El río Bio Bio es un humedal. Más de USD 6 mil millones se requieren para la construcción de una carretera hídrica en su primer tramo, que permitiría llevar agua desde el Alto Bío Bío a la zona central como consecuencia de la escasez hídrica y que contempla en etapas posteriores extraer desde los ríos Toltén y Valdivia. Esto es lo que propone la Corporación Reguemos Chile anunciándose además su próxima presentación al Ministerio de Obras Públicas para que pueda ser llevado a cabo por vía de concesiones.
Uno de los principales argumentos de esta entidad -que agrupa a empresas ligadas la agricultura y minería principalmente- es que el 80% del agua que corre por los efluentes en el sur se pierde por efecto gravitacional en el mar. Al respecto, el Dr. Ignacio Rodríguez, que además es Magister en Recursos Hídricos de la UACh, es tajante en decir que esto es falso. Los sistemas naturales, absolutamente fundamentales para la mantención de la humanidad, como los humedales, requieren y están adaptados a los niveles de precipitaciones en cada región.
Por otra parte, el director del CEHUM explica que mover el agua de sur a norte, tiene consecuencias para los ecosistemas que no han sido debidamente explicadas en el proyecto, sin considerar que el sur también vive problemas de sequía y de déficit hídrico y que esta frontera de escasez se ha ido moviendo cada vez más al sur. “Mover el agua de un ecosistema a otro tiene consecuencias que no aparecen tan visibles a primera vista. Si se llega a realizar la carretera hídrica se deberá primero que todo, considerar el caudal mínimo ecológico (entre otros asuntos) para mantener los sistemas naturales de donde se extrae el agua y además, trabajar paralelamente en la restauración de ecosistemas como bosques y humedales, que hemos destruido fuertemente, de lo contrario sería trasladar el problema de un lugar a otro”, sostiene.
“Si no entendemos como país, como sociedad, algo tan fundamental como el ciclo del agua y los sistemas naturales como bosques y humedales que sostienen este ciclo, la carretera hídrica puede ocasionar un problema aún mayor que el actual”, indicó.
Distribución del agua y problema global de su uso eficiente
Otra interrogante poco resuelta es cómo se distribuirá el agua que se transporte a través de esta eventual carretera. “¿Será solo para quienes posean grandes inversiones, derechos de agua, o será para todos los ciudadanos? ¿Se incluirá agua para los sistemas actualmente en retroceso como humedales que a su vez recargarán los acuíferos? Esto nos abre una discusión sobre equidad hídrica y que debe estar acompañada necesariamente a la discusión de este proyecto”, indicó el investigador.
Por último, Rodriguez indicó que la carretera hídrica será solo un gasto para el estado -y no una inversión- si es que no se considera una estrategia global de uso eficiente del agua.
“No se trata solo de mover de un lado a otro el agua, se trata también de generar políticas públicas de su uso eficiente tanto a nivel productivo (principalmente en la agricultura, el principal ususario del agua en Chile) como doméstico, y también a la generación de soluciones de ingeniería basadas en la naturaleza (infraestructura verde) que sean más resilientes y adaptadas los efectos del cambio climático”, puntualizó.
El investigador de la UACh finalizó diciendo que “entendemos la urgencia y lo dramático de la situación en la zona centro-sur de Chile, sin embargo, no podemos olvidar que hemos destruido los sistemas como bosques y humedales, que precisamente ahora, en este contexto de sequía, de emergencia climática, nos mantendrían en un escenario más llevadero”.
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