La Cámara de Comercio expresó su preocupación por la proliferación del comercio ilegal que se genera en importantes calles de la ciudad, principalmente en las que rodean el centro de Valdivia.
“No queremos ser alarmantes, pero el comercio ilegal pareciera ejercerse sin control, sobre todo en arterias tan transitadas como Picarte, Camilo Henríquez, Caupolicán, Arauco y el paseo Costanera, ruta característica y rostro principal de nuestra comuna”, indicó Gonzalo Cuevas Taboada, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Valdivia.
“Se hace necesario evaluar una política comunal o acción inmediata para ordenar esta crisis, pues este tipo de negocio informal se suma a una sensación de inseguridad en las calles”, recalcó.
Cuevas enfatizó que las autoridades se encuentran en un momento crucial para accionar y tomar decisiones asertivas, las cuales deben ir en la dirección del cuidado y protección del patrimonio urbano, cultural, arquitectónico, social, comercial y turístico de Valdivia.
"Ya hemos visto cómo estas precarias instalaciones de venta pueden provocar accidentes, generan congestión en las aceras y en ocasiones suciedad”, asevera el representante del comercio organizado.
En esta instancia, el directorio manifestó que hará llegar su preocupación al municipio para iniciar un trabajo colaborativo público-privado, donde se puedan escuchar opiniones y de esta manera gestionar un plan de trabajo donde todos puedan resultar beneficiados.
“No queremos dar pie a situaciones de injusticia social, sabemos de la necesidad de trabajar y emprender de tantos de nuestros conciudadanos, pero creemos también que deben hacerlo en igualdad de oportunidades, respeto y responsabilidad cívica", declaró el presidente de CCIV.
"Mientras hay tantos comerciantes y emprendedores/as que cumplen fiel y formalmente a sus obligaciones comerciales, existen otros que se apropian de espacios, generando una irregularidad en el trato comercial y en otras creando una cierta inseguridad en los lugares donde operan”, complementó.
El crecimiento del comercio ambulante no solo vulnera la formalidad de una experiencia de compra segura, sino que también se debe tener en consideración que pueden existir productos falsificados o sin procedencia conocida.
La Ley N°21.426, sobre comercio ilegal, explica que en muchas ocasiones cuando se compra en estos lugares se puede estar financiando a bandas organizadas que proveen al comercio ambulante e informal, teniendo en cuenta que lo más importante es: “Que el comercio ilegal o ilícito involucra no solo a quien vende sino también a quien compra”.
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