Dicen que el amor lo puede todo, que todo lo soporta, que no hay nada que se pueda interponer al amor.
Esa es nuestra fuerza, el amor de mamá. Ese amor que nos hace ser esa persona que no sabíamos que existía, hacer cosas increíbles como unas súper heroínas del amor.
Así señala la presentación de la Agrupación Oncosur, entidad que en Valdivia se encarga de apoyar a niños que sufren de cáncer y a sus familias.
Es una organización civil sin fines de lucro, con personalidad jurídica adjudicada hace un año aproximadamente e integrada en su directiva por familias oncológicas; es decir, personas cuyos hijos estuvieron o están en tratamiento oncológico en el hospital Base de Valdivia en la Unidad de hemato-oncología infantil y en el hospital Calvo Mackenna de la ciudad de Santiago.
Actualmente está integrada por 20 socios activos que conforman un grupo de voluntarios que aportan mensualmente con aportes económicos para ayudar a la entrega de donaciones para los niños de oncología infantil.
La directiva de Oncosur está compuesta por Patricia Elorz, Carmen Gloria Salvo, Anita Paredes, Luz Fernández y Rodrigo Oyarzo, quienes se preocupan de gestionar la acción de la entidad.
Consultada Patricia Elorz por Diario de Valdivia, comentó que “somos familias unidas por el dolor de haber tenido una hija o un hijo afectado por cáncer infantil. Nos junta además la motivación para poder contribuir al bienestar de los niños oncológicos durante su tratamiento, tanto en la etapa de hospitalización como la ambulatoria”.
-¿Qué buscan con todo este esfuerzo voluntario?
“Nos mueve alcanzar la dignidad de la vivencia oncológica movilizando a la comunidad para apoyar en la satisfacción de necesidades no cubiertas por la Red de Salud Pública”.
La dirigente comenta que son varios los casos que han conocido con el correr del tiempo. Muchos de ellos se tratan de familias afectadas emocionalmente por el verdadero golpe que significa el diagnóstico de cáncer; más aún en un niño o niña.
“Buscamos desarrollar acciones de apoyo y gestión para asistir a los niños que se atienden en el hospital, a fin de contribuir a mejorar su calidad de vida durante el proceso de hospitalización”, dice.
-¿Cómo lo hacen para gestionar sus recursos?
“Bueno, hacemos las diligencias en la red pública y privada de insumos para conseguir los recursos. También creamos las instancias para la atención de profesionales del área oncológica. Pero eso no es todo, ya que nos preocupamos también de la asistencia socio-emocional de las familias que están pasando por esta enfermedad, nos preocupamos del apoyo psicoterapéutico y las actividades de autocuidado”.
Patricia informa también que Oncosur realiza campañas mensuales o semestrales para cubrir necesidades que presentan los pequeños hospitalizados. Se han hecho jornadas de recolección de útiles de aseo, pijamas, pañales, etc.
“Hemos hecho además campañas junto al banco de sangre para promover la donación de sangre y plaquetas. Todas estas acciones nos han permitido efectuar celebraciones como Día de la Madre, Navidad, entre otros, para los niños y sus familias”, indica.
Cuando una familia recibe el diagnóstico de cáncer en un niño es una noticia devastadora.
Miedo e impotencia se mezclan con el no saber qué hacer para enfrentar la situación.
Es ahí también donde Oncosur interviene para entregar el apoyo necesario que las personas requieren en medio de esta crisis.
Así lo vivió Paola Castillo, cuando de un momento a otro se enteró que su niño Maximiliano Rosas Castillo, de nueve años, tenía leucemia.
“Fue tremendo. Él es muy deportista. De pronto sintió mucho cansancio y tuvo temperatura. El primer diagnóstico fue apendicitis. Con eso nos fuimos a Valdivia y allá nos dijeron que el examen de sangre arrojó leucemia. Me sentí morir, fue como que me tomaron del pelo y me azotaron contra el suelo”, dice.
-Ahí fue donde contó con el apoyo de Oncosur...
“Mi experiencia ha sido satisfactoria. Como mamá y familia nos sentimos muy acogidos. Esta es una experiencia muy enriquecedora dentro de todo, nos han acompañado en todo este proceso. Junto con brindar apoyo material también han estado ahí con su aporte espiritual, de conversación”.
-¿Cómo llegó a esta organización?
“Me interioricé del trabajo de Oncosur y las mismas mamitas que estaban en el área de oncología me dijeron que ellos me podían ayudar. Yo no sabía y me informé más. Ellos nos apoyaron en este momento difícil, y de una y otra manera hemos tratado de devolver la mano participando y organizando en campañas de recolección de sangre en Río Bueno, que es donde vivimos”.
-¿Qué es lo más importante en ese momento cuando la salud de un hijo está comprometida?
“En todo este tiempo nos han entregado cariño y amor. Nos han acompañado en este camino. Es fundamental porque uno enfrenta esto sin saber qué es. Es valioso que te digan yo pasé por lo mismo, sé lo que se siente y tranquila que vas a salir adelante”.
-¿Ha salido adelante?
“Con el favor de Dios sí. Mi hijo Maximiliano ha reaccionado muy bien a las quimioterapias. Él va a salir adelante. Eso es fundamental. Agradezco el apoyo de su colegio y de la comunidad de Río Bueno que también han estado ahí”.
Jeanette Silva vive en la localidad rural de Pelchuquín, en la comuna de San José de la Mariquina. Todo en su vida parecía normal hasta que su hija de tres años comenzó con vómitos y malestares generales.
De ahí todo fue una serie de carreras entre médicos y centros asistenciales hasta que a la niña le detectaron un tumor cerebral cancerígeno. “La operaron, pero quedó con serias consecuencias neurológicas. Está bien dentro de todo y está en rehabilitación en Teletón porque no habla ni camina”.
“La agrupación me aportó con la forma de enfrentar esta enfermedad. Desde cosas materiales para arreglárselas hasta detalles tan simples como un helado para la niña. Son cosas importantes. Yo estuve con ella hospitalizada y no podíamos salir porque mi niña tenía bajas las defensas. En un momento quería un helado y las personas de Oncosur se dieron el trabajo de traérselo. Son cosas simples, pero que uno las valora mucho”, comenta.
En la unidad de oncología, Jeannette vio el accionar de estos voluntarios. “Había personas de Punta Arenas, Coyhaique, Puerto Montt con muchas necesidades que en el hospital no pueden enfrentar. Allí ellos y uno mismo les colaboraba”, señala.
“Siempre me ofrecieron su ayuda. Nosotros participamos en las campañas de recolección de sangre porque se necesita mucha. En septiembre tendremos otra jornada en Pelchuquín. Agradezco a la gente porque es muy solidaria”, destaca.
Patricia Elorz indicó que los contactos para ayudar a Oncosur se pueden dar a través de la página de Instagram @oncosur, Faceboo: Agrupación_oncosur, al mail Oncosurregiondelosrios@gmail.com y a los fonos 987531426, 987561426, 991504672.
Agradece también a todas las instituciones que le colaboran; en especial a: Escuela de Medicina USS, Abastible, Colegio Windsor School, Carabineros de Chile, Club de Tenis Valdivia, Coffe Rosselt, Agrupación Canobe, Aguacero Cómics, Injuv, Alegrarte clown, Casa de la Mujer y diversidad.
Carrera Técnico en Educ. Especial del Centro Formación técnica de UST, Federación de Alumnos USS y agencia Punto Creativo.
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