Hace más de 15 años, Mirta Corrales llegó a Futrono junto a su esposo y eligieron el sector rural de Quimán Bajo para construir su casa y asentarse definitivamente.
Un lugar tranquilo, campestre, sin ruidos molestos para un matrimonio que comenzaba a vivir sus años de jubilación, un ideal que se hizo realidad, al menos por algunos años.
Mirta enviudó el año 2021 y en 2022 su entorno ideal sufrió un vuelco cuando en un terreno aledaño y a pocos metros de su casa, comenzó la construcción de un enorme galpón.
“Es muy lindo vivir aquí, pero ¿cómo se le ocurre a alguien ponerte una fábrica encima de tu casa? no lo entiendo”, se pregunta Mirta Corrales en conversación con Diario Futrono.
Ya sea por un vacío legal, problemas en la planificación y zonificación territorial u otra causa, una adulta mayor ha visto su vida totalmente trastocada desde el momento que una estructura de características industriales fue construida y funciona justo al lado de su casa.
Actualmente Mirta tiene 76 años y convive a diario con la sombra que dicha infraestructura proyecta hacia ella, impidiéndole ver el sol de la mañana y durante buena parte del día.
"Yo miro por la ventana y veo algo oscuro, no veo nada más, si no fuera porque yo tengo unos arbolitos ahí no vería nada más”, comenta.
Pero el mayor problema no es solo el visual, Mirta además debe tolerar ruidos que derivan de la actividad que se desarrolla en el galpón; producción de pellet.
“El ruido es horrible, hay días que están trabajando a full y empiezan a las 8:30 de la mañana y terminan a las 6:30 de la tarde, una jornada completa de ruido”, asegura.
Al parecer los ruidos emanan de una máquina chipeadora, el que se amplifica al estar dentro de una estructura metálica, afirma Mirta.
La afectada dice haber hablado con el alcalde de la comuna, Claudio Lavado, y con otras entidades buscando una solución al problema, le han dicho que redacte cartas para presentar a distintos estamentos y que los permisos de la fábrica están en regla, por lo que ella no es optimista respecto a lo que pueda lograr.
“Imagínate que hay gente que me ha dicho que venda aquí y me vaya a comprar una casa a otro lado ¿a dónde voy? si no es llegar e irse, aparte que se desvaloriza todo un terreno con una fábrica al lado”, expresa Mirta.
"No es la idea, yo me quiero quedar aquí porque aquí está mi marido, yo me tengo que quedar aquí, esto era lo que a él le gustaba”, asevera.
Sin embargo, y contrario a las expectativas negativas de Mirta Corrales, en el pasado mes de julio la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) inició un procedimiento sancionatorio, formulando cargos contra Enrique Alberto Manzur Celume, titular del establecimiento “Galpón Pellet Futrono”.
Esta acción, deriva de denuncias ciudadanas por emisión de ruidos molestos desde el recinto, por lo cual en enero del presente año se realizaron mediciones de ruidos.
De lo anterior, se constató que el nivel de ruido excedía en 15 decibeles sobre el límite permitido para la zona.
De acuerdo a lo verificado, el titular del establecimiento arriesga sanciones, en tanto tiene derecho a presentar sus descargos o un Programa de Cumplimiento.
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