Que era psicólogo. Que ofrecía cuidados 24/7 a cambio de elevados pagos diarios. Intermediación con un supuesto psiquiatra. Así se fue ganando la confianza de la víctima y con ella, el acceso a sus cuentas, claves y correos. De broche de oro, una supuesta amenaza de muerte y un préstamo para evitar un falso desenlace.
Todo eso y mucho más era parte del verdadero repertorio que usó por meses un sujeto que haciéndose pasar por profesional del área, engatuzó a una paciente para estafarla.
Pero la actuación de este delincuente quedó al descubierto, y en un nuevo capítulo, esta vez en tribunales, la Corte de Apelaciones de Valdivia confirmó la resolución que mantuvo en prisión preventiva a Luis Javier Ramones Morillo.
Ramones fue imputado por el Ministerio Público en calidad de autor de los delitos consumados de estafa calificada y amenazas.
El delincuente se hacía pasar por psicólogo para estafar a su víctima, una persona que sufría brotes psicóticos.
Los delitos de Ramones Morillo ocurrieron entre mayo y julio del año pasado, en la ciudad de Los Ríos.
Según el ente persecutor, desde el 15 de mayo de 2023, el imputado, usando un nombre falso y con el propósito de defraudar, simuló ser psicólogo sin contar con el título profesional correspondiente, asumiendo como tutor clínico de la víctima, quien padece brotes psicóticos.
En dicho contexto, “el imputado obtuvo la confianza de la víctima y su grupo familiar, ejerciendo poder e influencia sobre ella”, señala la resolución.
En el marco del supuesto tratamiento, Ramones Morillo le dijo a la víctima que debía acompañarla las 24 horas del día, cobrándole la suma de 120 mil pesos diarios por dicha prestación. Además, controló el celular de la víctima, accedió a sus redes sociales, claves y correo electrónico y le impidió tener contacto con sus familiares.
Asimismo, Ramones Morillo concertado con un tercer sujeto que se hizo pasar por psiquiatra, le realizó “atenciones de telemedicina” a la víctima en tres ocasiones durante junio de 2023, cobrándole las sumas en efectivo que sumaron 4 millones 750 mil pesos.
Poco después, el 8 de julio, el imputado revisó el correo electrónico de la víctima y, en medio de llantos, le aseguró de forma seria y verosímil, que le había llegado un e-mail en el que la estaban extorsionando y exigiendo la suma de 25 millones de pesos.
De no pagar, matarían a su madre e hijas. Además, el advirtió que, por seguridad, no debía informar a la policía ni a sus familiares.
Dos días después, Ramones Morillo le dijo a la víctima que habían dejado una nota en el domicilio de su hija y amenazado de muerte a su madre, por lo que accedió a pagar el dinero.
Concurrió a su banco, giró desde su cuenta corriente la cantidad de veinticinco millones de pesos, y los entregó al falso psicólogo. A estas alturas la estafa ya sumaba 29 millones 750 mil pesos, indicaron desde el tribunal de alzada.
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