Patricio Fuentes es un tipo que se ha forjado en base a esfuerzo, perseverancia y talento. Su figura es conocida por su aporte en las comunicaciones de Valdivia, primero en radio y afianzado en su entrega en el Canal ATV, especialmente en el matinal donde propone conversación y debate con la objetividad del ciudadano a pie. Ahora Fuentes afrontará un nuevo desafío como consejero regional, en reemplazo del renunciado Marcos Cortez, lo que hace emerger para la región de Los Ríos un liderazgo distinto al del político consagrado.
El comunicador, que hace unas semanas vivió la pena de despedir a su madre tras una larga enfermedad, reconoció que sabía que estaba la posibilidad de asumir el cargo, considerando que fue la segunda votación detrás de la lista de Marcos Cortez (tuvo casi 2 mil votos) que ahora asumirá su candidatura a gobernador regional.
En conversación con Grupo DiarioSur, el rostro de televisión reconoció que una persona que lo incentivó en los caminos de la política fue el ex diputado Enrique Jaramillo. “Me gustaba su retórica y su imagen de político de la vieja guardia”, expresó Patricio Fuentes que anteriormente se atrevió a postularse a candidato a concejal como independiente apoyado por un partido y posteriormente se lanzó a la pasada elección de consejero regional.
¿Qué te parece ahora este nuevo desafío, Patricio?
Es un desafío que me provoca porque cuando estás en la vereda del comunicador es muy parecida a la vereda del servidor público porque un comunicador es un servidor público y satisface la necesidad de la gente de estar informado y entregarle diferentes lineamientos de una realidad que está pasando. En mi caso como locutor y animador, de tener ese contacto con la gente al mismo tiempo te da la posibilidad de reconocer sus carencias y los vacíos del sistema y uno, como es empático, ayuda las veces que pueda a través de un medio de comunicación. Uno se transforma en un criticón de la política y los servicios públicos.
¿Crees que tu liderazgo es distinto por tu origen como profesional?
Claro. Ese es el capital que yo he atesorado todo este tiempo de conocer la realidad de la gente y te hace trabajar de manera horizontal. Por lo general el político está arriba y la gente abajo como recibiendo ayuda, pero cuando tú formas parte de la misma plataforma y eres un igual quieres que no le hagan a otro lo que no quiero que me hagan a mí y desde esa perspectiva uno puede tener una visión distinta; ahora, otra cosa es con guitarra y eso uno lo tiene muy claro porque dentro de la política hay vicios que van impidiendo que los afanes actúen de manera adecuada.
¿Qué pasaría contigo si tu partido te ordena votar por tal o cual proyecto que le convenga?
No lo acepto. El problema de la política en el último tiempo es que le ha dado la espalda a la gente. La gente necesita que las decisiones que se tomen realmente las represente. Como dijo Rousseau en “El Contrato Social” yo hago un contrato con un político, como ciudadano yo le endoso una responsabilidad para que me represente de la mejor manera. El contrato se rompe cuando el líder le da la espalda a la gente y eso ha pasado en nuestro país y la gente ha respondido. El estallido es producto de ese fenómeno que se ha venido dando hace tanto tiempo. Platón dijo que si la gente no se involucra en la política y no fiscaliza corremos el riesgo de ser gobernados por los más ineptos.
¿Concuerdas con que Chile ha demonizado la política?
Es que a la política también le ha convenido esta demonización mientras la gente siga pensando de manera básica sin comprometerse a desarrollar un espíritu crítico frente a la política. La gente cuando empieza a pensar es lo más peligroso que se puede dar. La política en Chile ha hecho de dulce y de agraz, aunque la estructura, lo grueso, ha ido funcionando como corresponde, pero hay que hacer cambios estructurales y matices nuevos.
¿Eso podría darse si se hace una nueva constitución?
Si se hace bien sí. La nueva constitución debe ser un traje a la medida que debe hacerse en base del consenso, por algo es una carta magna. El tema es que en los últimos años el establishment, la corrupción y todo eso se ha normalizado. Antiguamente había valores escritos con fuego y se ve como normal los casos de corrupción o colusión y lo normal es que alguien actúe correctamente. La política tiene que reivindicar su nombre para lo cual fue creada puesto que es el arte de gobernar.
¿En qué crees que podrías aportar a Los Ríos?
En el diálogo y el consenso. El hecho de que una persona esté en la vereda del frente o tenga el pensamiento diametralmente opuesto a mí no quiere decir que esa persona no tenga el mismo objetivo final. Podemos compartir el fondo. El problema con la política es que se juega mucho con la calculadora y las autoridades están pensando más en su reelección o en su camino político más que en los intereses de una mayoría.
¿Vivimos en una región politizada en el mal sentido de la palabra?
Vivimos en una región politizada y eso se ve claramente cuando los líderes de la región marcan un protocolo y trabajan para el presidente tanto y lo repiten y su mensaje se ve desvirtuado y eso pasa en todos los gobiernos.
Lo próximo para el novel core es que el Tribunal Calificador de Elecciones ratifique sus méritos de la última elección del 2017 para posteriormente iniciar una inducción de su cargo y conocer el andamiaje del gobierno regional, sus números y los protocolos.
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