Cristian Navarrete, es el alcalde electo de la comuna de Paillaco, tras obtener un contundente 52% de las preferencias en las urnas, muy distante del candidato de Evópoli, Rodrigo Cortés, quien obtuvo el 9,3% y del alcalde en ejercicio, Miguel Ángel Carrasco, quien se quedó con el 38,43 de los sufragios.
Tras el triunfo ha tenido días intensos, pero igualmente se hace un tiempo en su agenda para conversar con Diario Paillaco sobre el desafío que abordará a contar del próximo 6 de diciembre, cuando asuma como máxima autoridad en Paillaco.
Para él, el respaldo ciudadano en las recientes elecciones son el resultado del trabajo territorial que ha desplegado en una década como servidor público, primero como funcionario y luego como concejal. También dice ser una persona cercana a los vecinos y un conocedor de las necesidades del territorio.
Sin rodeos, el alcalde electo manifiesta su preocupación por la comuna que recibirá, pues a su juicio existe una falta de concreción de promesas realizadas por la administración saliente en la comuna.
“Siento que había muy buenas intenciones de hacer cosas, de generar inversión, pero el problema es que se quedó mucho en la intención, había mucha información que se entregaba en relación con mucho titular, mucha prensa, muchas redes sociales, y en la realidad y en el día a día las cosas no mejoraban”, plantea.
Como ejemplo, señala el presupuesto municipal destinado a salud. Según explica, aunque en papel se prometían cerca de 300 millones de pesos anuales para fortalecer los servicios de salud de la comuna, la realidad fue otra: sólo se traspasaban efectivamente unos 60 millones.
Esta disparidad entre la planificación y la ejecución, según Navarrete, afectó la confianza de la comunidad. “Una cosa es lo que se hacía en esta administración en el papel y otra es la realidad”, señala. Con ello, justifica las decisiones que tomó junto a otros concejales para rechazar los presupuestos municipales anteriores, que consideraron poco claros en el gasto.
Además de esto, Navarrete señala que su administración se enfrenta a desafíos adicionales, debido a prácticas irregulares que han salido a la luz tras las elecciones. “Están desvinculando personas, pidiéndoles que nos demanden porque la deuda va a quedar para la administración que sigue, están amenazando a funcionarios, desvinculando personas que tienen juicios pendientes”, añade, y subraya que estos temas serán investigados.
Como nuevo alcalde, anuncia que su primera gran medida será llevar a cabo una auditoría exhaustiva que permita evaluar el estado financiero y administrativo del municipio. “Lo primero que tenemos que hacer es ordenar una auditoría para saber a qué nos enfrentamos", enfatiza.
Esta auditoría, explica Navarrete, será fundamental para decidir cómo proceder con los proyectos pendientes y priorizar aquellos que respondan a las necesidades de la comunidad. “Si hay proyectos que estén validados por la comunidad y que sean necesitados, los vamos a ejecutar, vamos a solicitar los recursos, vamos a buscar que sean financiados para que se puedan ejecutar lo antes posible”, asegura.
Para esta nueva etapa, Navarrete planea conformar un equipo preparado y con experiencia. “Un equipo que venga con ganas de trabajar, con ganas de hacer bien las cosas, que tenga por supuesto a Paillaco por sobre los intereses personales”.
Además, anticipa una relación fluida con los funcionarios de carrera y espera que la administración saliente facilite el proceso de transición con la presentación de renuncias en los cargos de confianza, permitiendo una entrega ordenada de la gestión.
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