En una fiscalización a la playa de Curiñanco se constató que no existe presencia de fragata portuguesa en la costa valdiviana ni de la región.
La vigilancia se activó tras el avistamiento en la playa del sector, sin embargo, se trata de una medusa, no de la temida fragata portuguesa.
“A pesar de que se haya descartado la presencia de esta especie peligrosa, recomendamos a las personas que no toquen ni tomen los restos de las medusas que encuentren en la playa”, solicitó la secretaria regional ministerial de Salud, Qf. Cristina Ojeda.
“Afortunadamente en nuestras costas no se ha evidenciado presencia de fragata portuguesa, aunque es importante siempre estar alerta y dar a aviso a las autoridades pertinentes para activar los protocolos, en nuestro caso, es importante registrar la denuncia en oirs.minsal.cl para actuar lo más rápido posible y descartar o confirmar la presencia de esta peligrosa especie marina”, agrego.
La fragata portuguesa es un hidrozoo flotante perteneciente a la familia Physaliidae. Aunque posee apariencia física de medusa, este organismo es en realidad una colonia formada por cuatro tipos de individuos o pólipos: neumatóforos, gonozoides, gastrozoides y dactilozoides.
Posee tentáculos de una extensión de diez metros en promedio, aunque pueden alcanzar un largo de hasta 50 metros por debajo de la superficie del mar.
En los tentáculos posee el veneno que puede afectar a quien lo toque en el mar o en la arena. La toxina puede estar presente hasta dos semanas después de la muerte de la fragata, de ahí, la recomendación de no tocarlas.
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