El viernes fue un día tenso para la familia Fuentealba Aravena y en especial para María Elena.
Su pareja, el puertomontino Luis Raúl González, al que conoció hace 14 años y con quien tenía un historial de desencuentros, estaba más violento que de costumbre.
Discutieron en varias ocasiones, incluso el mismo viernes Carabineros llegó hasta la casa ubicada en la Parcela 16 de El Llolly para recibir la denuncia formal por maltrato sicológico. María Elena se atrevió a llamar. Estaba pidiendo ayuda.
La crisis se había acentuado luego que la justicia intervino, hace un mes, y decidió que la única hija de ambos (de 14 años) no podía vivir en ese hogar. Fue destinada a un centro del Sernam en Osorno.
DÍA TENSO
Alertados por el llamado de María Elena, Carabineros llegó al lugar para recibir la denuncia. Ante la presencia policial, Luis dijo que estaba tranquilo y que no abandonaría la casa, pues la prohibición legal de mantenerse alejado había expirado en noviembre pasado. "Sin orden tampoco podíamos detenerlo, hubiese sido un acto ilegal" asegura la policía, más cuando - argumentan - no había señales de violencia física que justificara una intervención.
Pero todos presentían que algo malo podía pasar. Desde Osorno, una asistente social que conocía el caso, insistió ante la familia que no dejaran sola a María Elena. "¿O acaso quiere que se transforme en la tercera víctima de femicidio en la región?", dijo a Juan Ulises, hermano de la víctima, quien tomó la recomendación en serio y estuvo todo el día merodeando el hogar.
Fue por última vez a la casa, a eso de las 10.30 horas, y vio que todo estaba bien. María Elena le dijo que se fuera tranquilo, aunque la madre - de 90 años - que también vivía en la casa - estaba nerviosa.
LA EMBOSCADA
Se desconoce qué ocurrió en la noche. Sin embargo, el día llegó con signos de normalidad.
Eran las 7 de la mañana y María Elena fue vista por última vez en su rutina diaria de arrear y sacar leche a sus vacas.
Pero cuando regresaba, a uno 50 metros de la casa, sobrevino la tragedia. Luis la atacó. Hay muestras de que María Elena se defendió, pero nada pudo hacer cuando el hombre sacó un fierro de 50 centímetros y la golpeó en la cabeza.
Tendida en el suelo y moribunda, el victimario se roceó con bencina y se prendió fuego.
Eran las 8 de la mañana y el humo alertó a los lejos a su primo Jaime Aravena, quien llegó y se encontró con la horrible escena.
María Inés tendida en el suelo, moribunda y su pareja, a un metro de distancia ardiendo en llamas. Y junto a él, un bidón y fósforos.
Mientras atendía a su prima, Luis repentinamente se levanta y corre. Jaime pensó en tomar la justicia por sus manos, pero decidió llamar Carabineros y a la ambulancia, pues aún había señales de vida para pensar en la recuperación de María Elena.
En su huída, el asesino se autoinfiere heridas cortopunzantes en el abdomen. Corre y llega hasta el puente, donde baja al lecho del río.
Allí fue encontrado por Carabineros, desengrándose. El herido fue trasladado hasta el Hospital Regional donde, a raíz de las quemaduras y las lesiones del cuchillo, se debate entre la vida y la muerte.
Al lugar llegaron el Fiscal Marcelo Leal, efectivos de la Labocar, Carabineros de Paillaco y personal del Servicio Médico Legal que, pasadas las 13 horas, retiró el cuerpo del lugar.
ACTUALIZACIÓN SÁBADO 1 DE FEBRERO
Esta mañana falleció Luis Raúl González Águila, el puertomontino de 46 años de edad, que el día de ayer asesinó a su pareja, María Elena Fuentealba Aravena e intentó suicidarse, en la localidad de El Llolly.
La información fue confirmada por el Hospital Regional de Valdivia, donde González Águila llegó con riesgo vital, luego de autoinfringirse heridas con un puñal en el abdomen e intentar quemarse a lo bonzo.
Una menor de 14 años de edad quedó sin padres producto de esta tragedia.
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