“Me siento frustrado. Por este club me he entregado física, mentalmente, espiritual y emocionalmente y todo lo que he hecho no ha servido para nada”.
Así expresó sus sentimientos el arquero Paulo Garcés a Diario de Valdivia respecto a la eventualidad de abandonar al club y su carrera deportiva.
Garcés dijo que la decisión la está pensando junto a su familia y se motivó luego de la vergonzosa pelea protagonizada por los jugadores tras el partido de Deportes Valdivia con Comunal Cabrero en el estadio de Monte Águila.
En la masiva pelea resultó con lesiones graves Raúl Villablanca, presidente del club del Torreón, quien literalmente fue pateado en el suelo.
El ex seleccionado nacional y campeón de la Copa América en 2015 dijo a Diario de Valdivia que en más de 20 años de carrera nunca le había tocado vivir una situación tan grave como la acaecida en el último partido que disputó con Deportes Valdivia.
“No es una decisión tomada, pero sí la estoy estudiando”, partió explicando el golero del Torreón al ser consultado sobre su posible salida.
“He vivido muchas cosas en estos tres años y medio y lo que pasó el fin de semana fue más que la gota de rebalsó el vaso, fue como una cascada. Es muy grave lo que sucedió. Tenemos a nuestro presidente grave y pudo ser aún peor”, enfatizó
Garcés dijo que si no es por el futbolista Yerko Fuentealba, que se lanzó sobre el dirigente como escudo humano para protegerlo de las patadas que le propinaron, la situación habría sido aún más triste.
“Hace años que están pasando estas cosas en esta división y el trasfondo nadie lo ve. Las sanciones siguen siendo para los equipos, pero sigue pasando lo mismo. Acá hay algo más profundo de analizar que suspender a jugadores”, continuó en su crítica Pablo Garcés.
“Se necesita seguridad en los estadios. Si hubiese habido 100 ó 200 hinchas más ese día, nosotros no salimos del estadio. Toda la gente que estaba en el recinto terminó entrando a la cancha”, apuntó el arquero.
Para reafirmar aún más la gravedad de lo sucedido, el “Halcón” Garcés recalcó que el partido correspondía recién a la fecha cinco y no había nada de por medio que esté en juego.
“Imagínate si hubiese sido una semifinal o el pase para subir de división. Había jugadores del equipo local que hasta nos estaban ofreciendo balazos”, dijo a Diario de Valdivia.
Paulo Garcés dijo que por el fútbol ha tenido que dejar de lado a su familia y junto a su esposa ha pensado que tal vez ya es tiempo de colgar los guantes, los chuteadores y preocuparse más de sus hijos e iniciar una nueva etapa.
“Ya lo hablé con el cuerpo técnico. Me toca todavía hablarlo con el presidente. No está decidido, pero es un pensamiento que a la altura de mi carrera y de todo lo que he hecho no estoy para vivir esta circunstancia”, reflexionó.
Sin embargo, la decisión no es fácil, pues añade que le tiene un cariño enorme a Deportes Valdivia y a la ciudad. “Me da mucha pena lo que está viviendo don Raúl (Villablanca), es muy injusto. Él estuvo entre la vida y la muerte. Entonces uno como padre y marido puede decir ¡sigamos adelante después de esto! Mi decisión será este miércoles o jueves porque todavía hay que esperar la determinación de la Tercera División”, expresó.
El arquero dijo sentirse frustrado porque se mentalizó en ascender con Deportes Valdivia, pero en vez de ocurrir eso se bajó a la Tercera División. “Esta ha sido la institución por la que más me entregué, por lejos. Viajaba dos horas desde Pucón a Valdivia, traje a mi familia acá y con todo el esfuerzo que le metí no logré nada deportivamente hablando, por eso estoy muy frustrado”, indicó.
Paulo Garcés es el referente número uno del club en este momento y en caso de alejarse sería un fuerte golpe para el plantel valdiviano de cara al próximo partido ante Colina, esta vez como local.
Cabe recordar que el “Halcón” ya había tenido una oferta de Deportes Linares a comienzos de este año, pero optó por quedarse en Valdivia por una decisión familiar.
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