Emergencias

Incertidumbre y abandono, sensaciones que invaden a los pasajeros del bus accidentado en Ercilla

Por Osvaldo Soto / 20 de mayo de 2019
[REPORTAJE] Hay dos mujeres hospitalizadas en Osorno, a la espera de traslado para cirugías delicadísimas, muchos no han recuperado sus pertenencias y la mayoría no ha recibido los reembolsos de gastos comprometidos.
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Se cumple más de una semana de la tragedia carretera que terminó con la vida de 6 pasajeros que viajaban a bordo de un bus que volcó en la Ruta 5, a la altura de Ercilla, en la región de la Araucanía.

El conductor fue formalizado por cuasidelito de homicidio, pero los pasajeros sobrevivientes pasan días de incertidumbre y angustia, con la sensación de abandono por parte de la empresa Pullman Bus que ha tenido una actitud pasiva luego del accidente.

Algunos de los pasajeros accedieron a relatar su caso a DiariodeOsorno.cl.

HERIDAS GRAVES

Lorena Carrasco, 47 años, osornina, trabaja en Santiago y viajó el sábado 11 de mayo – al igual que los demás ocupantes del bus - para reunirse con su familia y festejar el Día de la Madre en el sur.

Oriunda del barrio Francke, donde residen sus padres, Lorena sigue hospitalizada en Osorno y se mantiene a la espera del traslado a Santiago donde le realizarán injertos de piel y será sometida a una intervención quirúrgica para resolver graves lesiones en su brazo y clavícula.

“No podemos esperar más. Si tuviéramos dinero ya hubiésemos podido ir a la atención particular”, dijo su padre Orlando Carrasco, evidenciando molestia e imponencia.

En la misma pieza del Hospital de Osorno permanece Yoselyn Imilmaqui, 30 años, 3 hijos. quien regresaba de Santiago tras realizar compras para un emprendimiento.

Iba sola en el segundo piso del bus cuando se produjo el accidente y al igual que Lorena, está a la espera de ser trasladada a la capital.

Yoselyn tiene lesiones en sus dos manos y será sometida a un tratamiento destinado a restituir la piel y asegurar la movilidad de tres dedos de su mano izquierda que están muy comprometidos.

Su esposo Ricardo señala que aún no hay respuesta del hospital, ni de la empresa Pullman Bus sobre que pasará con ella. 

LA UNIÓN

Ángela Vera, 31 años, es profesora de educación física y maestra de baile en Santiago.

Su destino era La Unión, donde vive su madre, y aunque salió prácticamente ilesa, acusa a Pullman Bus de actuar con insensibilidad con la gente que perdió familiares o que aún están con secuelas físicas y sicológicas producto del accidente.

“Tu llamas o llegas a la empresa y no tienen idea de nada”, explica, junto con indicar que le ofrecieron devolución inmediata de su pasaje llegando a Santiago, pero hasta ahora - 19 de mayo - el reembolso no se hacía efectivo. 

Leonardo Garavito de Lago Ranco acusa que no le han devuelto su mochila con ropa y respecto a los gastos, asegura que ha contactado con la empresa y “sólo me dicen que junte todo y que me llamarán”.

Javiera Rosas viajaba desde la capital rumbo a Osorno con su marido e hija pequeña. Su esposo sufrió fractura de nariz y hombro dislocado y además erdieron más de $300 mil pesos en efectivo, ropa, pañales, teléfono y lentes. 

"Actualmente aún estamos en Osorno y no nos hemos podido volver a nuestra ciudad, ya que no tenemos dinero y no estamos aptos psicológicamente para volvernos a embarcar en un bus", confidencia.

"La empresa ha hecho vista gorda con todos nosotros y no nos han dado ninguna respuesta", dice tajante.

La queja generalizada contra la empresa de transporte que no ha tenido un rol activo, "no llama, no responde y cuando hay alguna respuesta, no cumple", indican.

IRREGULARIDADES

Claudia Lobos creó un grupo de WhatsApp para mantenerse informados de la situación de cada pasajero. 

Con motivo de este reportaje aceptaron revivir algunos pormenores del fatídico viaje y coincidieron en que el bus presentó irregularidades desde su salida del terminal San Borja en Santiago.

"Primeramente ninguno de los pasajeros sabía cual era el bus exactamente", recuerda Javiera.

Ángela aporta que su asiento no tenía cinturón de seguridad y que los puestos del lado fueron utilizados para dejar maletas y bolsos de otros pasajeros.

VELOCIDAD

Junto a la inexistencia o falla de los cinturones de seguridad, en su mayoría plantean que en varias ocasiones el marcador de velocidad sobrepasó los 100 kilómetros por hora, lo que incluso fue planteado al auxiliar en más de una oportunidad.

“Ellos apagaron el control de la velocidad para evitar los reclamos de las personas, yo no pude dormir en toda la noche”, añade Javiera.

Maruja García comenta que iba en el segundo piso y "era mucho el vaivén por la velocidad".

LISTA DE EMERGENCIA

Sergio Navarro agrega otra duda importante: lista de pasajeros y los contactos de emergencia.

"¿Fue entregada a Carabineros en el control policial que correspondía?, porque ningún contacto recibió llamado después del accidente, la mayoría se enteró por los medios de comunicación y llamados personales desde el lugar", asegura el joven que viajaba junto a su esposa a Los Lagos.

Otros pasajeros confirmaron que en el instante del accidente no hubo frenado o alguna maniobra producto de algún imprevisto en el camino.

Claudia Lobos resume el pensamiento común de los entrevistados por DiariodeOsorno.cl. 

"Lo que si podemos confirmar es el exceso de velocidad, la imprudencia del chofer y la nula preocupación de Pullman por atender las dudas y responder antes las necesidades de sus pasajeros accidentados".
 

 

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