Hace 20 años Deportivo Valdivia logró su primer título de importancia, el torneo de básquetbol Dimayor 2001, la primera de las tres estrellas que el elenco del Calle Calle ha conquistado a nivel nacional.
Deportivo Valdivia fue fundado en 1985, justamente para representar a Valdivia en el torneo de la liga cestera Dimayor y reemplazar el vacío que dejó Phoenix a comienzos de la década de los ochenta.
La ciudad ya tenía un pasado cestero importante desde que la selección valdiviana fue campeona nacional en 1937, pasando por los años 50 en la época dorada del baloncesto chileno y la revolución cestera de los años 60 con el aporte del costarricense Edy Bermúdez como jugador y técnico y que la ciudad pudo disfrutar hasta bien entrados los años 70.
En 1989, el Deportivo Valdivia accedió a la final de la Dimayor de aquel año, pero fue derrotado por Deportes Ancud. Hasta ese momento había sido la mejor posición que había logrado el club que presidía el dirigente Carlos Kunstmann, quien recibió la posta de manos del dirigente Antonio Azurmendy, gestor de la buena racha valdiviana en este deporte.
COMBINACIONES
En 1999 Deportivo Valdivia tuvo la peor participación que se le recuerda donde termina en el último lugar y sólo haciendo comparsa. En 2000 se logra un notorio cambio, siempre de la mano del entrenador Marcos Guzmán, pero logrando una interesante mixtura de jóvenes valores como Nelson Méndez, Ramiro Vera o Mauricio Martel, más los recién llegados Francisco Zepeda y Víctor Zamora, más el extranjero Victor Alexander, un pívot intratable bajo los aros.
Casi sin proponérselo, este equipo 2000 llega a la semifinal, siendo eliminado por Universidad de Concepción, pero cumpliendo por mucho las expectativas, así se asomó el histórico año 2001.
Ese año comenzó con varias complicaciones, aunque se logró sumar a Paulo Henríquez, Johnny Gómez y al estadounidense Reginald Poole. Lamentablemente no se podía dar con el segundo extranjero que hiciera dupla con Poole. Llegaron algunos extranjeros y sólo estaban un par de partidos y se iban por no congeniar con el grupo, incluso llegó el argentino Bruno Yovanovich que pintaba para ser aporte, pero a poco andar se peleó con los dirigentes y dejó Valdivia.
El plantel que formó Marcos Guzmán jugaba de manera muy táctica, pero al no tener un segundo extranjero daba mucha ventaja sobre equipos que ya estaban bien conformados como Universidad de Concepción, Provincial Osorno o Provincial Llanquihue.
En uno de los tantos entrenamientos el jugador Paulo Henríquez, que en la pasada temporada había defendido a la UDE de Temuco, le mencionó al cuerpo técnico que sabía que el ala pívot estadounidense Tony Bishop estaba sin club, tras un desacuerdo monetario con los hispanos. El DT Guzmán tomó nota de ese nombre.
¡ABRAN PASO A VALDIVIA!
Tony Bishop si bien no era un jugador de grandes talentos individuales aportó mucho al equipo tanto dentro como fuera de la cancha. Su personalidad positiva, humilde y generosa elevó el ánimo del camarín a lo que ya venía haciendo el grupo.
Deportivo Valdivia clasificó ese 2001 en el séptimo lugar de la tabla y pasó a los Play Off contra el poderoso elenco de Universidad de Concepción. ¡Nadie daba un peso por Valdivia! En el primer juego los albirrojos ganaron 86-69 y todos abrieron los ojos. ¡Algo está pasando aquí! En el segundo juego los penquistas vencieron 98-75 y parecía que todo “volvía a la normalidad en el Planeta Básquetbol. Para las revanchas en el Coliseo, CDV gana la tercera batalla 93-78 y en el cuarto juego repite 88-81 y se convierte en el primer equipo que termina séptimo una fase regular que accedía a la semifinal y derribando a un candidato al título. ¿El rival de semifinales? Nada menos que los Toros de Provincial Osorno con el súper base Patrick Sáez a la cabeza.
Valdivia vuelve a enfrentar el desafío de chico a grande y pasa la valla. Un Paulo Henríquez “en llamas” y un Reginald Poole brillante dirigieron la banda valdiviana para torear a Osorno con parciales 91-77, 97-86 y 106-86 ése último partido a Coliseo lleno y con la emoción a flor de piel, Valdivia se instalaba en una final de campeonato tras 12 años, pero el rival era un “monstruo del lago”, el poderoso Provincial Llanquihue con el talentoso, fornida y poco amistoso dominicano Jack Michael Martínez, una fiera de 19 años y 2.03 metros de altura.
CDV EN EXTASIS
El título 2001 fue el primero que se definió jugando completamente los siete partidos. Otro dato que desarmaba todos los esquemas hasta ese momento.
La presión de Valdivia era fuerte, considerando el pasado cestero en comparación con un club como Llanquihue que tenía recursos, dirigentes proactivos, pero que no poseía un gimnasio acorde a lo que exigía una final en comparación con el Coliseo Antonio Azurmendy, bautizado así en 1996 tras el deceso del gran dirigente.
La disputa de las barras no se hacía esperar en los gimnasios. La Dimayor era una caldera al rojo vivo en el sur, sumado además al fuerte ambiente regionalista que vivía Valdivia y sus comunas con el proceso de gestión de una región separada de la Región de Los Lagos. ¡La olla echaba vapor a mil en cada juego!
En Llanquihue el primer partido fue a favor de Valdivia por 109-104 y los albirrojos demostraron que el invencible “Monstruo del lago” podía ser doblegado. En la revancha CDV cayó 98-108.
En el Coliseo, el tercer juego fue para los lacustres por 91-76 y en el cuarto juego se reivindican los albirrojos por 79-75 y dejando la serie empatada 2-2 y con incidentes entre la hinchada local y la estrella llanquihuana Jack Martínez.
El quinto juego fue “una batalla de músculos” en Llanquihue, pues ambos elencos terminaron empatados a 105 y en el alargue gana Llanquihue por 112-109. Previo al sexto juego en Valdivia los medios de comunicación locales le escribieron una emotiva carta al plantel albirrojo, la carta la leyó el capitán Francisco Zepeda y a varios les removió la sangre en el camarín. Esa noche los hombres de Marcos Guzmán hacen un partido redondo para superar a Llanquihue 104-96.
Entre medio de todo ese ambiente se descubre que el veterano Daniel Viafora había dado positivo por dopping y es castigado. Un golpe fuerte para los lacustres, además en el séptimo juego se cambia la programación al gimnasio municipal de Puerto Montt que daba un poco más de aforo al pequeño gimnasio de Llanquihue, aunque muy lejos de lo que ofrecía el Coliseo de Valdivia.
El 19 de enero de 2002, en el gimnasio de calle Lota en Puerto Montt, se produjo la “madre de todas las batallas”. Un Llanquihue desgastado ante un Valdivia con el ánimo en el cielo y el triunfo fue para los del Calle Calle por 99-85.
Reginal Poole anotó 23 puntos, Víctor Zamora 22, Ramiro Vera 18, Paulo Henríquez 4, Sandor Bravo 14, Francisco Zepeda 2, Nelson Méndez 5, Claus Prützmann 2, Johnny Gómez 9, más Tony Bishop que no anotó, al igual que Diego Luci y Felipe Henríquez. Por Llanquihue las mejores manos fueron las de Mack Hilton con 24 y Jack Martínez con 21.
LA FIESTA
Esa noche el festejo fue inolvidable. El plantel estaba rebosante de felicidad o con lágrimas de emoción, al tiempo que la hinchada que viajó desde Valdivia estaba en la gloria. Víctor Zamora abraza al utilero Nilson Contreras que llora como un niño y un juvenil Claus Prützmann le grita en la cara a Nelson Méndez “¡Como te quiero hermano, gracias por todo!”. En otro rincón Ramiro Vera, Tony Bishop y Sandor Bravo saltan con la copa y se la muestran a la hinchada en medio de un frenesí inolvidable. En otro rincón el “profe” Guzmán sonríe reflexivo… nunca sabremos qué cosas pasaron por su cabeza al ver la alegría de sus dirigidos.
Otro emotivo momento se vivió al regreso a Valdivia, a eso de las 3 de la mañana se sumaron caravanas de autos desde Paillaco hasta la misma Ciudad de los Ríos. El plantel llegó hasta la Plaza de la República y exhibió la copa que habían ganado con tanto esfuerzo y ante una multitud de hinchas.
Ese 19 de enero y madrugada del 20 de enero cambió para siempre el básquetbol de Valdivia. Los fanáticos aumentaron, los niños lo adoptaron como su deporte favorito y se unieron a las series menores que en aquel tiempo dirigía Javier Ramírez. El club entendió que el semillero era el futuro y eso, de una u otra manera, empujó a pensar la administración del club de forma más profesional y con un sentido de comunidad.
Tras el título del 2001 la fiesta siguió con el Sudamericano de Clubes del 2002 donde Valdivia fue vicecampeón, ahora ya no con Marcos Guzmán, sino que con el reemplazo de Jorge Luis Álvarez en la banca, una herida que un profesional como Guzmán no olvidó tan fácil.
En 2004 llega el técnico argentino Juan Manuel Córdoba, trascendental en la formación y jugadores y de un cuerpo técnico en el ámbito formativo y recreativo
En 2009 Valdivia vuelve a llegar a una final, pero la pierde ante Liceo Mixto y jugando con una “patrulla juvenil”, pero se reivindica con los títulos de la ahora Liga Nacional de Básquetbol (LNB) de 2015-2016 y 2018-2019.
El 2001 fue el inicio de algo grande con jugadores fundamentales, pero con otros nombres clave como lo fueron el técnico Marcos Guzmán, el presidente del club Carlos Kunstmann, los dirigentes Juan Enrique Taladriz, Sergio Carrasco, Donaldo Contreras, Humberto Escobar, el estadístico Claudio Arriagada o el utilero Nilson Contreras, todos ellos aportando en un momento clave de este emblemático deporte.
Los campeones del 2001 llegaron para poner patas para arriba el básquetbol chileno. Ellos lo cambiaron todo… y para bien.
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