El viento ha ocasionado una serie de emergencias que coparon espacios en los medios de información, en especial en la jornada de este lunes 21 de febrero.
Ráfagas de viento causaron la propagación de incendios forestales poniendo en riesgo viviendas, caídas de árboles y hasta un accidente vehicular.
En la zona ya tenemos experiencia con este fenómeno meteorológico; en especial, con un tipo de viento que conlleva riesgos y prevenciones.
Se trata del viento seco y cálido procedente del este, de la precordillera andina, cuyo nombre cambia según la zona; así es como en la Región de Los Ríos y Los Lagos se le denomina puelche, y en la zona del lago Ranco recibe el nombre de puihua.
Este viento, producido por un sistema de alta presión, trae aparejado un aumento de las temperaturas, una verdadera ola de calor que puede bordear o incluso superar los 30 grados celsius, condiciones que son las ideales para que un incendio se propague y sea difícil de controlar.
Asimismo, en el sur del país son conocidos los efectos de este viento sobre el espacio lacustre, dificultando o derechamente impidiendo la navegación. Ya en 1877, el marino chileno Manuel Señoret, enviado por la Armada Nacional a explorar la cuenca del río Bueno, conoció este viento durante su estadía a orillas del Ranco en lo que hoy es Futrono. “Empezaba a soplar viento de ese punto (el este), viento que los naturales llaman puihua” menciona.
Y Señoret describe cómo observó este fenómeno en el lago Ranco. “La ola corta y rizada que se forma en los lagos por la extrema movilidad del agua dulce, debido a su peso específico, es sumamente peligrosa para embarcaciones menores”.
Como curiosidad, si conversamos con algún adulto mayor, de seguro hará una distinción que no es muy comentada, identificado una variante de este viento que, al contrario del puelche o puihua que trae buen tiempo, llega con cielo nublado y lluvia; esta es la “puihua negra”.
Así también, la tradición dice que si el puelche o puihua tiene una duración mínima de tres días, entonces los cielos permanecerán despejados prolongando el buen tiempo.
Por lo general, las personas saben que con la llegada del viento puelche, se deben tomar algunas precauciones como evitar encender las estufas a leña, así como encender cualquier tipo de fuego, ya que de seguro se propagaría con las consecuencias obvias.
Por otra parte, la navegación en los lagos es muy arriesgada, incluso la idea de nadar en esas condiciones es una pésima decisión. Así también una prevención propia de esta época, tiene que ver con el alto tráfico vehicular en especial por rutas rurales (aunque también se debe tener cuidado en las zonas urbanas), donde la caída de árboles a las vías es un riesgo que deben tener presentes los conductores.
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