Cultivos de cobertura, cuidado del suelo y uso de biofertilizantes son algunas de las prácticas regenerativas que buscan potenciar en conjunto el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y Nestlé Chile, quienes firmaron un convenio para trabajar colaborativamente de aquí a tres años en la ejecución de proyectos de investigación, desarrollo e innovación en torno a la agricultura regenerativa, un modelo que representa el futuro de los sistemas productivos, al cuidar y restaurar el medioambiente.
El proyecto es pionero en el área de cereales a nivel nacional y busca apoyar a los productores en su transición hacia este modelo, con el objetivo de que aumenten su potencial de secuestro de carbono y reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero que se generan a raíz de la producción de cereales, avena y cebada.
De esta manera, Nestlé comenzará a trabajar junto a cinco de sus proveedores de trigo, principalmente, de las regiones del Maule, Ñuble y La Araucanía, los que en total suman 125 hectáreas que serán manejadas bajo este nuevo modelo agroalimentario.
“En Nestlé estamos convencidos de que la regeneración de los ecosistemas es el único modelo posible para enfrentar los desafíos de un mundo en emergencia climática, por lo cual estamos muy contentos de cerrar este acuerdo de colaboración, que se suma al trabajo que realizamos en el sur de Chile con nuestros productores de leche fresca, quienes ya están implementando prácticas regenerativas. Con esto importante avance ampliamos el alcance de este modelo agroalimentario en Chile hacia los cereales, materia prima clave para muchos de nuestros alimentos”, señaló Andrés Eyzaguirre, Director de Asuntos Corporativos y Legales de Nestlé Chile.
Al respecto, la Directora Nacional de INIA, Iris Lobos, expresó que “nuestra institución está fuertemente enfocada en liderar iniciativas que fomenten la transformación sostenible del sector agroalimentario nacional. INIA no solo genera variedades altamente competitivas y acordes a las necesidades de los/as productores y la sociedad, sino que también mantenemos una vinculación activa de transferencia tecnológica con todos los actores, para implementar soluciones que optimicen procesos y se instauren bajo lógicas agroecológicas, donde la agricultura regenerativa es un eslabón relevante. Este convenio público-privado nos tiene muy contentos y comprometidos; esperamos que esta experiencia sea un piloto exitoso que pueda ser replicado en otros cultivos”.
Avanzando hacia la Regeneración
El convenio firmado con INIA se enmarca en el plan de inversión global que lanzó Nestlé para apoyar y acelerar la transición hacia este nuevo sistema alimentario regenerativo, de la mano de sus proveedores de materias primas. Así, la compañía persigue la meta global de obtener el 20% de sus ingredientes claves a través de la agricultura regenerativa para 2025, y el 50% para 2030.
En Chile, el plan está avanzando a paso firme de la mano de más de 500 productores de leche fresca en la zona sur, de los cuales más de 200 se han comprometido con un modelo productivo regenerativo. En total, más de 26 mil hectáreas con diversas prácticas de agricultura regenerativa se verían impactados con este modelo, donde se producen cerca de 120 millones de litros de leche.
Además, la compañía está implementando un proyecto de captura de carbono en los predios lecheros, que considera la reforestación de más de 400 hectáreas en un período de 10 años, lo que implica la plantación de 400.000 árboles nativos de distintas especies, y así recuperar bosque nativo degradado. Al cierre del 2022, junto a productores de leche, Nestlé Chile ha reforestado más de 70 mil árboles nativos.
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