El sargento segundo Álvaro Medina tripulaba la lancha LSR Curaumilla y trataba de buscar en el horizonte. “Era como buscar una tabla de surf en el mar”, le contó al diario La Estrella de Chiloé hasta que por fin lo encontró.
Se trataba de un pescador artesanal de Quemchi, identificado con las iniciales RAR y que el pasado lunes 2 de diciembre pasó cinco horas en el mar flotando a la deriva en un pedazo de plumavit y sin siquiera saber nadar.
El afortunado pescador naufragó cerca del golfo de Ancud al caer de un bote y al ser rescatado mostraba signos de hipotermia por lo que debió ser trasladado al Cecosf de Mechuque hasta que fue estabilizado, de acuerdo al relato que hizo el sargento Medina.
Según el relato que hizo a la capitanía de puerto de Quemchi el hombre se estaba embarcando en un bote a eso de las 11 horas cuando sintió un fuerte dolor en el pecho, no pudo subir y cayó sobre el plumavit, quedando así a la deriva.
Afortunadamente, RAR tenía su celular a mano y pidió auxilio a su sobrina y ésta se comunicó con la capitanía de puerto de Quemchi para solicitar la ayuda.
El pescador llamó por segunda vez a su sobrina y le dijo que las corrientes lo estaban llevando hacia el golfo de Ancud y que lo buscaran en ese sector.
El sargento segundo Álvaro Medina recibió la llamada de auxilio a las 14:45 horas y zarpó a las 15 horas con dirección a la isla Aulín y desde ahí llegó a la zona del golfo y comenzó a pedir ayuda por reglamentación para que alguna embarcación lo ayudara en la búsqueda. Recibió la respuesta de tres embarcaciones, sin embargo, les señalaron que no se podía ver nada por el oleaje.
La situación se volvía preocupante porque mientras más pasaban los minutos las fuertes corrientes podían llevar a la vulnerable estructura de plumavit hacia el mar abierto lo que habría hecho casi imposible encontrar al pescador.
Afortunadamente el pescador llamó a su sobrina y esta le dio el contacto del sargento Medina y así ambos lograron contactarse.
“Le pedí que no me cortara, que siguiera conmigo hasta que el teléfono no diera más”. De esta manera, R.A.R. al divisar a la lancha le va dando indicaciones a la patrullera hacia su dirección. “Todo iba bien hasta que la llamada se cortó”, indicó el sargento.
El sargento contó a la Estrella de Chiloé que anduvo unos mil metros más en el área hasta que divisé algo y afortunadamente era el pescador. Estaba a la altura de la isla Cheniao, en el sector del canal Cheniao-golfo de Ancud, esto es a unas 4 millas marítimas de Aulín. El rescate fue a las 16:26 horas del lunes 2.
“Pensó que se iba a morir, estaba muy agradecido. Yo creo que, si no hubiera sido porque me llama al celular, no sé si lo hubiera encontrado”, reconoció el uniformado al medio chilote.
Tras el rescate, el afectado fue trasladado en una lancha ambulancia hacia el Cecosf de Mechuque, otra isla de Quemchi, donde se la administró suero tibio y se le entregó abrigo para tratar la hipotermia.
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