Seremi de Deportes: "Uso de la bicicleta con lluvia es un tema de actitud"

En el Día Mundial sin Auto, conozca al seremi René Antío, un valdiviano que desechó los vehículos de cuatro ruedas por la bicicleta.

Hace rato que el lugar de estacionamiento reservado para el seremi del Deporte es un espacio vacío o casi vacío, pues en costado hay una bicicleta de montaña. 

-¡Ahí está el “auto” del seremi- nos dice sonriente un funcionario de la repartición que funciona junto al CAR náutico, en Las Ánimas.

René Antío, seremi del Deporte, admite que hace rato desechó el automóvil para movilizarse de un lugar a otro, salvo cuando sale a terreno en las comunas, y todos los días se moviliza desde su casa al trabajo en su fiel bicicleta.

“El uso de la bicicleta para mí es un estilo de vida porque va de la mano con mis creencias acerca del cuidado del medio ambiente como primera parte y lo segundo es por una cultura del movimiento donde tenemos que hacer actividad física y una de las mejores formas es utilizar los medios no convencionales como la bicicleta”, expuso René Antío.

Para la autoridad del deporte Valdivia aún es una ciudad que no tiene grandes distancias y que se puede recorrer a pie o en bicicleta.

“Como valdiviano tenemos una ciudad hermosa, con bellos paisajes, y todavía es pequeña en diámetros y perfectamente se pueden realizar todos los trayectos usando una bicicleta. Ahorramos tiempo y bolsillo, una suma se factores que en lo personal considero. Desde mi etapa de estudiante universitario que la bicicleta es parte de mi vida”, manifestó el seremi.

¿Y la lluvia?

El gran pero para el uso de la bicicleta en Valdivia es el clima lluvioso. 

Para René Antío el clima no es una excusa. “El uso de la bicicleta con lluvia es un tema de actitud”, indica el también docente de educación física.

“Hoy con la red de ciclovías que de a poco van aumentando en la ciudad es más fácil. Somos valdivianos y el agua es parte de nuestra vida. Puede que para algunos sea un poco incómodo, pero es cosa de acostumbrarse. Las distancias son tan cortas que en Valdivia se da para el uso de la bicicleta”, enfatizó Antío.

Cuando la tarde termina, Antío se va poniendo su casco y monta en la bicicleta, puede que esté cansado, pero a medida que comienza el pedaleo el agobio mental desaparece y sólo está el viento sureño chocando con su cuerpo como susurrándole “no pares y mantente en movimiento”.