Hans Richter este 8 de abril presentó su renuncia al cargo de rector de la Universidad Austral de Chile (UACH), por motivos personales y de salud, luego de estar tres años en el cargo, el Consejo Académico solicitó su dimisión.
Richter fue testigo de la crisis que enfrentaba la universidad desde el punto de vista administrativo y financiero, lo cual ha llevado a esta casa de estudio a ser cuestionada por la Superintendencia de Educación Superior y la enfrenta a establecer a la brevedad un plan de recuperación, el cual está en las manos de José Dörner.
Actualmente la universidad tiene una deuda de $91 mil millones y se estableció un reducción de personal docente que va entre 200 y 300 funcionarios.
En conversación con La Tercera, Hans Richter, explica su situación tensional y el estrés vivido, lo cual lo llevaron a renunciar, comenta las dificultades enfrentadas no solamente de gestión sino también por la inflación desatada, las responsabilidades compartidas ante esta crisis y el arrastre de deudas de la Universidad Austral.
Dice que podría no haber renunciado, pero se habría pasado por un proceso de remoción y lo habría ganado, pero eso es un desgaste para la universidad y para él. Así nadie ganaba.
“El plan de recuperación, que se estaba corrigiendo, quedó virtualmente igual a como se envió; lo que pasa es que se profundizaron y explicaron mejor algunas líneas de acción. Y al mismo tiempo habíamos logrado -por eso estaba un poco sorprendido por la solicitud de renuncia del Consejo Académico- dejar de pedir crédito para operación desde octubre del año pasado, y la caja se estabilizó desde diciembre, entonces veníamos como empezando a salir. Ahí dije que si a la crisis financiera se suma una crisis de gobernanza, es un problema mayor, entonces lo lógico es renunciar: dejo de tener problemas, tensiones, y hago un espacio para la universidad para que se reorganice”, explica.
Richter dice que él no es el origen de la crisis ni la causa, sino que recibió la universidad en una situación frágil, agrega que al interior de ella se produjo una tensión y una politización.
En cuanto a cómo se tomó la solicitud de renuncia por parte del Consejo Académico, el exrector señala que: “Me sorprendió por varias razones”.
“La primera es que si había un mal momento para hacerlo, era ese. Se estaba aprobando el plan de recuperación y teníamos que solucionar la crisis financiera, y le sumas una crisis de gobernanza. Lo encontré realmente torpe. Y hay varios juicios de valor, de que la rectoría es poco dialogante, que no inspira confianza, que le falta transparencia, cuestiones que no sé cómo las midieron. Son expresiones bastante subjetivas respecto de formas de hacer. Y la figura del rector está bastante desvalorizada en la universidad, se sacó a uno hace un tiempo, ahora otro por presión política. La universidad tiene que aprender a autorregularse y a cuidar su gobernanza. No puede ser que una universidad importante como la Austral tenga cuatro rectores en cuatro años”, dice.
Richter dice que decanos y consejeros son parte del origen del problema, los mismos que firmaron su solicitud de renuncia, también tuvieron cargos importantes en la gestión y en las finanzas de la universidad.
“Falta en la cultura universitaria hacerse cargo de las cosas que hemos hecho y de las responsabilidades que cada uno tiene que asumir. Yo puedo asumir una responsabilidad, que a lo mejor no soy el líder más innato… pero hay una disputa muy marcada entre consejos, directores y los grupos de rectoría”, declara.
En 2017 la universidad tuvo pérdidas cercanas a las 1.700 millones, cuando asumió Richter la inflación era un 3%, luego subió a 6,5% y 12,8%. En cuanto a los 91 mil millones se debían por 30 años, es producto de un crédito hipotecario.
"Si vieran las actas del Consejo Académico y el directorio de estos casi tres años, sería interesante que digas qué problemas de gestión del equipo han generado una profundización de la crisis financiera. No hemos promovido ninguna medida que complique a la universidad en lo financiero; al contrario, hemos ido avanzando de a poco. Realmente no tenemos cosas como equipo de qué arrepentirnos. Ahora, si me dices ‘¿podrían haber presentado mejores proyectos?’. No tenemos proyectos que hayan perjudicado a la universidad.
La superintendencia solicitó tener un equilibrio en 24 meses y que en los primeros 12 se mostrará una tendencia fuerte a la baja de la pérdida, o a la contención.
Esto según Richter necesitará la voluntad de muchos actores distintos y no sabe si todas esas voluntades van a converger, cree que si fueran dos años podría ser posible en uno es muy difícil. Y cerrar carreras no es la mejor medida para la estabilización financiera en corto plazo, si puede ser una opción fusionar carreras, en cuanto a los despidos si son necesarios por la sobredotación de 3.500 funcionarios, y se necesitan menos de 3 mil.
Más información en diario La Tercera https://www.latercera.com/la-tercera-pm/noticia/hans-richter-exrector-de-la-u-austral-no-puede-ser-que-una-universidad-importante-tenga-cuatro-rectores-en-cuatro-anos-es-una-anomalia/BJJ2STTXIJAPLD7J3I7IDEX4F4/
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