Raúl Puente, el médico que se convirtió en Maestro Nacional de la Ginecología Oncológica

El médico valdiviano impulsó la subespecialización con la finalidad de entregar una atención de calidad a las mujeres afectadas por cáncer ginecológico.

Contribuir a otorgar una atención de excelencia que permita una mejor calidad de vida a las mujeres afectadas por cáncer ginecológico. Esta es una de las principales motivaciones que ha tenido durante su vida profesional el médico valdiviano Raúl Puente Piccardo, quien fue galardonado con el premio Maestro Nacional de la Ginecología Oncológica.

 Esta distinción, a través de la cual se reconoce su aporte en áreas como docencia, investigación y atención clínica, fue entregada por la Sociedad Chilena de Ginecología Oncológica (Schigo) en el marco de su último congreso nacional. 

  Junto con agradecer este importante galardón, el Maestro Dr. Puente resaltó el trabajo efectuado para lograr el reconocimiento de la subespecialidad, como también recordó parte de su trayectoria académica y profesional a nivel nacional e internacional. 

De la Unión

  “Nací en La Unión, mi papá en ese tiempo era juez, era abogado de La Unión. Fui a estudiar medicina a la Universidad de Concepción. Una decisión difícil porque teníamos un club de hockey, era el presidente  y teníamos una pandilla de amigos, jugábamos ajedrez, fútbol, y cuando llegó el momento de pensar que tal vez me tenía que ir, yo pensaba cómo irme de aquí. Después dije tengo que hacerlo y para el primer feriado que hubo, un 21 de mayo, viajé y pensaba lo he pasado mal que no vuelvo más a Concepción", recuerda Puente sobre esa época de su juventud.

Su especialización la realizó en la Universidad Austral de Chile. “Fui el primer becado nacional que vino a hacer la beca de Obstetricia y Ginecología a Valdivia (en el año 1972). Y siempre mantuve esas ganas, esa curiosidad de hacer, de empujar más cosas, porque siempre se puede hacer algo más”.

   Esa actitud lo motivó a seguir estudiando, investigando y perfeccionándose en ginecología oncológica, realizando estadías en el hospital Agostino Gemelli de Roma , Instituto Nacional del Cáncer de Budapest, Hungría y Hospital Británico de Buenos Aires, Argentina. Así fue  generando vínculos con referentes internacionales, lo que permitió poner a Valdivia a la vanguardia de esta área de la salud.

  Muestra de ello es la visita efectuada a la región por el Premio Nobel de Medicina el Dr. Harald Zur Hausen, el año 2011, cuando el Dr. Raúl Puente era director del Instituto de Obstetricia y Ginecología de la Uach. Como también la creación -el año 2014- de la Sociedad Latinoamericana de Ginecología Oncológica, instancia de la cual fue su primer presidente y que se constituyó con la presencia de profesionales del área médica y expertos de Chile, Argentina, Perú, Colombia y Brasil. 

  A ellos se suman diversas invitaciones como expositor a eventos internacionales, como 4th International Video Workshop on Radical Surgery in Gynecological Oncology efectuado en Praga, República Checa, y el congreso mundial de climaterio donde expuso sobre la diseminación del cáncer de endometrio en la post menopausia, entre otros.

 "De estas experiencias -comenta- estoy muy agradecido. En los viajes conocí a la mejor gente del mundo y respetaron nuestro trabajo de una manera increíble. Nuestras investigaciones fueron consideradas por su impacto en la salud de la mujer”.

Schigo

El cáncer ginecológico se refiere al que afecta los órganos del aparato reproductor femenino. Y para el Dr Raúl Puente, su tratamiento debe ser realizado por profesionales de excelencia que cuenten con la debida preparación.

Por ello, el año 2001 y siguiendo el ejemplo internacional, decidió impulsar la creación de la Sociedad Chilena de Ginecología Oncológica (Schigo). 

“Contacté a jefes de servicios de los hospitales y les dije quiero que me digan qué médico de su servicio tiene independencia quirúrgica para ser ginecólogo y pueda desempeñarse en la vía urinaria, digestiva con independencia”.

Y recuerda que de las 35 personas invitadas, asistieron 42, quienes se convirtieron en socios fundadores, y él, en su primer presidente.

   Así surgió la sociedad, instancia que trabajó hasta lograr finalmente de parte de la Corporación Nacional de Certificaciones Médicas, Conacem, la acreditación de la subespecialidad. 

“Toda esta experiencia, este trabajo que hemos desarrollado es finalmente para contribuir a un mejor y óptimo cuidado de la mujer”, resalta.