Texto de Sandra Leiva Poveda
Presidenta Consejo Regional Los Ríos
Colegio de Periodistas
En la actualidad el papel de las comunicaciones es fundamental para el desarrollo y la consolidación de la democracia. Ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a acceder a información de calidad que les permita estar al tanto de los acontecimientos que afectan a su territorio, las acciones del Estado y las narrativas locales que fortalecen el tejido social.
El ecosistema informativo ha cambiado. La era digital ha impuesto profundos cambios y desafíos a la prensa actual. Las innovaciones tecnológicas, los nuevos formatos y lenguajes, así como la evolución de las audiencias y la introducción de la inteligencia artificial, plantean retos significativos para garantizar la libertad de expresión y el derecho a la comunicación.
Internet ha democratizado el acceso a la información, pero también nos enfrenta a una sobrecarga de datos, donde las noticias falsas pueden propagarse más rápido que las verdaderas, poniendo en riesgo la democracia y los derechos humanos.
Nos encontramos en un tiempo donde la "infoxicación" es una realidad palpable. La sobreabundancia de información puede resultar abrumadora, dificultando la tarea de discernir entre lo veraz y lo falso.
Este nuevo paradigma informativo ha transformado radicalmente la manera en que las sociedades acceden y consumen información. Si bien ha generado una mayor diversidad de fuentes y perspectivas, ampliando así el pluralismo mediático, también ha introducido una serie de complejidades y desafíos para el sector.
Entonces, ¿cómo podemos garantizar el rol social de los medios y del periodismo?
Es una responsabilidad compartida. El Estado, como garante principal de los derechos, debe establecer relaciones coherentes y permanentes con la ciudadanía, brindando condiciones para el acceso a información de calidad y aprobando regulaciones que garanticen el ejercicio del derecho a la comunicación.
Las universidades también tienen un papel crucial en este proceso. Los ajustes curriculares deben responder al desafío de formar profesionales responsables, éticos y rigurosos, capaces de adaptarse a las dinámicas del campo digital y las nuevas narrativas.
¿Y qué pasa con los medios de comunicación? Su importancia es innegable, pero también enfrentan desafíos significativos. A lo largo de las décadas, han tenido que evolucionar y adaptarse a las transformaciones del panorama comunicativo, enfrentándose a grandes plataformas digitales y nuevos modelos de negocio, lo que ha generado dificultades económicas y precarización laboral para sus trabajadores y trabajadoras.
Todos y todas reconocemos la trascendencia de la prensa en nuestra vida diaria, tanto como informadores clave, catalizadores del debate público, agentes esenciales de alfabetización mediática y también como impulsores activos de la participación ciudadana.
Precisamente, hoy nos reunimos para conmemorar el Día de la Prensa, en honor al fray Camilo Henríquez, valdiviano y revolucionario, quien hace 211 años fundó el primer periódico nacional, "La Aurora de Chile", cuya voz libertaria contribuyó al nacimiento de la prensa en Chile y a la independencia del país.
Así como fray Camilo Henríquez luchó por la libertad de expresión, insto a las autoridades regionales a comprometerse decididamente en el fortalecimiento de nuestros medios de comunicación. Al respaldar y apoyar a nuestros medios de comunicación, estamos contribuyendo al desarrollo de una región informada y comprometida.
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