La pandemia no da tregua a la actividad económica de San Carlos de Bariloche, hermosa ciudad capital de la Provincia de Río Negro, Argentina, que tiene al turismo como uno de sus principales pilares de desarrollo.
Las noticias en materia de Coronavirus están muy lejos de mejorar, a nivel local y nacional. De ello dan cuenta las declaraciones realizadas, este miércoles 21 de abril, por la ministra de Salud argentina, Carla Vizzotti, quien afirmó que “Argentina está viviendo el peor momento de la pandemia desde el 3 de marzo del año pasado”.
Incluso, alertó que “tenemos un aumento del número de casos que pone en riesgo el desborde del sistema”.
Y, en ese contexto, el Ministerio de Salud acotó que Bariloche es uno de los 159 departamentos del país que están con alto riesgo epidemiológico, por la pandemia de coronavirus
Escenario más que complejo para la salud de los habitantes de Bariloche, pero también para la actividad económica de una ciudad considerada el destino más visitado de la Patagonia y, además, uno de los que recibe la mayor cantidad de turistas en toda la Argentina.
Pero esta realidad ha cambiado drásticamente desde la llegada de esta pandemia a Argentina, pues los visitantes prácticamente no han arribado debido a los efectos que ésta ha tenido a nivel mundial, como por ejemplo los largos confinamientos, el cierre de fronteras y la crisis económica que viven millones de personas en diversos países.
Y, al ser motor del desarrollo local, la enorme caída de la actividad turística ha impactado fuertemente muchas otras áreas de la economía directamente relacionadas, como la gastronomía y el comercio.
Así lo reconoce Emiliano Matteozzi, miembro del directorio de la Cámara de Comercio de Bariloche, quien recuerda que cuando empezó la pandemia, hubo muy poca actividad comercial, ya que sólo se mantuvieron las actividades esenciales.
Precisa que los más perjudicados desde el inicio fueron los rubros gastronómico, turístico y hotelero. Y acota que, obviamente, al detenerse el comercio en general y el turismo, eso afectó bastante por la poca actividad que había, impactando también a otras actividades productivas locales.
Añade que en ese complejo e incierto escenario, “el gobierno comenzó con los incentivos y aportes a las empresas, ante todo para paliar la poca o nula actividad que teníamos”.
Pero añade que “después de unos meses, cuando la actividad económica comenzó a nivelarse un poco más, esos beneficios que daba el Estado los ha dejado de otorgar, pero la actividad no se ha terminado de recuperar”, advierte.
Matteozzi, quien también es integrante de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Bariloche, cuenta que “hubo realmente muchos comercios que tuvieron que cerrar sus puertas”.
Y precisa que un gran porcentaje está en una situación muy complicada, pues para poder seguir funcionando han debido incurrir en gastos y contraer créditos, endeudándose, tal como ha ocurrido en otros países como Chile.
“Va a llevar mucho tiempo para que se puedan recuperar”, lamenta este Licenciado en Comercio Exterior y despachante de aduanas.
CONTUNDENTES CIFRAS
La grave situación de la actividad económica en esta ciudad ha quedado en evidencia, en estudios de esta entidad gremial, que tiene 75 años de historia.
Uno de éstos es la encuesta que realizaron entre el 1 y 6 de diciembre de 2020, la que fue publicada en la sección Novedades del portal web www.camaracomerciobariloche.org
Entre los resultados arrojados por el sondeo, destacó que el 90% de los negocios registraron una facturación nominal inferior a la del mismo período del año anterior. Y, además, un 54% de los encuestados señaló haber sufrido una caída nominal superior al 50% de un año al otro.
Asimismo, ahondando en “el desesperante estado de la mayor parte de los negocios”, la encuesta también dio cuenta que el 85% de los establecimientos se había endeudado, y un 55% de éstos con plazos de salida mayores a los 24 meses. Además, el 27% de las empresas había tenido que reducir su planta o suspender parte de su personal.
LO QUE VIENE
En este sombrío contexto, la época estival vino a traer una luz de esperanza a San Carlos de Bariloche.
“Si hacemos un balance hoy en día, cómo esto fue aperturándose cada vez más, el rubro turístico en la temporada de verano realmente ha recuperado. Pero, pese a ello, al comercio en general le sigue costando obtener sus márgenes de utilidades”, expresa Emiliano Matteozzi.
Además, en cuanto al devenir de la principal actividad de Bariloche una vez que se abran las fronteras, estima que se podría apuntar hacia una readaptación del turismo, siguiendo los protocolos y potenciando las actividades al aire libre.
En este marco, comenta la relevancia que tiene el turista chileno, otrora habitual visitante de esta zona argentina, sobre todo por la cercanía física que existe con ciudades como Osorno, que es la más próxima y está a sólo 244 kilómetros de Bariloche.
En pleno otoño, este Licenciado en Comercio exterior ya avizora la próxima temporada invernal, época del año que tradicionalmente ha atraído la mayor cantidad de visitantes.
Y como no, si a los innumerables encantos de la ciudad de Bariloche, su excelente y variada gastronomía, sus exquisitos chocolates y la enorme belleza del Lago Nahuel Huapi, presentes durante todo el año, en invierno se suma el inolvidable Cerro Catedral, considerado el principal centro de esquí de Argentina, y el hermoso Cerro Otto.
Al respecto, Matteozzi recordó que cuando en junio comenzó el invierno de 2020, habían pasado muy pocos meses desde el inicio de la pandemia, “y no se pudo tener esa apertura que se podría haber generado”.
Y si bien no sabe cómo será este invierno en términos turísticos, sí tiene claro que van a experimentar modificaciones ciertos parámetros, particularmente, en los rubros de hotelería y gastronomía, y en cuanto a los protocolos a seguir.
“Eso lo dirá el tiempo”, concluye esperanzado el miembro del directorio de la Cámara de Comercio Bariloche.
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