Si bien hoy en día, las estudiantes chilenas superan a los hombres en porcentaje de la matrícula total universitaria, indudablemente continúan existiendo sesgos sobre carreras “femeninas” y “masculinas”.
Tanto es así que, en el año 2020, sólo un 28% de quienes entraron a estudiar ingenierías fueron mujeres, siendo la carrera de ingeniería eléctrica la que mostraba la más marcada diferencia, con sólo un 10% de su matrícula ocupada por estudiantes del género femenino.
Es en parte por esta razón, y aprovechando que este lunes 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, que quisimos conversar con la docente de la Escuela de Ingeniería Civil Electrónica, Isabel Miranda, sobre este persistente sesgo y cómo poder avanzar para eliminarlo en un futuro cercano.
DV: Tanto en el plantel de académicos como en el estudiantado: ¿Cómo se evalúa en la actualidad la carrera en términos de equidad de género?
IM: Lamentablemente ha sido un gran problema, ya que hasta hoy son muy pocas las mujeres que deciden postular a esta carrera. Si bien es cierto que cada año se observa un leve aumento, aún seguimos estando al debe. Por esto mismo, la evaluación, en términos de equidad de género, no sería buena. Nuestro llamado como carrera es, precisamente que las estudiantes que lean esta nota, consideren las ingenierías como una real opción de desarrollo profesional.
DV: ¿Nos podría narrar cómo fue estudiar ingeniería en los años setentas? ¿Había compañeras mujeres o profesoras durante su etapa de estudiante? ¿Cómo fue estudiar, y luego hacer docencia, en un instituto dominado por hombres?
IM: Nunca pensé que era una carrera para hombre o mujeres, solo sabía que me gustaban las matemáticas y era la posibilidad de demostrarme que era tan capaz como cualquiera en esa área. El primer día de clases, me di cuenta que, en un curso de 80 estudiantes, 79 eran hombres. Esto me fue indiferente, porque mi objetivo estaba claro; estudiar para algún día ser una profesional. El trato con mis compañeros, por otra parte, siempre fue de respeto mutuo, sufríamos por las notas, éramos como hermanos. Tuvimos profesores y profesoras, para ellos todos éramos iguales, jamás una preferencia ni mucho menos por género. Respecto a mi trabajo como docente en la carrera de Ingeniería Civil Electrónica, carrera que indudablemente está dominada por hombres, el trato ha sido realmente excelente. No me he sentido discriminada, por el contrario, me he sentido integrada en todas las actividades y feliz de poder darle ese toque femenino que los hombres tanto admiran.
DV: ¿Qué tipo de cualidades e intereses académicos posee una estudiante idónea para esta carrera?
IM: En realidad, más que cualidades, debe poseer habilidades para las matemáticas, programación y desarrollo de soluciones aplicando la electrónica y el ingenio.
DV: En estos tiempos de cambio, ¿por qué las mujeres deberían motivarse a estudiar Ingenierías Civiles, como, en este caso, Electrónica? ¿Qué cualidades cree que poseen las mujeres que les pueden otorgar una ventaja frente a los hombres en el área de la ciencia, la tecnología y la innovación?
IM: Las estudiantes y profesionales mujeres de esta área tienen mucho que aportar, dado que las Ingenierías Civiles están en gran parte dedicadas al diseño, más que a la aplicación, y, en el caso particular de Electrónica, ésta es un área en que gran parte de su desarrollo se basa en soluciones que requieren mayor nivel de detalles, minuciosidad y destreza, cualidades, en las que, personalmente, creo que las mujeres poseen una ventaja.
DV: Dejando a un lado cuestiones de orden cultural, ¿Están los hombres y las mujeres en igualdad de condiciones para desarrollar una exitosa carrera en las ingenierías más tradicionales?
IM: Claramente sí, los hombres y las mujeres están en absoluta igualdad de condiciones para desarrollar una exitosa carrera en el área de ingeniería.
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