camino. 

“Hasta que mi hija vio una publicación del caballero que lo buscaba, me la mostró, vi la ubicación que decía donde se había perdido el perrito y le dije altiro que era él”, asegura.

Gonzalo llamó de inmediato al teléfono que aparecía en el anuncio de búsqueda, difundido por la organización Suyai Río Bueno, que gestionó todo lo que vino después.

Así, este viernes, Gonzalo entregó a la organización a su rescatado Cachupín para que pudieran efectuar el reencuentro con su dueño.

“Me hubiera encantado poder ver a don Pedro, pero no pude por horarios y trabajo. El perrito era muy educado, se notaba que era regalón”, dice Gonzalo con voz de ternura.

Cuenta que su primera impresión fue que se cayó de un vehículo y que lo iban a ir a buscar. “Lo tuve cobijado todos los días hasta que apareció su dueño”, dice con orgullo.

Gonzalo cuenta que le costó dimensionar lo que estaba pasando en redes sociales con el perrito, porque no las suele frecuentar, y solo por su familia se enteró del alcance que tuvo la historia que protagonizó junto a Cachupín y don Pedro.