Pocos valdivianos saben que la Catedral de Valdivia custodia tesoros artísticos que datan de los siglos XVII o XVIII, testigos del rico pasado de la ciudad, por lo mismo eso obliga al Obispado de Valdivia a conservar estos tesoros, al igual que los que posee en distintos templos de la Diócesis.
El Obispado ganó un Fondart 2020 para mejorar el Museo de la Catedral y, muy especialmente, hacer un estudio y conservar la imagen más emblemática de la ciudad, la estatua de madera policromada de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la diócesis, y que fue regalada a la ciudad en 1647 por el entonces rey de España Felipe IV.
Tal empresa requiere cuidados especiales que implican técnicas de punta para conservar sin quitar el valor histórico de cada pieza que posee el Obispado. Todo ese trabajo será coordinado por las historiadoras del arte Tania Wagemann y Catalina Iglesias, quienes realizan la documentación y registro de las piezas, tanto textiles como de orfebrería e imágenes como pinturas o estatuas.
EL FONDART
El Museo de la Catedral existe desde 1998, lamentablemente pocas personas lo visitan, en parte por los horarios de apertura o desconocimiento del valor de las piezas artísticas que posee y su historia. Tania Wagemann expresó que está el deseo de hacer una “actualización en el mensaje que se entrega y acercarlo al público y actualizar la propuesta gráfica y de montaje de los objetos”. Enfatizó que este trabajo, además de ser propiedad de la iglesia católica, también es parte de la memoria histórica de Valdivia y de procesos íntimos que no sólo se pueden apreciar desde el punto de vista espiritual.
Por la pandemia el proyecto Fondart 2020 del museo tuvo retrasos y se definió en febrero del presente año y en el caso de la documentación está pronosticado para el primer semestre del 2022.
Catalina Iglesias, a su vez, explicó que el proyecto busca hacer una documentación y registro de todos los bienes que posee la diócesis desde la materialidad y el estado de conservación. Ambas investigadoras han realizado este trabajo en lugares como Trumao, Río Bueno, La Unión, la isla de Mancera y Punucapa y en Valdivia las iglesias Catedral, San Francisco y Santa Inés y falta ir al santuario de Quinchilca.
TESOROS
Entre los principales tesoros de la diócesis están las imágenes de la Virgen del Rosario de la Catedral y de la Virgen de la Candelaria de la isla de Mancera que se cree llegaron al mismo tiempo en 1647; la iglesia levantada en Punucapa y su imagen de la Candelaria; la imagen del San José que está en Trumao y la imagen de la Virgen del Rosario de Daglipulli que actualmente está en el Museo, todas ellas de buena factura de conservación.
Tania Wagemann también recordó algunas pinturas del siglo XVIII y XIX que se encuentran en la misión de Trumao y que han sido intervenidas para su mantención. “El objeto en sí no tiene ningún valor, lo importante es lo que representa y es difícil analizar desde valor histórico o material”, apuntó Tania Wagemann y recalcó “son testimonios materiales de procesos muy importantes”.
Wagemann e Iglesias explicaron que en el caso de la imagen de la Virgen del Rosario desde 1647 hasta nuestros días ha soportado varios eventos, tal como la tromba marina de 1881, el incendio de 1909, el terremoto del 22 de mayo de 1960 y recientemente el incendio de enero de 2020 donde recibió en su madera la ceniza de la techumbre y afectó el retablo donde estaba instalada.
La imagen debió bajarse del retablo con un cuidado especial y, si bien no sufrió daños en el incendio, sí se ensució superficialmente y se contó con la ayuda de las conservadoras Paulina Jara y Mariana Vidangossy. Tania Wagemann dijo que se dieron cuenta que tenía una leyenda escrita en la espalda que data de 1853 y que demostraría que ha sido pintada en varias ocasiones en distintos colores.
CONSERVACIÓN
Catalina Iglesias también precisó que se cuenta con el apoyo de gente especializada en conservación como el caso de Claudia Ordóñez que se ha encargado de identificar el estado de conservación de los objetos, ha ayudado en la limpieza y ha establecido manejos y protocolos de conservación y almacenamiento de tal manera que haya medidas de conservación preventiva para no llegar a la restauración.
Asimismo Tania Wagemann aclaró que no es la idea sacar las obras de su lugar de origen, sino que más bien realizar todo el trabajo desde el lugar donde pertenecen y recalcó que el trabajo de patrimonio debe hacerse considerando a las distintas comunidades para “poder interpretarlo y que perdure en el tiempo. El patrimonio guardado y escondido no tiene sentido porque no está siendo activamente valorado”.
EL MUSEO
Las expertas señalaron que está la idea de reabrir el Museo de la Catedral en diciembre próximo. Tania Wagemann indicó que la idea es que el museo esté abierto para visitas en un horario específico, considerando aforos permitidos y protocolos que aseguran la salud de visitantes y funcionarios.
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