Sólo cuatro días han pasado desde el nombramiento de Egon Montecinos como Intendente de la Región de Los Ríos, días que él mismo califica como “intensos y de mucha emotividad”.
DiarioPaillaco.cl conversó en exclusiva con el Intendente que asumirá el próximo 11 de marzo, sobre sus recuerdos de niñez y juventud en Pichirropulli y en Paillaco y el gran desafío que significa ser el representante de la presidenta electa Michelle Bachelet en la Región de Los Ríos.
¿Cómo recibió la noticia cuando lo designaron como el nuevo Intendente de la Región de Los Ríos?
La recibí con mucha emoción, estos días han sido muy intensos, de mucha emotividad. Yo estaba en Río Bueno, con mi papá viendo el partido de Barcelona frente a Valencia –a mí me gusta mucho el fútbol– entonces estábamos comentando, cuando de pronto sale el vocero subrogante de gobierno y anuncia esto. La verdad es que desde ese momento hasta ahora, han sido días muy intensos, muy emotivos; con el paso de las horas se va asimilando la tremenda responsabilidad que la presidenta ha depositado en mí. Yo soy militante del Partido Socialista –orgullosamente– y eso me otorga una gran responsabilidad de conducir e implementar el programa de la presidenta en esta región, que es mi región.
¿Qué significa para una persona de una localidad pequeña como Pichirropulli, alcanzar un cargo de este nivel?
Tiene varios significados. Lo primero es que quienes habitamos en comunas, podemos mirar un poco más allá de los límites que nos ofrecen nuestros cerros colindantes –el cerro de los Tallos, el cerro Mirador– muchos creen que los límites están ahí, pero si uno sueña y se plantea metas grandes, uno puede cumplir esos sueños. La gente de pueblo es muy valiosa, yo no soy el único que ha alcanzado situaciones importantes como ésta; de Pichirropulli han salido abogados, médicos –recuerdo a la familia Cardemil que tiene una destacada oncóloga– es decir, hay gente muy valiosa. Entonces sí podemos, la Región de Los Ríos tiene doce comunas, hay capital humano valioso y esto significa que los sueños y las fronteras no tienen límites, mientras uno haga bien las cosas. Yo esto lo recibo con mucho, mucho honor, mucha humildad también, tengo la responsabilidad de representar a mi presidenta en mi región.
¿Qué recuerdos tiene de su infancia y juventud como paillaquino?
Los recuerdos de adolescente típico. Una admiración muy grande por mis profesores, por la señora Iris Veloso, por don Mario Medel, la señora Juana Rosas, Juana Ochoa, Corali Montecinos, Antonio Molina, que fueron mis profesores de la enseñanza básica; ellos me enseñaron lo que debe ser un ciudadano. Después en el Liceo, Bernabé Oyarzún, Israel Gallardo, Nancy Sanchís y tantos otros, que me enseñaron que la condición cívica de una persona es la constitución de lo que es un ciudadano responsable. Yo amo mi país, mi patria, mi pueblo, esos valores son enseñados por los profesores. Recientemente estuve en Brasil, en Porto Alegre, y cuando me preguntaron de dónde era, les dije que de Pichirropulli y ellos dijeron: “¿Dónde queda eso?” y en un mapa se los mostré –orgulloso de mi pueblo– y ese orgullo es producto de la formación que recibí en la Escuela y Liceo. Me acuerdo de cuando jugaba a la pelota en Pichirropulli; yo jugué en el Deportivo Colo Colo, también jugué en Deportes Pichi, también jugué en Ferroviario, después en Paillaco en el Deportivo Liceo y tuve un paso fugaz por la selección de Paillaco. Todos esos recuerdos se me vienen a la memoria en este momento y eso me hace ser mucho más humilde, es decir, saber de dónde vengo, saber dónde estoy y saber dónde quiero ir; siempre vuelvo a mi pueblo cuando tengo que tomar grandes decisiones, para mirar de dónde salí y tener presente que estas cosas son pasajeras y que lo que nunca se va es la historia de uno; la historia siempre queda, el poder siempre se va.
¿Quiénes son sus padres y hermanos? ¿Cómo tomaron ellos la noticia?
Mi papá se llama Asael Montecinos, mi mamá se llama Irma Montecinos, no son parientes, provienen de diversas familias Montecinos, usted sabe que en Paillaco y en Pichirropulli particularmente, las familias Montecinos son varias. Mi hermana se llama Marcia, mi hermano menor se llama Fabián. Ellos están tremendamente orgullosos, pero también muy preocupados, porque esto es una gran responsabilidad, se requiere de muchas voluntades, se requiere de mucho esfuerzo, se requiere de mucha convicción y de mucho trabajo; entonces, ahí están, apoyándome como siempre lo han hecho y expectantes sobre qué va a pasar con la región en estos próximos cuatro años.
¿Cómo es el desafío de pasar de académico universitario a la actividad política?
Le voy a dar un ejemplo, es lo mismo que le puede pasar a un comentarista de fútbol que desea ser futbolista. A quienes nos gusta y nos apasiona la política –y tenemos la oportunidad maravillosa de estudiarla desde la academia– también, en algún momento, nos gustaría entrar a la cancha, entrar a la arena política a aplicar lo que uno ha aprendido, lo que uno ha investigado, lo que uno ha publicado. Yo tengo ese gran desafío de transformar la teoría en práctica y poder mejorar muchos indicadores que hoy día están deficitarios en mi región.
¿Qué aspectos teóricos de desarrollo regional podría plasmar en su gestión?
No tan sólo aspectos teóricos, son aspectos que están contenidos en el programa de la presidenta Bachelet; por ejemplo, democracia participativa, participación ciudadana, presupuestos participativos –que he estudiado mucho– están ahí plasmados en el programa de la presidenta para que se puedan implementar. Hacer que la gente pueda incidir y priorizar qué proyectos son los que les interesan en sus respectivas comunas. También, la trasferencia de competencias, es decir, que las cosas que podemos decidir acá, las decidamos acá, que no estemos preguntando todo a Santiago. Además, las identidades territoriales, es distinta la realidad de Lago Ranco a la realidad de Mariquina, a pesar de que somos la misma región; nosotros tenemos que prestar una especial atención a las diferencias y ponerlas en perspectiva de política pública. Todo esto que le estoy diciendo está contenido en el programa de la presidenta y son elementos que vamos a llevar a la práctica.
Y finalmente, ¿Cómo evalúa el desarrollo de Paillaco en los últimos años y qué falta por hacer?
El año 90 –cuando yo estaba en la comuna– transitaba en caminos de piedras; yo creo que Paillaco ha avanzado mucho. La alcaldesa que tenemos es una alcaldesa de lujo en Paillaco, que se la ha jugado mucho y le ha cambiado el rostro a la infraestructura y a la conectividad. Ha habido mucha inversión, pero ella misma nos pone un desafío –ella lo ha señalado– que es necesario que avancemos en equidad territorial, que pongamos más inversión, porque las necesidades son muchas y no toda la inversión puede estar concentrada en las ciudades más grandes. Las ciudades pequeñas tienen las mismas necesidades, muchas veces, más urgentes. Nosotros tenemos un tremendo desafío en la región, de 4500 kilómetros de caminos, sólo un 20% está pavimentado; yo conozco mi zona, todavía falta mucho por avanzar en esa materia, pero no es responsabilidad de la alcaldesa, hay temas que tienen que ver con gestión regional, cómo apoyamos a los municipios, cómo ponemos más atención a sus necesidades, cómo los apoyamos con recursos humanos y cómo avanzamos en equidad territorial.
Fotografía Egon Montecinos, gentileza Miguel Angel Bustos
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