Hemos escuchado estos días la urgente necesidad de ponernos de acuerdo para un nuevo pacto fiscal en Chile. Esto no es más que entender que somos una economía aún emergente, que tenemos múltiples compromisos y deudas sociales que hoy con urgencia se requieren abordar.
Nuestro actual sistema no tiene equidad ni justicia social, situación que lleva a una difícil situación en la que viven millones de adultos mayores, abandonados, con pensiones miserables y lejos de un envejecimiento saludable y justo; tenemos también, complejidades en la salud pública, la vivienda digna y la seguridad. Respecto a lo anterior, el Presidente Gabriel Boric ha señalado tres dimensiones que deben ser abordadas: derechos sociales, desarrollo sustentable y seguridad pública.
Sabemos que atravesamos por una difícil situación económica que ahoga cada día a la clase media, la que no recibe bonos, que no califica para subsidios ni tampoco para créditos en la banca, por tanto, dialogar, conversar y acercar posiciones es algo que no puede esperar. Los liderazgos deben surgir y hacerse notar en el camino del beneficio de la comunidad, en su totalidad. Las crisis muchas veces destruyen; sin embargo, también son una oportunidad para resolver las problemáticas de manera real y concreta. A eso debemos apuntar.
La política y el descrédito de las instituciones pasa por su peor momento desde el retorno a la democracia y eso tiene múltiples razones, pero quizás la más contundente tiene que ver que no hemos sido capaces, como estado y clase política, de dar respuesta real a lo que viven a diario millones de chilenos y chilenas.
Amar la patria no es solo respetar la bandera y nuestras tradiciones, es poner a Chile por encima de las legítimas diferencias y consensuar hasta que duela la urgencia de tener un acuerdo para recaudar mayores impuestos, que se reflejen en pensiones dignas, mejor calidad de la salud pública, compra de suelos para construir más y mejores viviendas y equipamiento, tecnología e insumos para atacar con fuerza la delincuencia que hoy tanto nos aflige. Amar la patria es sentarse con quien piensa distinto y ponerse de acuerdo por un bien superior; y esto no pasa, por entender que avanzar en una reforma tributaria ayuda al Gobierno… se ayuda a Chile.
La patria es entender que los que más tienen, hagan un esfuerzo por ayudar a los que menos, para que éstos puedan tener una mejor calidad de vida. La república nos convoca a llegar a acuerdos grandes no en la ganancia política pequeña, esa que tiene cansados e indignados a chilenos y chilenas que claman no caridad sino justicia social.
Humildemente me pongo a disposición para ser una herramienta y un factor que ayude a mejorar nuestra patria. Para eso pongo en la mesa mis más de 25 años de experiencia política. Acá todos suman, nadie debe quedar afuera, si lo que quiere es ayudar. La ciudadanía espera de nosotros que seamos los encargados de mejorar, en todo sentido, la vida de la comunidad. Yo ya comencé con mi aporte, esperemos que muchos más también lo hagan.
Rodrigo Sepúlveda
Director Regional de SERVIU
Los Ríos
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