Miguel es vecino del sector Regional en la ciudad de Valdivia.
Como siempre, todos los días se dirige hasta su colegio ubicado en Avenida Pedro Montt.
Él tiene mascotas en su casa como podría hacerlo cualquier persona. Se podría decir que hasta un momento se consideró animalista.
Todo cambió cuando de camino al liceo fue atacado por un perro en calle Simpson.
“El perro estaba tranquilo, o por lo menos eso parecía. Como yo no les tengo miedo pasé por su lado y de pronto siento que me mordió en una pierna”, cuenta a Diario de Valdivia.
“No fue mucho, pero me dio miedo y ahora la pienso dos veces cuando paso cerca de un perro que ande en la calle”, agrega.
Este es uno de muchos casos que periódicamente se registran en la ciudad. Unos más graves que otros, pero dan cuenta de un problema que no es sólo local, sino que a nivel país la tenencia responsable de mascotas se ha vuelto un tema de discusión.
Quienes conocen de cerca la problemática señalan que estos perros no son vagos. Son abandonados, por cuanto en algún momento tuvieron dueños. Alguien en un periodo de su vida los llevó a su casa y después, por diversas razones, lo dejó en la calle a su suerte.
Entonces estos perros debieron buscar la forma de sobrevivir.
Solamente en la ciudad de Valdivia, por allá en 2015 la Seremi de Salud contabilizaba más de 45 perros abandonados en las calles de la ciudad. Muchas son hembras que están en etapa reproductora, por lo que es probable que esa cifra haya aumentado considerablemente en estos años.
¿Falta una normativa más dura? ¿Falta educación en la comunidad sobre la tenencia responsable de mascotas?
La Municipalidad de Valdivia cuenta desde el año 2004 con una ordenanza para la protección y control de la población canina en la ciudad con el objetivo de establecer la regulación de las medidas de protección y tenencia de los perros en su convivencia con el hombre y fija las normas básicas para el control canino y las obligaciones a que están afectos los propietarios y responsables de su cuidado.
Lo anterior para evitar los accidentes por mordeduras, promover la higiene pública, evitar la transmisión de enfermedades zoonóticas y optimizar el control de los perros en la comuna de Valdivia.
Establece además obligaciones y prohibiciones a propietarios de perros, de modo que se hagan responsables de sus cuidados y no generen inconvenientes en la comunidad. Se destaca que los animales deberán estar al interior de la propiedad y cuando circulen en las vías públicas tendrán que hacerlo con collar y correa, incluso bozal.
El artículo Nº 8 establece que los propietarios de perros serán responsables de las molestias provocadas a los vecinos a causa de los ruidos por ladridos o aullidos excesivos y malos olores generados por la tenencia de estos animales.
Además, deberán cubrir los gastos médicos, materiales y daños psicológicos de las personas afectadas por la agresión de un perro de su propiedad, predeterminado por los tribunales de justicia correspondientes.
Más adelante señala que corresponderá a Carabineros de Chile, al Servicio de Salud de Valdivia y/o a inspectores municipales fiscalizar el cumplimiento de las disposiciones contenidas en esta Ordenanza, formulando las respectivas denuncias al Juzgado de Policía Local competente.
Por lo mismo, quien no respete las normas fijadas en esta ordenanza se expone a sanciones fijadas en el capítulo IV y que señala: “Las infracciones a la presente ordenanza, cursadas y notificadas a quienes aparezcan como los propietarios o tenedores de los perros, serán denunciados al Juzgado de Policía Local competente y sancionadas con multas de media ($63.974) a 5 U.T.M. ($315.370 a mayor de 2023), sin perjuicio del pago de los derechos y gastos correspondientes”.
Se considerarán infracciones a la presente ordenanza: vender, donar o ceder animales a menores de edad o incapacitados sin autorización de quien tenga su tutela, la no recogida inmediata de los excrementos evacuados en las vías o espacios públicos por los perros, la estancia de perros en espacios públicos destinados a juegos infantiles, la venta no autorizada de perros en la vía pública y la tenencia y circulación de animales considerados peligrosos sin las medidas de protección determinadas en la presente ordenanza, y abandonar perros vivos o muertos en sectores urbanos o rurales, entre otras.
Si está la normativa hace 19 años, hay sanciones, se realizan controles. ¿Por qué la situación persiste?
Desde el municipio de Valdivia se informa que su Departamento de Medio Ambiente desarrolla acciones para potenciar la tenencia responsable de mascotas.
Dentro de las funciones específicas cuentan: operativos de instalación de microchips, esterilización y castración en Juntas de Vecinos de la comuna; instalación de microchips y vacunas antirrábicas en los operativos vecinales “Muni en tu barrio”; charlas sobre la tenencia responsable de mascotas en establecimientos educacionales, juntas de vecinos y jardines infantiles de la comuna y entrega de fondos a quienes fomenten el cuidado con responsabilidad de los animales.
Consultada la Seremi de Salud de Los Ríos respecto de la labor de zoonosis en el control de los perros abandonados en Valdivia, el encargado se limitó a decir que requería autorización para emitir declaraciones.
Posteriormente, desde comunicaciones de Seremi de Salud se indicó que la repartición lleva las notificaciones de mordeduras y que la municipalidad y PDI también juegan un papel en la recepción de denuncias.
Se informó que “la autoridad sanitaria el año pasado recibió la notificación de 837 accidentes por mordeduras”.
Este tema no es sólo de Valdivia. Se repite en comunas como Paillaco, Futrono y Los Lagos donde el problema ha aumentado en los últimos años y no hay ayuda.
Tras la creciente preocupación por la presencia de perros callejeros, la agrupación Corazones Quiltros de la comuna de Los Lagos, que se dedica a la esterilización de perras abandonadas, realizó un llamado a la comunidad para concientizar sobre la tenencia responsable de mascotas.
En conversación con Diario de Valdivia, una voluntaria de la organización comenta que la situación se desbordó y salió de control, evidenciado por los barridos en los distintos sectores que realiza la agrupación, debido a que por mucho tiempo el municipio dejó de esterilizar a los perros callejeros.
“Se transformó en una problemática para el campo, para la ciudad y para la gente y no solamente en Los Lagos, es en todas las comunas porque nosotros conversamos con otras agrupaciones de la región y es lo mismo”, afirma Susana Hormazábal.
A su vez, se destaca la aprobación de un proyecto de esterilización en la comuna, que otorga 500 cupos, con 200 en Los Lagos y 50 en cada sector rural hasta completar el proyecto, licitación que se gestiona desde antes de la pandemia.
“Por años se tuvieron conversaciones, compromisos y nunca se cumplieron, para las autoridades este es un tema menor porque nosotros como agrupaciones lo hemos ido abordando, ahora recién se ha ido tomando el peso de la situación”, manifiesta la activista.
Dentro de las principales causas de los abandonos, la voluntaria indicó que es un tema educativo de formación de no fiscalización, ya que la gente deja los portones abiertos, donde los perros salen, pelean y atacan a la gente porque nadie fiscaliza.
“El llamado es a concientizar con respecto a la Ley de Tenencia Responsable en todas sus aristas porque es bien completa, tenencia responsable es cuidar a mi perro, ponerle sus vacunas y preocuparse de que dentro de la comunidad no sea una molestia”, asevera.
El aporte de la municipalidad y de otras organizaciones no es suficiente si no se cuenta con el apoyo de la comunidad. El aumento de la población canina en calles y barrios de Valdivia trae como consecuencia que se vean expuestos a accidentes y ataques.
Así comenta a Diario de Valdivia, Ambar Mattar, voluntaria de la agrupación Rescate Animal (@rescateanimal_valdivia en Instagram) que se dedica al rescate y rehabilitación de animales abandonados y maltratados.
Muchas personas tienen animales, pero cuando crecen, se enferman o sufren accidente ya no les gustan y varios van a dar simplemente a la calle. “La gente no es colaboradora con este tipo de situaciones de rescate de animales. Muchos se desentienden de los casos. Piden ayuda y después desaparecen, te dejan con las deudas. Es súper agotador. La sociedad no está comprometida”, dice Ámbar.
La presencia constante de perros abandonados en la ciudad los hace propensos a sufrir accidentes. Cuando les ocurren y quedan con graves secuelas, la primera opción pareciera ser sacrificarlos.
Es allí donde entra Ámbar Mattar y sus colaboradoras para demostrar que hay una opción y que se les puede dar una segunda oportunidad a los animales.
“Tratamos casos extremos. Son casos terribles que, por lo general terminan en eutanasia. Casos de gatos con 15 fracturas en el cráneo, animalitos ciegos o un perro con el rostro desfigurado por el distemper. Se recuperan sí, pero quedan mal y hay que brindarles asistencia”, indica.
-No es fácil dedicarse a esta labor que es una de las consecuencias del abandono de los animales en la ciudad…
“No. No es fácil contar con personas que se dediquen a esto. No hay recursos. Uno lo hace en la medida de lo posible, por amor y cuando el tiempo y el dinero lo permitan”.
-No los puedes salvar a todos…
“No, pero sí a la mayoría. Llegan a mí por casualidad. Saben que me dedico a esto. Es algo caro, considera que una internación en una clínica puede llegar a 500 mil pesos y lo pago con recursos propios y la ayuda que logramos conseguir con las voluntarias”.
-¿Cómo te deja en tu fuero interno el poder el ayudar a los animales?
“Me satisface, me siento contenta como ser humano al darles una segunda oportunidad en la vida, devolverles la esperanza. Sufro por ellos, es como si sus problemas me están pasando a mí”.
-¿Cuál es tu sueño?
“Hacer una especie de Teletón y tener un centro de rehabilitación de animales. Un lugar donde recibir animales discapacitados, y enseñar a la comunidad que ellos deben tener ayuda.
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