“Me arruinaron la vida. No sólo la mía, sino también la de mi familia”.
Así asegura Andrés Carrasco Solís, uno de los exfuncionarios del hospital Juan Morey de La Unión, condenado por la justicia a 12 años de prisión por el delito de fraude en el recinto de salud por al menos $1.400 millones.
El Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, condenó a José Martínez Escalona y Andrés Carrasco, ex subdirector administrativo de la Subdirección de Recursos Físicos y Financieros y jefe del Subdepartamento de Contabilidad del hospital unionino, respectivamente, quienes fueron acusados por una malversación de caudales públicos.
En juicio oral se acreditó que ambos cometieron el fraude entre los años 2012 y 2019, a través del cobro de 466 cheques en blanco, simulando pagos centralizados para dar cumplimiento a obligaciones con proveedores.
Durante dicho periodo, bajo la justificación de realizar los denominados pagos centralizados de gastos de dicho hospital, procedió Martínez Escalona a girar cheques de la cuenta corriente Banco Estado del centro asistencial, a su nombre como beneficiario de los mismos.
Según la resolución, este ilícito, aprovechando el ejercicio de su cargo, lo realizó Martínez Escalona con consentimiento y acuerdo previo con el acusado Carrasco Solís.
La abogada de este último, Eliana Angulo, dijo a Grupo DiarioSur que Carrasco se quedó con la sensación de que no se investigó bien su caso.
“Siempre se trató como que él se habría enriquecido con dineros obtenidos de manera fraudulenta. El tenía colectivos en La Unión y luego en Osorno", dice.
“Demostramos en el tribunal que estos autos fueron adquiridos con créditos. La presunción de inocencia quedó de lado, siempre se lo trató como culpable”, agrega.
La profesional indica que recurrirán a la justicia para solicitar la nulidad del juicio.
“Esperamos tener claridad, ya sea en la Corte de Apelaciones o en la Corte Suprema. Queremos saber, por ejemplo, cómo el tribunal llegó a la conclusión que Andrés Carrasco habría participado del ilícito el 2012", comenta.
“El 100% de los cheques está firmado, girado y cobrado por el señor Martínez. Con los cheques del hospital le pagaba a terceros por deudas personales… Mi cliente nunca supo que esos documentos eran para beneficio propio del Sr. Martínez”, indica.
Andrés Carrasco (36) es unionino, casado y tiene una hija.
Los últimos meses han sido los peores de su vida, dice.
Actualmente permanece con arresto domiciliario nocturno en su hogar de la capital del Ranco.
Carrasco fue condenado a 12 años de cárcel por –según la justicia- ser parte del millonario fraude al hospital Dr. Juan Morey.
Asegura en esta entrevista a Grupo Diario Sur que él no se quedó con ese dinero y que fue inculpado injustamente por quien ha reconocido ante la justica ser autor del delito: José Martínez Escalona.
“Yo no he recibido ningún peso de esos millones”, declara.
“Me arruinaron la vida. Esto se va a aclarar en un momento, pero la condena social es muy difícil que pase. Eso me tiene muy afectado. Nunca volveremos a la normalidad”, comenta.
En su domicilio en un barrio popular de La Unión, Carrasco debe cumplir con la medida cautelar dictada por la justicia. “Todos los días pasa Carabineros para verificar si estoy aquí”, dice.
Y es ahí donde todas las noches le da vueltas al grave problema en el que se ha visto envuelto. “Me pregunto por qué estoy en todo esto si todas las pruebas están a mi favor, si no salgo mencionado por los testigos”, dice mientras se acomoda los lentes y se dispone a hablar.
“La verdad es que ya no confío en la justicia. Siempre lo había hecho, pero cuando me formalizaron quedé con un gusto amargo, porque no había ningún antecedente contra mí. Sólo había un informe de dos hojas de la PDI de un reporte de los bienes automotrices obtenido en el Registro Civil”, dice.
“Salen varios autos, pero hay algunos que me habían robado y otros que había vendido. No se dieron el trabajo de investigar un poco más y ver cómo se financiaron esos vehículos. Dicen que los pagué al contado y eso no es así. Lo tengo todo acreditado”, declara.
-Andrés vamos aclarando algunos temas. Se ha dicho que tienes una flota de colectivos. ¿Es posible para alguien que trabajaba en el hospital tener tantos autos?
- “Lo máximo que llegué a tener fueron cinco autos como colectivos. Trabajaba en La Unión y en Osorno, porque allá se podía ganar más dinero. Pero todos ellos lo fui comprando con créditos obtenidos en instituciones financieras”.
“De hecho, varios tengo con orden de embargo porque me he atrasado en los pagos, ya que en todo esto lo hemos pasado muy mal”, dice.
- ¿Cómo ha sido esta etapa?
- “Difícil. Primero estuve nueve meses en la cárcel de Valdivia. Imagínese. Yo soy quien provee de recursos al hogar. No podía trabajar, después vino todo el tema de la pandemia, no conseguía recursos. Así es que cuando salí de prisión, de inmediato tuve que repactar mis deudas, hipotecar mi casa, etc”.
- ¿Es verdad que tienes deudas por 100 millones de pesos?
- “Eso está todo acreditado. Tengo una carpeta con todos mis documentos. El problema es que en el juicio no fue considerado. El Ministerio Público nunca respetó la presunción de inocencia. Siempre desde la formalización con la presunción de culpabilidad. Hasta el último día”.
“Partieron diciendo que tenía una flota de autos, que vivía en una tremenda casa. No es así. Es una casa normal entregada con subsidio y una pequeña ampliación”, relata.
- ¿Si tú trabajabas en el área de contabilidad del hospital, debes haberte dado cuenta de que algo extraño ocurría con los cheques en blanco entregados a José Martínez?
- “Es que ese procedimiento venía desde mucho antes de que yo ingresara al hospital. Lo analizaron hasta el 2012 porque la auditoria del Servicio de Salud Valdivia y el Banco Estado no pudieron ir más atrás”.
- ¿Cómo justificaba esos cheques el Sr. Martínez?
- “Diciendo que eran para compras de materiales para diversos proyectos. Además, no se podía dudar. Era el jefe y estaba muy bien considerado. Tenía todos los documentos en una carpeta en su oficina”.
- ¿Cómo es eso?
- “Claro, siempre el Servicio de Salud lo consideraba para hacer auditorías o crear procedimientos a otros recintos de salud. No había cómo dudar. Era un referente y tenía la confianza del servicio de salud y de la dirección del hospital".
- Entonces ¿por qué te menciona a ti como parte de este delito?
- “Para obtener un beneficio de colaboración que da la justicia”.
- ¿Por qué tú y no otra persona?
- “Creo que inculpó a otra colega. No voy a dar nombres, pero la culpaba”.
Por estos días, Andrés Carrasco trabaja como conductor de colectivo en La Unión.
Reconoce que las personas que lo conocen le han brindado apoyo y fuerza. “Me dicen que todo se va a aclarar”, declara.
- ¿Qué es lo que más te ha afectado en este tiempo?
- “Desde que ingresé a la cárcel mi familia quedó destruida. Se nos vinos el mundo abajo. Nos llenamos de deudas, pero voy a seguir trabajando, con la fe de que todo se va a aclarar”.
- ¿Qué esperas de la justicia ahora?
- “Me defraudó. Es injusticia. En el juicio oral estaba todo a mi favor. Ningún testigo hablo contra mí. Ninguna prueba me nombra, pero llega el día de la sentencia y esto dio un vuelco. No lo esperaba. Ahora sólo espero que haga su trabajo”.
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