Hace pocos días un medio de comunicación nacional publicó una nota sobre las carreras universitarias que a nivel mundial presentaban profesionales más insatisfechos. El estudio reveló que Periodismo liberaba el ranking.
Efectivamente, el periodismo puede encabezar este ranking por varias razones. En primer lugar, la industria del periodismo ha experimentado cambios significativos en los últimos años, como la digitalización y la disminución de los ingresos publicitarios, lo que ha llevado a la reducción de empleos y la precarización laboral.
Además, el periodismo implica altos niveles de estrés, largas horas de trabajo y plazos ajustados, lo que puede afectar la calidad de vida y generar insatisfacción.
También existe la presión de la competencia y la necesidad de adaptarse constantemente a las nuevas tecnologías y plataformas de comunicación.
Por último, el periodismo a menudo implica enfrentar situaciones difíciles, como la cobertura de conflictos, desastres naturales o temas sensibles, lo que puede tener un impacto emocional en los y las profesionales.
Efectivamente, a nivel internacional, nacional y local, existe un contexto complejo para las y los periodistas, comunicadores y comunicadoras y medios de comunicación, pero no solo por las razones expuestas sino además por depreciación del ejercicio del periodismo.
Sabemos que en la actualidad somos objeto de agresiones, despidos injustificados, amenazas en redes sociales, acoso laboral durante los cambios de gobierno y de precarios sueldos.
En otros países, nuestros colegas son encarcelados o asesinados por ejercer su profesión.
Es una realidad injusta frente a un oficio imprescindible, exigente, revolucionario, valiente y que cumple un rol clave en la democracia al promover el derecho a la comunicación, la libertad de expresión y derechos humanos.
Sin duda, el periodismo desempeña un papel fundamental en nuestros tiempos.
En un mundo inundado de información, el periodismo se convierte en el filtro que nos permite acceder a noticias verificadas y fiables. Es el guardián de la verdad y la transparencia en la sociedad.
El periodismo nos mantiene informados sobre los acontecimientos locales, nacionales e internacionales que nos afectan a todos.
Nos brinda la oportunidad de conocer diferentes perspectivas, entender los hechos y formar nuestras propias opiniones de manera informada.
Además, el periodismo tiene el poder de denunciar injusticias y corrupción, exponiendo la verdad y promoviendo la rendición de cuentas.
Los periodistas valientes y comprometidos son capaces de destapar escándalos y poner en evidencia abusos de poder, contribuyendo así a la construcción de sociedades más justas y equitativas.
El periodismo también juega un papel crucial en la protección de la democracia.
A través de su labor de investigación y análisis, los periodistas pueden desafiar discursos populistas y desinformación, promoviendo el pensamiento crítico y la participación ciudadana.
En resumen, el periodismo es esencial en estos tiempos porque nos proporciona información confiable, nos ayuda a entender el mundo en el que vivimos y nos empodera como ciudadanos. Es una herramienta vital para la construcción de sociedades libres, transparentes y democráticas.
En este sentido, en el día de las y los periodistas hacemos un llamado a reflexionar sobre la relevancia del periodismo y su aporte en la sociedad.
Grupo DiarioSur, una plataforma de Global Channel SPA.
Powered by Global Channel
160214