La pandemia del Covid-19 es una amenaza multidimencional, que ha afectado al sector político, económico, social, ambiental y alimentario, llegando a 212 territorios en todo el mundo. Es por eso que se requiere una respuesta adecuada que proteja a zonas urbanas y rurales. En ese sentido, y de acuerdo a lo planteado en el contexto de la "Agenda 2030 para el desarrollo sostenible", se propone impulsar una urgente transición hacia sistemas alimentarios sostenibles, porque además de la crisis sanitaria y climática, existe una profunda preocupación por una posible crisis alimentaria.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agroecología podría ser la solución, ya que optimiza las interacciones entre las plantas, los animales, los seres humanos y el medio ambiente, teniendo en cuenta aspectos sociales. En la misma línea, y a partir de un estudio elaborado por el Centro Latinoamericano de Investigaciones Agroecológicas (CELIA), el mejor sistema agrícola que podría hacer frente a los desafíos futuros es el que se basa en principios agroecológicos. Y así lo reafirma con mayor énfasis, el autor del citado estudio, el agrónomo y entomólogo Miguel Ángel Altieri. "La agroecología es el único camino para la reconstrucción de una agricultura post Covid-19, ya que puede ayudar a restaurar todos los hábitat o la materia ecológica que rodea los sistemas agrícolas de manera de crear como cortafuegos ecológicos para prevenir entonces que los patógenos salgan de su hábitat naturales y alcancen comunidades ganaderas y humanas", indicó el experto.
En cifras proporcionadas por el centro CELIA, los pequeños agricultores que controlan sólo el 30% de la tierra cultivable mundial, producen entre el 50 y el 70% de los alimentos que se consumen en la mayoría de los países. La agroecología permite materializar la producción local de gran parte de los alimentos necesarios para las comunidades rurales y urbanas, estrategia que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico mejorando la capacidad para resistir distintas amenazas, incluyendo virus como el Covid-19. Junto con contribuir al ámbito alimentario, la agricultura orgánica y agroecológica posee altos niveles de diversidad y al mismo ofrece rendimientos razonables y ecosistémicos además de preservar conocimientos agrícolas locales.
En Chile, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), lidera desde hace 5 años un proyecto financiado por el Gobierno Regional de Los Ríos, que busca fortalecer el desarrollo de la agroecología y la agricultura orgánica en esa región.
Sergio Iraira, Director de INIA Remehue, para las regiones de Los Ríos y Los Lagos, afirma que "cada vez es más la gente, los agricultores y los consumidores que están demandando este tipo de agricultura, ¿por qué? porque está muy asociada a la inocuidad alimentaria".
Sigrid Vargas, investigadora del INIA indicó que “este proyecto, brinda a 180 pequeños y medianos agricultores de Los Ríos los conocimientos técnicos necesarios para fortalecer el desarrollo de la agricultura con base agroecológica”.
Para la especialista encargada de encabezar esta iniciativa “en momentos como el que actualmente atraviesa la humanidad, de pandemia, la agroecología puede ayudar a explorar los vínculos entre la agricultura y la salud. En la actualidad, los gobiernos imponen restricciones fronterizas al comercio y bloquean ciudades enteras para protegerlas de la propagación del virus, acciones que han dejado al descubierto la fragilidad del sistema alimentario globalizado que hoy necesita emigrar a mecanismos de cultivos más sustentables y de paso revalorizar la importancia de una alimentación sana y variada con el resguardo y calidad de la salud”.
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