En diciembre del 2022 la Fiscalía Regional de Magallanes confirmó que cuatro oficiales de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) serían formalizados por la tragedia del Hércules C-130.
En dicho accidente fallecieron 38 personas, 17 de ellos tripulantes, uno de ellos oriundo de Futrono, en la Región de Los Ríos.
La tragedia ocurrió el 9 diciembre del 2019, cuando se informó la desaparición del avión en el mar de Drake.
En la aeronave viajaban 38 personas, entre ellos el sargento Cristian Venegas, oriundo de Futrono.
A través de un reportaje, Radio Bío Bío, revela nuevos antecedentes en los que se detalla que al menos dos funcionarios de la FACh habrían alertado de fallas en el aviónica de la nave antes de su despegue, las que no fueron atendidas.
Según detallan en el reportaje, uno de los primeros mensajes que inquietó fue el del cabo Sergio Romero, quien se comunicó con el mecánico eléctrico y también funcionario de la FACh, cabo Cristián Gamboa, para informar de una falla, de la cual superiores estaban al tanto e hicieron que el avión despegará igual.
Además de esta falla de motor, se agregó otra que presentó el cabo primero de la FACh, Leandro Torti Lillo, respecto a una pieza que no andaba bien y había que pedir el repuesto a Santiago.
Otro antecedente que se suma es la declaración de la cabo Estefany Pino, quien estuvo a punto de subir a la aeronave, pero a último momento desistió de hacerlo.
Pino cuenta que hubo atrasos en el vuelo por los desperfectos ya nombrados, y además de trabajos en los indicadores de combustible que tampoco estaban funcionando en buen estado.
Cuando el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, Arturo Merino Núñez, declaró el 24 de enero de 2020 ante la Policía de Investigaciones (PDI) y el fiscal Eugenio Campos Lucero, dijo que no tenía razones posibles de este accidente.
Cuando fue consultado por las causas del siniestro, Merino dijo que no tenía posibles razones de este.
Asimismo, se le preguntó por el audio del cabo Torti Lillo y aceptó estar al tanto, pero que no lo había escuchado y que dispuso que el antecedente fuera entregado para investigación.
Confirmó que supo de la falla eléctrica del oil cooler flap y que, aunque no funcionaba, este tipo de sistemas son empleados en condiciones de calor extremo y que como en este caso no era necesario, creía que la medida había sido bien adoptada.
El ministro de Defensa de ese entonces, Alberto Espina, también fue llamado a dar declaraciones que fueron similares a las de Merino, desconocía posibles razones del accidente y prefirió no especular sobre el caso.
Espina nombró otro antecedente sobre el modelo del avión, en el que desde EE.UU. llegó la notificación de que existían unas particulares grietas en los modelos C-130.
El titular de la cartera estuvo al tanto de esto, y confirmó que la investigación para saber si estos aviones se daban de baja fue hecha, y se afirmó que se encontraban en buen estado.
Han pasado más de tres años de ocurrida la tragedia, y este 21 de febrero el fiscal Campos formalizará a los cuatro oficiales por los cargos de cuasidelito de homicidio con resultado múltiple.
Dos de los abogados querellantes, Ciro Colombara y Aldo Díaz no dudaron en cuestionar el hecho de que la Fuerza Aérea no haya podido encontrar las causas del accidente.
Lee el reportaje completo en Bío Bío Chile aquí.
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