El 22 de diciembre de 1891, hace 129 años, es la fecha consignada como la fundación de la comuna de Los Lagos, motivada principalmente por el auge del ferrocarril en las provincias de Valdivia y Osorno, sin embargo la ciudad posee un origen aún más antiguo y ligado al valle de Quinchilca y la misión religiosa levantada ahí en el siglo XVIII.
Durante el periodo de la Conquista de Chile, Quinchilca era un asentamiento mapuche-huilliche y en 1581 los conquistadores españoles llegaron al lugar y fundaron un fuerte sobre los barrancos de la ribera izquierda del río Quinchilca para defender el camino que comunicaba hasta Arique. Este asentamiento se mantuvo en el lugar hasta 1599, cuando es abandonado en el contexto del levantamiento indígena del toqui Pelantaru y la destrucción de las siete ciudades del sur, incluida Valdivia, la que fue arrasada y quemada el 24 de noviembre de ese año.
En 1645 se repobló Valdivia desde sus antiguas ruinas y en 1676 se decide reconstruir el fuerte de Quinchilca como apoyo a la recientemente refundada ciudad de Valdivia. La fortificación permaneció en uso por los españoles hasta 1820, cuando fue abandonado luego de la toma de la bahía de Corral por parte de los patriotas que comandaba Lord Thomas Cochrane.
LA MISIÓN
El 29 de julio de 1777 el lonco de Quinchilca, Antillanca, junto con el lonco Teuquiñir, se reúnen con las autoridades españolas en las cercanías del río Licanleufú. En aquella ocasión los loncos pidieron ayuda a las autoridades que, de paso, le preguntaban si era cierta la leyenda de la existencia de la denominada Ciudad de los Césares. Antillanca les contó a los españoles historias fabulosas de la mítica ciudad, la que supuestamente estaba llena de oro y estaba oculta a los corazones ambiciosos. En esa reunión se acuerda fundar la Misión de Quinchilca que fue autorizada por el gobernador Agustín de Jáuregui y levantada en 1778 y que fue destinada a la orden capuchina.
La Casa Misional antigua fue construida con lajas de micasquita, pero se destruyó con el terremoto de 1837, sirviendo desde entonces como cementerio a “los fronterizos e indios cristianos” que prestaban protección a los misioneros, mientras que al occidente de las ruinas los indígenas tenían otro cementerio. Contigua a las ruinas se levantó otra casa misional, así como edificios de madera de apoyo a la misión.
Desde tiempos coloniales Quinchilca adquirió protagonismo por la fiesta de la Virgen de la Candelaria el 2 de febrero donde muchos campesinos viajaban a lomo de caballo y, posteriormente, en vehículos a celebrar la fiesta. Las ruinas de esta iglesia aún se pueden observar al costado de una capilla que fue restaurada en 2006, tras un incendio que consumió la parroquia. Hoy, una cruz en las alturas de este recinto religioso es la única pieza original tras las llamas.
LA MADERA
El lago Riñihue también era un punto de interés para la zona. Las buenas relaciones entre las misiones de Panguipulli y Quinchilca hizo que el Riñihue sea una vía para acceder a ellas por el balseo de Panguipulli o bien bordeando el lago. Por años navegaron por sus aguas los vapores "Don Bernardo" y "Enco" que transportaban toda clase de insumos.
Pronto la vía lacustre transportó el negocio que dio origen al asentamiento de la ciudad de Los Lagos: el negocio de la madera. los bosques de raulíes, coigües, pellines y canelos comenzaron a ser explotados por los primeros habitantes de la comuna.
Los ríos Quinchilca y San Pedro fueron las primeras rutas que utilizaron los balseros para llevar la madera hasta Valdivia, sin embargo con la llegada del ferrocarril la actividad decayó y se utilizó como medio de transporte el ferrocarril, acopiándose la madera en la Estación Collilelfu.
EL FERROCARRIL
Los Lagos se consolidó aún más con la construcción de la estación en abril de 1897. La estación aparece con la construcción del ferrocarril Valdivia-Victoria-Osorno, que inició sus obras en 1888 y que sufrió muchos contratiempos. El trabajo se subdividió en dos grandes secciones, desde estación Valdivia hasta estación Pichi-Ropulli, y desde Pichi-Ropulli hasta la estación Osorno.
Entre 1905 y 1906 se concesiona e inaugura el ramal Los Lagos-Riñihue, un ramal de 30 kilómetros que llegaba hasta Riñihue. Sus servicios terminaron en la década de 1970.
Es parte de la Red Sur de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado. Operativo hasta el 1996 con el «Rápido de Los Lagos».
EL RIÑIHUAZO
1960 fue el año que Los Lagos pudo haber quedado hundido por agua y lodo con el fenómeno conocido como “Riñihuazo”. Tras el terremoto del 22 de mayo hubo un deslizamiento de tierra colosal que bloqueó el cauce natural del río San Pedro y produjo un aumento del caudal del lago Riñihue. Tres tacos de tierra y sedimento se levantaron a lo largo del cauce del río y con el crecimiento del lago aumentaba cada vez más la presión por lo que se corrió el serio peligro de un deslizamiento incontrolable que pudo haber destruido Los Lagos, Antilhue y Valdivia mismo.
La abnegada lucha de batallones del Ejército de Chile y cientos de obreros y constructores de ENDESA Chile, CORFO y el Ministerio de Obras Públicas participaron en la tarea de controlar el vaciado del lago de tal forma que su cauce no arrasara con lo que quedaba de pueblos y ciudades. Para esto, 27 bulldozers trabajaron en bajar el nivel del tapón de 24 a 15 cms. para que el lago comenzara a vaciar lentamente 3.000 millones de metros cúbicos, mientras otros detenían el flujo de los ríos que conectan el Riñihue con los lagos Panguipulli, Calafquén, Neltume y Pirihueico. Posteriormente se unirían otros empleados y trabajadores públicos y privados, estudiantes y voluntarios, a medida que se "fabricaba" por completo un nuevo cauce al cual vaciar las aguas una vez derribado el obstáculo. El encargado de dirigir esta obra fue el ingeniero santiaguino Raúl Sáez.
Por fin las aguas fueron liberadas el 24 de julio de 1960 e irrumpieron hasta Valdivia el 26 de julio, casi dos meses después del terremoto. En Los Lagos la altura de las aguas alcanzó los 6.80 metros, en Antilhue 5.80 metros y en Huellelhue 5.15 metros. En el barrio Collico de Valdivia la altura alcanzó los 80 centímetros.
PUJANTE
En la actualidad Los Lagos es una pujante comuna que vive de la agricultura, la ganadería y el rubro forestal, contando con empresas procesadoras tanto de lácteos como de maderas. La inmejorable mixtura de cerros, ríos, lagos y selva valdiviana hace que actualmente la actividad turística sea un nuevo polo de desarrollo comunal, principalmente ligado a actividades como el rafting y el camping, aprovechando los rápidos del río San Pedro y las playas del lago Riñihue.
Pero también la comuna debe definir su futuro con el proyecto de la Central Hidroeléctrica que pretende instalar la empresa Colbún y que es rechazada por parte de la población por considerarla un peligro para la ecología y el entorno natural. Decisión importante que la sociedad laguina debe definir.
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