Corría enero de este año cuando un violento incendio consumió una antigua casona ubicada en calle Pérez Rosales de Valdivia.
Las llamas y el humo eran visibles desde diversos puntos de la ciudad y el trabajo de bomberos daba cuenta de la magnitud del siniestro.
En la emergencia se perdieron las dependencias del café La Última Frontera, las oficinas del Festival de Cine de Valdivia y las dependencias de la Cooperativa La Manzana.
“El sábado 13 de enero del 2024 sufrimos un incendio, con pérdida total de nuestra tienda, inventario y activos, incluido nuestro camioncito: el Manzana Móvil”, señalan desde la cooperativa.
“Lo material fue quemado pero nuestro tejido social, que es nuestra principal fuerza y motor, sigue vivo y más activo que nunca. Como cooperativa somos resilientes y estamos poniendo todo nuestro corazón en volver a constituir lo que construimos desde el año 2009”, agregan.
Grupo Diario Sur conversó con Robin Weisselberg, quien es parte del equipo tienda de la cooperativa y reiteró que están en funcionamiento en la tienda ubicada en Baquedano 1165
La Cooperativa La Manzana combina la gestión empresarial con principios democráticos para satisfacer las necesidades de sus más de 122 socias y socios y hacer una contribución positiva a la comunidad.
Además, busca ser una plataforma para productores locales y potenciar la agricultura familiar campesina y la salud de los consumidores.
“Hicimos un esfuerzo enorme de nuestras socias y socios para reabrir nuestras puertas. Nos interesa promover un consumo sano y responsable, preferir lo más local posible, con productos libres de agroquímicos y conociendo a las personas que trabajan nuestros alimentos”, dice.
“En ese sentido colaboramos muy cercanamente con nuestros proveedores, que principalmente son personas que están acá en la Región de Los ríos, ya sea trabajando el campo o con emprendimientos locales que tienen distintos productos de valor agregado”, indica.
-¿Qué significa para ustedes estar funcionando acá después del incendio?
“Es hermoso abrir una nueva tienda. La verdad es que después del incendio nunca paramos de funcionar. Estábamos en un espacio temporal que nos prestó una junta de vecinos, y luego estuvimos operando dos meses en la Galería Barrios Bajos, una galería de arte que también nos prestaron el espacio para poder seguir funcionando”.
-¿Ustedes fueron los primeros en el sur de Chile en esta propuesta?
“Sí, este año cumplimos 15 años de funcionamiento. La cooperativa se fundó en 2009 como la primera cooperativa de consumo responsable de Chile”.
-Ese mismo espíritu les ha permitido mantenerse…
“Exactamente. Luego del incendio pudimos realmente ver el valor que tiene nuestro proyecto para la comunidad. Somos una iniciativa sin fines de lucro, no contamos con muchos recursos para invertir en nuevas cosas. Luego del incendio cientos de personas nos apoyaron porque sintieron que este proyecto no podía acabarse fue tremendamente hermoso”.
-¿Qué le dirías a la comunidad valdiviana?
“Invitarles a conocer nuestra nueva tienda que está hermosa, está muy cerca del centro, en el barrio comercial Plazuela Berlín. Realizamos despacho a domicilio, entonces está la opción de comprar en la tienda online y recibir a tu domicilio nuestros productos”.
Rosa del Carmen Bello, es agricultora del sector Nalcahue en la comuna de Río Bueno. Se dedica a las hortalizas y los procesados orgánicos y conoce de cerca el trabajo de la cooperativa.
“Ellos comenzaron a buscar agricultores y nosotros les entrego mis conservas, pastas y mermeladas, además las legumbres. Cultivo garbanzos, porotos, porotos de mata, porotos de vara”, indica.
Este trabajo conjunto lo califica como “fantástico y único” porque “hemos tenido una relación muy fluida. Esta cooperativa siempre va a ser importante para todo tipo de agricultores, ya que es donde nosotros podemos vender nuestros productos sin tener que estar saliendo todos los días de la casa”.
Pastora Karcher Martínez preside el Consejo de Administración y cuenta que recientemente realizaron un día de campo en el marco del proyecto de producción y consumo de legumbres agroecológicas que está siendo financiado y apoyado por la Fundación LEPE.
“Conocimos el trabajo de Rosa Bello y nos contó de su trabajo en la agricultura familiar campesina, con la agroecología y específicamente en el cultivo de legumbres agroecológicas para la región y también vinculado al proyecto que mencionaba anteriormente”, dice.
“Dentro del proyecto que estamos llevando adelante con la Fundación LEPE abarcamos toda la cadena productiva, desde el cultivo de las legumbres hasta la comercialización y consumo de las legumbres. Para eso nosotros apoyamos a productoras y las acompañamos en el proceso de cultivo”, agrega.
“Para nosotros el tema del consumo responsable trata no sólo de consumir sano y local sino también del comercio y el trato justo. Esto quiere decir que tenemos un trato humano con las personas que nos entregan nuestros alimentos. Para La Manzana los productores y productoras son sumamente importantes para el consumo responsable. No sólo de los alimentos que sean saludables, libres de pesticidas o de químicos y de producción local sino también que aseguren un trato justo con los productores y productoras”, señala.
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