Por Juan Guerra Hollstein, seremi de Gobierno
En las próximas elecciones en Chile, nuevamente enfrentamos un momento crucial para el desarrollo de nuestro país y, en particular, de la Región de Los Ríos. Votar no solo es un derecho conquistado con años de lucha y sacrificios, sino también un deber ciudadano que moldea el futuro de nuestras comunidades y la fortaleza de nuestra democracia.
En tiempos de incertidumbre política y social, muchas personas pueden sentir que su voto no tiene impacto o que la participación en las urnas es insignificante. Sin embargo, esta percepción ignora una realidad clave: la democracia, para ser robusta, necesita la participación activa de sus ciudadanos. Cada voto cuenta, y en especial en una región como Los Ríos, donde las decisiones locales pueden tener un impacto directo en nuestra calidad de vida, el acceso a servicios y las oportunidades de desarrollo.
Una democracia saludable se construye sobre la participación de todos. La abstención, por el contrario, erosiona el poder colectivo de la ciudadanía y fortalece a grupos que podrían no representar los intereses de la mayoría. Al no votar, dejamos que otros decidan por nosotros y, en muchos casos, por nuestras comunidades. Si aspiramos a una democracia donde el poder sea verdaderamente representativo, debemos participar activamente en ella.
Es cierto que el escepticismo hacia la política ha crecido en los últimos años, alimentado por disputas mediáticas o luchas de egos. Pero, ¿cómo cambiar el rumbo si nos alejamos de la principal herramienta que tenemos para influir en las decisiones que afectan nuestro día a día? La abstención no es una solución. En cambio, un voto informado y consciente es una de las acciones más poderosas que tenemos para exigir el cambio.
La Región de Los Ríos enfrenta desafíos particulares: desarrollo económico, protección de nuestro patrimonio natural, mejor acceso a servicios de salud y educación, y la necesidad de una mayor inversión en infraestructura. Los futuros líderes que elijamos estarán encargados de guiar estos procesos. Por eso, es esencial que elijamos a quienes realmente representan nuestras prioridades y anhelos.
La importancia del voto no se limita a las grandes decisiones nacionales. En una región con una población menor que las principales ciudades del país, cada voto tiene un impacto aún mayor. Decidir quedarse en casa el día de las elecciones es renunciar a la oportunidad de influir en el tipo de futuro que queremos para nuestra región.
En estas próximas elecciones, el llamado es a tomar una postura activa, informada y consciente. Investiguemos a los candidatos y candidatas, conozcamos sus propuestas y votemos por quienes mejor representen nuestras convicciones y el bienestar de Los Ríos. No permitamos que la apatía o el desencanto nos roben nuestra voz. Porque el voto es más que una obligación legal, es una herramienta para asegurar que nuestras comunidades avancen hacia un futuro justo, inclusivo y próspero.
Cada voto es una semilla para el futuro de la democracia y para el porvenir de la Región de Los Ríos. No desaprovechemos esta oportunidad.
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