El remo es una disciplina deportiva que ha sabido compenetrarse con la actividad fluvial de los ríos valdivianos y, por ende, con la vida social de la ciudad. Una tradición traída desde Europa, fueron los colonos alemanes los que difundieron este deporte desde la segunda mitad del siglo XIX co la creación del Ruderklub Phoenix en 1880 y posteriormente con la fundación del club Arturo Prat en 1888.
Ya en el siglo XX las clases trabajadoras de la ciudad se habían dejado entusiasmar por el deporte de las palas, pero sentían que no tenían mucha relación con el resto de los clubes que ya existían en Valdivia. El barrio Las Ánimas era un barrio donde vivían muchos trabajadores o personas que tenían sus campos y los trabajaban, ya había una vida hecha en torno al río, sobre todo para cruzar hacia Valdivia. A comienzos del siglo XX no existía ningún puente en Valdivia, por lo que el tráfico en lanchas o botes era natural para los habitantes de la ciudad
En 1910 un grupo de jóvenes trabajadores y deportistas, varios ellos provenientes del sector Las Ánimas, decidieron crear su propio club de remo. Pronto iniciaron las conversaciones, el terreno para la sede y la búsqueda de material para hacerle la pelea a Phoenix y Arturo Prat.
Fue así que hace 111 años, un 25 de marzo de 1910, en una reunión en casa de la señora Dorotea viuda de Diaz, en calle El Manzanito (actual Yungay, pero cerca de la Municipalidad), se citaron cerca de 40 personas para formar el nuevo club de remo para Valdivia. Habían pasado 3 meses y medio desde el gran incendio de 1909 que quemó gran parte de la ciudad y que golpeó el ánimo de sus habitantes y frenó brevemente la pujanza industrial de la ciudad, pero que no detuvo el entusiasmo por seguir creciendo.
LA DIRECTIVA
En esa reunión de calle El Manzanito las 40 personas, guiadas por Abelardo Bórquez y Germán Díaz trazaron las ideas de lo que sería actualmente el Club de Remeros Centenario. Era 1910 y el ánimo social estaba en celebrar el centenario de la independencia de Chile y qué mejor maner de recordar esos 100 años más que bautizando al club como Centenario y usar los colores rojo, azul y blanco de la bandera nacional.
Tras deliberar procedieron a formar su directiva, así el primer presidente del club fue Abelardo Borquez, el vicepresidente fue Paulina Aguilar, el secretario fue Germán Díaz, el prosecretario Osvaldo Lorca, el tesorero fue Abelardo Lorca, el protesorero fue Rafael Aguilar y como directores se eligió a Pedro Freire y Juan de Dios Villagrán y como administrador se eligió a Alfredo Paredes.
Muchos de estos 40 hombres usaban botes para movilizarse por el río, así que físicamente estaban curtidos en el rigor de remar y era parte de sus vidas. Pronto estos trabajadores deportistas lidiaron de igual a igual con los experimentados remeros de los otros clubes.
LOS PALAS ROJAS
Así como el color celeste identificó al Phoenix y el blanco a Arturo Prat, el rojo identificó a Centenario. Cualquier persona que veía un bote desde la costanera podía comprobar que los remeros eran de Centenario por el color de las palas de remo. Los Palas Rojas ya se hacían notar.
Hubo muchos remeros destacados en Nacionales y Sudamericanos a partir de la década del cincuenta cuando el presidente del club era Arturo Cáceres y el secretario era Mario Matamala y contaba con entrenadores como Isaías Sempe y Francisco Criado.
Durante los terribles días posteriores al terremoto del 22 de mayo de 1960 la sede se vio afectada y con la apertura de las aguas que produjo el Riñihuazo la Casa de Botes del club fue arrancada y las aguas se la llevaron, uno de los daños más comentados de aquel fenómeno.
En los años sesenta y setenta siguieron surgiendo figuras de nivel nacional e internacional, pero alguien que marcó la pauta de la excelencia fue Javier Godoy que a comienzos de la década de los noventa era prácticamente el único remero chileno que competía todos los años en los Mundiales de Remo que se realizan en Europa. Godoy llegó a estar en el puesto número 11 mundial de la prueba single ligero en 1996.
En el remo femenino destacó Paola Taladriz que, junto a la bogadora de Phoenix Carolina Godoy, logró el vicecampeonato mundial del dos sin timonel peso ligero femenino en el Mundial de Sevilla 2002, en España.
Otro remero de Centenario que resaltó internacionalmente fue Felipe Leal quien reemplazó a Christian Yantani en el bote dos sin timonel con el que fue campeón del mundo junto a Miguel Cerda. Leal llegó a ser vicecampeón del mundo en el dos sin timonel junto a Cerda en el 2005 durante el Mundial de Kobe, en Japón.
En los últimos años han destacado por sus actuaciones internacionales los hermanos Fabián y Felipe Oyarzún, Luis Saumann, Sebastián Colpihueque y Manuel Pérez.
CONTRA LA PANDEMIA
En la actualidad y al igual que muchos otros clubes de remo del país, Centenario tiene que lidiar con las restricciones del Covid-19.
Raúl Fuentealba, presidente del club Centenario, comentó a DiariodeValdivia.cl que el club, pese al Covid-19, mantiene a 95 remeros en sus filas y siguen los protocolos sanitarios que exige la Seremi de Salud, es decir, salidas al río sólo en botes singles de 6.30 a 7.30 horas, además de sanitización de deportistas y material, y entrenamientos vía zoom con remoergómetros y con horarios dobles.
Los deportistas se entrenan así para afrontar el próximo Nacional de Remo en Valdivia que se suspendió en los meses de verano y se reprogramarán para el próximo mes.
Fuentealba djo que otras de las preocupaciones del club apuntan al mantenimiento de la sede y casa de botes y para lo cual constantemente ven los recursos para avanzar en ese tema, aunque ya lucen orgullosos su nueva rampa para embarcar.
En 2015 el club vivió momentos de tensión con la posibilidad de embargo de su patrimonio por no pago de contribuciones al SII. En ese año el club vivió una división entre sus socios y sobre esos días Raúl Fuentealba expresó que “hubo malas administraciones anteriores, pero estamos solventando y aliviándonos de deudas para sacarnos el peligro de embargos, afectado por el no pago de las contribuciones. Regularizamos esto desde 2020 en adelante, aunque hay deudas históricas y los trámites siguen con el SII”.
El club sigue con los entrenadores Alejandro Atero y Patricio Campos, dos hombres de experiencia en las lides del remo y formadores de campeones. Por lo pronto, Centenario sólo vive la ansiedad de volver a hundir las palas en el río y competir en buena lid y sobre eso el presidente Raúl Fuentealba asegura que dicha ansiedad va desde las categorías de alevines hasta masters.
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